Mientras 16 franquicias de la NBA pelean estas semanas por seguir vivos en la lucha por el anillo, el resto de conjuntos lleva ya unos días de vacaciones, aunque más bien para todos ellos comienza prácticamente la parte más importante de la temporada que viene. Es ahora cuando se empieza a escribir el futuro de muchos equipos, y los Jazz no son excepción.
Si para algunos como los 76ers o los Timberwolves es claro el camino a seguir, o al menos una gran mayoría de aficionados y medios de comunicación así lo presienten, Utah se encuentra en un lugar donde solamente los encargados de tomar las decisiones ejecutivas (o tal vez ni siquiera ellos) tienen una idea de lo que hacer en la offseason que para ellos ya ha empezado. Con un bloque definido, todavía joven o muy joven, y encerrados en una de las Conferencias más fuertes de la historia de la liga, y que lo será durante mucho tiempo, multitud de estrategias se presentan ante los de Salt Lake City. Su necesidad más imperiosa está en la posición de base, pero sus dos últimas elecciones altas del draft han sido Exum y Trey Burke (vía traspaso con Minnesota). El quinteto titular más Burks o Hood, dependiendo del que no sea de inicio, parece inamovible.
¿Se decidirán a reforzar el ligero banquillo en el draft, aumentando aún más la juventud del equipo? ¿Sobrepagarán por alguno de los agentes libres de segundo nivel que lleguen al mercado este verano? ¿Se reservarán para el boom de espacio salarial en 2016 donde todos los equipos tendrán dinero para pagar a 2 ó 3 estrellas? ¿Buscarán mejorar las alas con un traspaso? ¿Será Trey Burke el sexto hombre y Exum la solución como point guard? Sabedores de que Utah no es un destino capaz de atraer agentes libres de postín y teniendo en cuenta que los Jazz tienden casi siempre a construir sus plantillas en el draft, se podría pensar que van a seguir este sendero en los próximos meses, pero también es verdad que cuando quieres ser ambicioso y dar ese salto de calidad muchas veces tienes que añadir a alguien de fuera. Por eso lo único que podemos hacer ahora mismo es especular; pero también podemos revisar cómo llegan los de Quin Snyder, contractualmente hablando, al estío:
– Con contrato en 15/16 (* denota contrato rookie):
- Gordon Hayward: $15,409,570 (opción de jugador en 2017/18)
- Derrick Favors: $12,000,000 (hasta 2018)
- Alec Burks: $9,213,484 (hasta 2019)
- Dante Exum: $3,777,720 (opción de equipo en 2016/17 y 2017/18, agente libre restringido en 2019) *
- Trey Burke: $2,658,240 (opción de equipo en 2016/17, agente libre restringido en 2018) *
- Rodney Hood: $1,348,440 (opción de equipo en 2016/17 y 2017/18, agente libre restringido en 2019) *
- Rudy Gobert: $1,175,880 (opción de equipo en 2016/17, agente libre restringido en 2018) *
- Grant Jerrett: $947,276 (hasta 2016)
– Opción de equipo en 15/16 (* denota también opciones de equipo en 2016/17):
- Trevor Booker: $4,775,000
- Chris Johnson: $981,348 *
- Bryce Cotton: $845,059 *
- Jack Cooley: $845,059 *
- Elijah Millsap: $845,059 *
– Agentes libres restringidos (la cifra denota el valor del tender de un año):
- Joe Ingles (contrato originario de LA Clippers): $1,045,059
– Agentes libres:
- Kendrick Perkins: libera $9,154,342 (ahora con Cavaliers tras haber sido cortado, su contrato seguía contando para Jazz al no haber adquirido nadie el mismo)
- Jeremy Evans: libera $1,795,000
- Patrick Christopher: libera $379,010
Los Jazz cuentan además con el número 12 del draft y dos elecciones en segunda ronda (la suya en el número 42 y la de Cleveland en el número 53), y también todo parece que indicar que Ante Tomic finalmente llegará desde España. Con el límite salarial probablemente algo por encima de los $67 millones, Utah va a tener espacio de sobra para añadir algún jugador a la rotación.
Con contrato en vigor la suma es de $46,530,610, aunque es muy probable que se ejerzan las opciones de jugador sobre Booker, Ingles, Millsap y al menos Cotton (ya que Cooley podría no tener sitio con Gobert, Favors, Booker, Tomic y algún otro que venga en el draft) y también habría que sumar a los posibles novatos que se incorporen, por lo que la cifra se iría a $58,875,775 más esta última cantidad, por lo que habría disponibles alrededor de 5 millones y excepciones salariales suficientes como para completar un plantel ambicioso. Los Jazz han sabido seguir el ejemplo de franquicias como Cavs o Grizzlies (que recientemente la han usado con maestría) al diseñar los acuerdos firmados con los jugadores procedentes de la D-League, creando salarios que poder incluir en traspasos y dando total libertad al receptor para quitárselos de encima sin perjuicio económico.