El cuarto partido de la serie de semifinales de Conferencia entre Cleveland Cavaliers y Chicago Bulls se encontraba igualado a 84 y todo indicaba que se iría a un tiempo suplementario, pero en la última jugada a falta de 1.5 segundos, LeBron James se hizo cargo de la pelota y ejecutó el doble ganador igualando la serie 2-2.
Llamamos «incorrecto acierto» porque desde el punto de vista jerárquico, que un jugador no obedezca las indicaciones del entrenador no es lo debido, pero para el bien de los Cavs terminó esa situación siendo un acierto que les permitió igualar la serie en 2 y mostrar a The King una vez más como el jugador mas dominante e influyente de toda la liga.
Al respecto LeBron dijo ante los medios:
«Se suponía que debía tomar el balón por afuera. Le dije a entrenador que no había forma de que tomase el balón afuera, a menos que pudiera disparar sobre el tablero y entrar… La jugada que fue marcada, la borré yo mismo. Yo sólo le dije al entrenador que me dé la pelota. O nos vamos a ir a tiempo extra o yo voy a ganar el partido por nosotros.»
Claro que esa desobediencia del oriundo de Akron no fue una muestra de egoísmo, sino que se sintió en el deber y necesidad de resolver el partido, que en esos instantes finales los Bulls habían igualado gracias a que el mismo LeBron había cometido dos pérdidas de posesión claves.
Derrick Rose también opinó acerca del tiro ganador de The King :
«No hay nada que puedas hacer al respecto. Él realizó un gran disparo. Es un infierno de jugador. Sólo tenemos que asegurarnos de que si estamos en esa situación otra vez, obligarlo a salir un poco más o hacer que alguien más tome la pelota».
Una «desobediencia táctica» o un «incorrecto acierto», cuéntenlo como quieran, lo cierto es que LeBron, haciendo gala de su enorme liderazgo en el juego, una vez más hizo de las suyas y le dio un triunfo crucial a sus Cavs, igualando la serie a dos y recuperando la ventaja de local para seguir su marcha rumbo a la finales de Conferencia.