Dos años han pasado desde que George Karl dejó el puesto de entrenador de los Denver Nuggets, y dejaba tras él unas temporadas difíciles de superar. Este año las expectativas estaban algo más altas que la pasada campaña, ya que el pasado año se sufrieron muchos cambios dentro del entorno del equipo, además de un aluvión de lesiones que no nos permitieron ni una pizca del potencial total de este equipo.
Así pues, se encaraba este año en las tierras de Colorado con algo más de esperanza que el pasado, esperando que el potencial de la plantilla empezase a brillar, sin embargo, pocos habrían podido predecir que esta campaña llegaría a ser incluso más caótica que la del pasado año para los Nuggets.
Temporada Regular
Este año, volviendo el equipo completamente sano de todas las lesiones que había sufrido, se avecinaba como una temporada en la que el equipo debería haber podido luchar por PO. Con Gallinari, Nate Robinson, Arron Aflalo, JaVale McGee y Wilson Chandler ya listos para competir, además de los habituales Lawson y Faried, el equipo tenía buena pinta para poder plantar cara en la conferencia más dura.
Así pues, empezaba la temporada regular, y a pesar de que los resultados no estaban siendo excepcionales, la cosa pintaba mejor que el pasado año. A finales del mes de noviembre, el equipo se encontraba con un balance igualado de 8-8, y nada podría haber señalado la debacle que iba a tomar Denver de ahí en adelante.
Llegó el mes de diciembre, y con él, los malos tiempos. Tan solo 16 partidos después, el equipo había dado la vuelta totalmente al aceptable récord que habían conseguido a finales de noviembre. Así pues, llegados el final del mes de diciembre, el récord del equipo era en aquel momento de 13-19. El equipo sufría defensivamente al igual que el pasado año, tras dos primeros meses de duda, parecía que la temporada 2014-2015 iba a ser una nueva decepción. Además de sufrir defensivamente, el porcentaje en triples del equipo no llegó al 30% en todo el mes de diciembre, una falta de eficacia que sacudía sin cesar a los de Brian Shaw.
Empezaba el nuevo año, y parecía que el deseo de fin de año de ese hombre que ansiaba una recuperación para su equipo favorito no se iba a cumplir. Otro mes más, otros 16 partidos más que transcurrían de nuevo en balance negativo. El récord del equipo se mantenía en ese entonces en 19-29. A pesar de que en las victorias el equipo había mostrado una buena eficacia desde la larga distancia (38%), durante las derrotas se desplomaba hasta casi por debajo del 30% de nuevo, un dato que mostraba la irregularidad del equipo en uno de los aspectos del juego más importantes a día de hoy en la NBA. Además, Nate Robinson, uno de los jugadores llamados a tener algo de peso dentro del equipo, era traspasado a mitad de mes a Boston a cambio de Jameer Nelson, un traspaso que auguraba los innumerables cambios que iba a sufrir la franquicia de ahí en adelante.
Llegaba el mes de febrero, un mes que se iba a vivir como un infierno en Denver. Tras diez partidos, el récord del equipo se iba a situar en 20-36. De los diez encuentros, tan solo 1 se había saldado con victoria para Denver. Y es que ese mes resultó ser el de menor efectividad de cara al aro para los Nuggets, con menos de un 40% de acierto a lo largo del mes, y con la misma pésima defensa que acompañó al equipo durante todo el año, el balance quebró, situando al equipo en una situación similar a la vista la pasada temporada. Además, tal y como anunciaba el traspaso de Nate Robinson, la plantilla vio durante el mes de febrero como muchos de los que habían sido llamados a ser jugadores importantes dentro de las rotaciones del equipo, eran traspasados. El 19 de febrero, la franquicia realizó múltiples traspasos con los que se deshizo de Arron Afflalo, Alonzo Gee y JaVale McGee.
Comenzaba el mes de marzo, y tan solo 3 días después, Brian Shaw era destituido como entrenador de los Denver Nuggets en lo que habría sido su segundo año en el equipo. Melvin Hunt, que hasta el momento había sido asistente del propio Shaw, era nombrado nuevo entrenador de los Nuggets, y con él, algo de estabilidad llegó a la franquicia. Tras los 16 encuentros disputados ese mes, el equipo se alzaba con 8 victorias, lo cual se traducía en un 50% de victorias durante el mes de marzo, dejando el récord total del equipo en 28-46. Un récord que reflejaba la pésima temporada por la que estaba pasando la franquicia (de nuevo), y que no iba a mejorar mucho más de cara al final de temporada.
Entrado el último mes de temporada regular, el equipo se había borrado hacia ya semanas de una posible disputa por un puesto en PO. De los 8 encuentros que les tocó disputar a los de Denver, únicamente 2 finalizaron con victoria para los de Colorado. Dejando finalmente el récord de la franquicia en 30-52, simulando la temporada anterior. Un año más sin récord positivo, y un año más sin PO.
El pésimo año del equipo era palpable en las estadísticas globales de final de temporada. La defensa, algo que se había mostrado muy frágil durante todo el año, había provocado que el equipo clasificase como 27º en cuanto a puntos permitidos por partido. Además, el hecho de que el equipo se situara con 21.8 asistencias por partido, cuando Ty Lawson se encargó de repartir 9.6 por partido durante todo el año, mostraba la falta de capacidad de mover el balón que sufría el equipo, lo cual indicaba una debilidad en el backcourt del equipo que debe ser corregida.
Jugadores destacados
Ty Lawson: Sin duda alguna, el mejor jugador de la plantilla de largo. Liderando al equipo tanto en puntos por partido, como en asistencias, como en robos, está llamado a ser una pieza fundamental en la reconstrucción del equipo, ya sea como uno de sus pilares… o como moneda de cambio atractiva para intentar conseguir rondas del Draft.
Jusuf Nurkic: En principio iba a estar a la sombra de Gary Harris en lo que a productividad de Rookies refiere, sin embargo, ha dejado algunas actuaciones (múltiples +10 puntos y +3 tapones) que le hacen ser visto como un jugador de futuro dentro de la plantilla, tanto en el apartado ofensivo como defensivo.
Gary Harris: Probablemente otra decepción más dentro de una temporada decepcionante de la franquicia en general. Números muy bajos en cuanto a productividad, más bajos todavía en cuanto a eficacia que hacen dudosa su futura aportación para cuando el equipo se vuelva a estabilizar.
Kenneth Faried: Sigue en su misma línea de productividad (a tan solo 1 rebote de promediar doble-doble). A pesar del 50% en tiros de campo, su juego empieza a verse estancado, necesita desarrollarse más en otros ámbitos para no terminar siendo un jugador más con buen físico que puso sus pies en la NBA.
Veredicto final
La temporada ha resultado en un pufo en toda regla, tanto a nivel de resultados como a nivel de directiva, la cual ha mostrado decisiones muy cuestionables al realizar tantos cambios dentro de la plantilla en cuestion de dos meses, algo que hundió todavía más a un equipo que no acabó de encontrar su juego en toda la temporada.