En un verano lleno de momentos para el recuerdo, para lo bueno, para lo malo, e incluso para aquello que debería esta olvidado. La memoria colectiva de Club Ourense Baloncesto ha ido recogiendo momentos históricos por doquier, de esos que uno se guarda para contárselo a sus sobrinos, hijos, nietos y demás familia cobista.
Tras una liga regular de ensueño, vendría un excepcional Playoff de Ascenso, que parecía poner al COB en disposición de ser de pleno derecho equipo de la Liga Endesa. Pero pronto la inmensa alegría por lo conseguido, se transformaría en extraordinaria frustración.
La ACB demostraba, desde un principio, ser una liga cerrada a cal y canto. Así el COB pasaba por dos asambleas, donde los Clubs que pertenecen a susodicha Asociación, decían NO por dos veces, pese a que el Club Ourensan cumplía con todos sus requisitos. Lo que llevaba este caso en manos del CSD, y del papeleo, y por su puesto de lo legal, en algo que se aleja muy mucho de lo que es deportivamente justo.
Por el camino de un ascenso más que legítimo, el COB va dejando sangre, sudor y lágrimas por doquier, la de su afición, que en más de una ocasión se ha unido para demostrar más que músculo, y para demostrar a los suyos que no están solos, más bien todo lo contrario.
Así fue, durante todo el ascenso, extraordinarias muestras de cariño de la afición cobista, llenando pabellones propios y ajenos. Más tarde, en medio del perverso camino del ascenso legal, los Cobistas de corazón volvieron llenar, esta vez Plazas, para demostrar a las instituciones locales donde querían estar, en la ACB, por supuesto.
Pero lo más difícil quedaba por llegar, cuando lo frustrante llega hasta límites insospechados, es cuando la afición ourensana saca su músculo. Así fue en la tarde noche de ayer, donde la ciudadanía acudió al grito de la Peña Siareiros Cobistas, y llenaría, con centenares de aficionados, un entrenamiento de su equipo, al que de nuevo demostraron su intenso apoyo en todo esto.
Lo ayer acontecido en el Paco Paz, es una muestra de cariño, una manifestación demoledora de un sentimiento, una reunión, o mejor dicho, una interconexión, entre las dos partes más importantes de todo equipo, su afición y un cuerpo técnico, sufridor como pocos. Mas allá de fotos, de sentimientos, de ideologías, de preferencias por lo que debe ser un club, o el propio baloncesto de una ciudad, el grito fue unánime: SIN OURENSE NO HAY ACB.
Pero no todo fue lo presencial, cuando hablamos de sentimientos, de emociones o de lo que significa ser algo tan irracional como ser aficionado, lo presencial importa poco, y así fue, algunos aficionados no pudieron asistir, pero desde sus hogares tiraron de entrañas y dieron aliento a esos centenares que llenaron el Paco Paz.
Es ahí, donde encontramos el caso particular de Ruben, uno de los Siareiros Cobistas más activos, en las redes sociales, y cuando el trabajo se lo permite en lo presencial. Pese a un silencio auto asumido, tras un verano demasiado duro para la afición de cualquiera, vio a bien recibirnos y contarnos de primera mano que ha significado para Siareiros Cobistas esta concentración ante sus jugadores.
Quien mejor que él, que lo vivió desde la impotencia del que necesita estar pero no puede, del que tiene el sentimiento a flor de piel y necesita expresar que este COB debe ser ACB:
“Es horrible, terrible”, no poder estar. “Pero lo vivo con ilusión y confianza de que los míos han estado allí”, nos decía Ruben sobre su ausencia en esta concentración.
“Queríamos estar con los jugadores, para que sintiesen el calor de la afición, para que sepan que jamás estarán solos”, nos dice Rubén, cuando le preguntamos el porqué de esta movilización. “Debíamos mantener encendida la llama del baloncesto en este sufrimiento, y creo que lo hemos conseguido”.
Y por último, Rubén nos dice cuál debe ser la luz al final del camino en todo esto, “Que prime el deporte por encima del dinero y la política, que lo que se gana en una pista jamás lo robe nadie”.
En definitiva, lo que ayer muchos vivieron , y otros tantos sintieron, alrededor del Paco Paz, de Ourense, podría estar muy cerca al “You’ll Never Walk Alone”, de los chicos de Liverpool. Y es que esta afición ourensana, Jamás dejaría que los suyos caminasen solos.