Con la salida de Steve Nash hace ya unos años, en Phoenix se comenzó una reconstrucción prácticamente desde cero. Se cambió el roster, traspasando piezas importantes como Marcin Gortar o Jared Dudley, y recomponiendo el staff técnico. Hace tres años llegaban Jeff Hornacek como entrenador jefe y Ryan McDonough como GM.
Al principio se hablaba de tanking, de acumular rondas y perder partidos para traer jóvenes talentos. Pero los Suns fueron competitivos desde el minuto uno, sumando dos temporadas seguidas en las que el entrar a Playoffs era más una realidad que un sueño.
Lo que si que es cierto es que la franquicia de Arizona se ha movido bastante bien los últimos años y han sacado traspasos bastante satisfactorios para sus intereses. En ellos acumularon muchas primeras rondas del Draft, de donde salen interesantes jugadores. El primero de ellos y una de las piezas para la reconstrucción fue Alex Len, que ya fue titular la pasada temporada; T.J. Warren se ganó la confianza del entrenador con sus actuaciones de final de campaña y contará con mayor presencia este año; Tyler Ennis, otro talento, salió en los movimientos de febrero; Bogdan Bogdanovic es una de las principales perlas europeas y se espera que llegue a Phoenix el próximo verano; y la última de estas elecciones ha sido Devin Booker, que ya impresiona a pesar de ser el jugador más joven de la liga.
El otro que falta es Archie Goodwin, seleccionado en el pick 29 del Draft de 2013, el mismo en el que llegó Alex Len. Ambos se presentaban como piezas más que interesantes para el futuro de los Suns, el problema era que Goodwin tenía delante a un jugador similar en cuanto a características como Eric Bledsoe y que no tenía nivel para jugar en la NBA.
Pero ya han pasado dos campañas desde eso. Goodwin ha demostrado ser un gran defensor con impacto desde el momento que pisa la pista, muy intenso y que pelea cada balón con una presión constante. También ha dado señas de una mejora como organizador de juego, algo que se le echaba en cara y le desplazaba a la posición de escolta. Buen tirador a media distancia, gran penetrador y buenos movimientos sin balón. Su problema sigue siendo el tiro exterior, aunque cada temporada mejora y ha pasado de un 13 por ciento a casi un 30 la pasada temporada.
En los Suns de momento no ha tenido mucha incidencia. Cierto que en su primera temporada no estaba del todo listo, pero la pasada ya podía aportar cosas. Aún así contaba con Bledsoe, Thomas y Dragic por delante, por lo que apenas jugaba y fue asignado a la D-League. Más tarde, con los traspasos de febrero, quedaba sólo con Bledsoe y Knight delante en la rotación, por lo que parecía que su momento había llegado. Pero sin de nuevo darle muchos minutos, mientras otros jóvenes como Warren si disfrutaban la oportunidad, el jugador formado en Kentucky volvía a tener los minutos de la basura.
Este pasado verano seguramente esperaba que se le hiciese hueco, algo que de nuevo no ha ocurrido. Primero fue la elección de Devin Booker en el Draft, cuya posición pura es la de escolta y con Bledsoe y con Knight como titulares indiscutibles no parece que la franquicia confiase plenamente en Goodwin como back-up. Además se firmó a Sonny Weems, que refuerza unas alas en las que ya se cuenta con un Warren que tendrá más minutos. A todo esto se sumaba la veteranía de Ronnie Price para el puesto de base. Desde luego Archie no debe estar muy satisfecho.
En The Rise of the Suns ya analizamos las dudas de Hornacek sobre la rotación exterior, y estas prácticamente sólo dejan un hueco al joven Goodwin. O bien Booker no está preparado para contribuir de forma eficiente desde el primer encuentro, o bien como back-up point guard con minutos en los que ni Bledsoe ni Knight estén en pista, siempre que Ronnie Price no se los quite.
Sin duda la rotación no pinta bien para que Goodwin encuentre su sitio. Además todos los medios apuntan a que si llega Bogdan Bogdanovic al equipo él sería el sacrificado. La pasada temporada, jugador y agente ya advirtieron de que no estaba satisfecho con su tiempo de juego, pero que entendía la situación del equipo.
«Por supuesto que es frustrante para mí, soy un competidor. Me siento como si pudiese jugar ahora mismo, así que en ese sentido es muy frustrante.»
«Si no llegan la próxima temporada (los minutos), no los tomaré. Es básicamente lo que viene. Pero no es algo que me preocupe, es algo que debe hablar muy agente.»
Es decir, Goodwin quiere minutos pero parece complicado que vaya a tener más de 10-15 por encuentro esta temporada. Eso sumado a las declaraciones que hizo en su día y a la más que probable llegada de Bogdanovic hace que nos preguntemos, ¿es Phoenix el lugar indicado para que Goodwin crezca como jugador?
El jugador ha demostrado su potencial a pesar de las pocas oportunidades que recibe. En su campaña rookie solo consiguió dobles-dígitos de anotación en 4 de 52 partidos, pasando a 11 de 41 su temporada sophomore. Además en tres partidos en los que promedió 25 minutos se quedó cerca de promediar 15 puntos por encuentro.
Pero con Eric Bledsoe (25) y Brandon Knight (23) como el backcourt titular de futuro, Devin Booker (18) desde el banquillo, Bogdan Bogdanovic (23), de cara a la próxima temporada, T.J. Warren (22) y Sonny Weems (29) que está en los mejores años de su carrera, no parece que Goodwin tenga hueco a largo plazo en el conjunto de Arizona.