¿Cuánto vale Russell Westbrook?

Sus últimas actuaciones hacen pensar si estaría mejor en un proyecto ganador

Russell Westbrook acumula 17 triples-dobles esta temporada, una cifra que no parece demasiado extraña teniendo en cuenta que asciende ya hasta los 174 en total. Gracias a promediarlo durante una temporada completa, consiguió ganar un MVP mientras todavía vestía la camiseta de los Oklahoma City Thunder en la 2016-17, justo después de la marcha de Kevin Durant a Golden State Warriors.

Pues el dato está en que, con esos 17, ya se ha convertido en el jugador con más triples-dobles en la historia de la franquicia de Washington Wizards. Darrell Walker era el líder histórico de la organización con 15, mientras que John Wall, que jugó durante más de una década en Washington, “solamente” había sumado siete. Los Wizards, no obstante, son duodécimos en el Este, están incluso fuera del play-in, y esto no favorece en exceso a un jugador del que todos parecen haberse olvidado. La imagen de Westbrook está cayendo bastante en comparación con esas temporadas en OKC llegando a finales, estando entre los tres finalistas por el MVP y compitiendo en Playoffs. ¿Cuál es el valor de Russell Westbrook en el día de hoy? ¿Está tan lejos de su versión anterior o siempre fueron meras estadísticas?

Haciendo ordinario lo extraordinario

En los dos últimos partidos de Washington Wizards, Westbrook ha conseguido dos triples-dobles, uno en la victoria contra Indiana Pacers y otro en la derrota ante Charlotte Hornets. En ambas ruedas de prensa postpartido, hemos tenido un momento de reflexión introspectiva por parte del base, que sigue reclamando, de manera silenciosa, su sitio en esta liga.

“Es una locura cuando lo piensas, cuando te sientas y reflexionas en ello sin dejar que la energía negativa se filtre y que los comentarios negativos se metan de por medio. Cuando todo está dicho y hecho, es algo en lo que pensar. Simplemente salgo ahí fuera a jugar cada noche y a hacer lo máximo posible para ayudar a mi equipo a ganar”.

Y no hay duda de que salió a jugar, pues el pasado lunes firmó una línea estadística sin precedentes en la liga: 35 puntos, 14 rebotes y 21 asistencias. A veces parece que Westbrook está desaprovechando su prime cuando podría estar aportando sus números en un equipo con aspiraciones de campeonato… ¿o no? En otras noches, parece estar completamente fuera de la balda competitiva de jugadores de la NBA. Una de cal y otra de arena que sigue sin dejarnos ver una amplia imagen de quién es hoy en día este jugador.

Un espécimen particular

En los últimos días estamos siendo testigos de un intercambio de cromos sin precedentes entre viejas, y no tan viejas glorias de la liga como LaMarcus Aldridge o Andre Drummond, que han confirmado sus incorporaciones a equipos como Brooklyn Nets y Los Ángeles Lakers, dos claros candidatos al título. ¿Os imagináis a Westbrook haciendo esto antes de terminar su contrato? Dada su competitividad, sería lógico pensar que su gran deseo es dejar de estar en un equipo de la zona baja de la liga para unirse a un proyecto que tenga opciones de ganar un campeonato. ¿Sería este un movimiento que alguno de los contenders querría realizar?

Ya hemos visto a Westbrook compitiendo al máximo nivel en proyectos como Houston Rockets o con los propios Thunder donde su individualidad en momentos decisivos de partido han terminado por frustrar sus oportunidades para ganar un título. Así que se puede suponer que sería poco probable verle dar un paso atrás como Blake Griffin o Andre Drummond para ser una pieza ¿suplente? decisiva en un proyecto ganador. ¿Será Westbrook un no-ganador nato? Todo está por ver.

“Soy feliz, me convertí en campeón desde el momento en el que conseguí llegar a la liga. Crecí en las calles, soy un campeón. No tengo que ser un campeón de la NBA. Sé que muchas personas que lo han conseguido son miserables, no han hecho nada por su comunidad, no han hecho nada por la gente de nuestro mundo. Y para mí y mi legado, no se basa en lo que yo haga en esta cancha”.

Esta respuesta tiene toda la pinta de una escapada hacia delante para mantener su moral arriba y olvidar el pésimo momento competitivo en el que se encuentra como profesional.

La pregunta está en si esta mentalidad será suficiente cuando su carrera termine y sea considerado como uno de los grandes jugadores que nunca fueron capaces de bajarse al moro y poner sus capacidades en beneficio de un bien colectivo… o sí.