Demasiadas veces hemos contado ya esta historia y demasiadas veces la habéis leído. El traspaso de Marcus Morris a Detroit Pistons; la puja de Phoenix Suns por LaMarcus Aldridge; la pataleta de Markieff en verano y su deseo público de dejar la franquicia; el Media Day y el supuesto reencuentro entre jugador y equipo; y ahora un inicio de temporada en el que hay muchas dudas.
Personalmente, el arreglo entre Markieff y la organización el día del Media Day quedó algo forzado, aunque los seguidores de los Suns estábamos esperanzados. El power-forward de Kansas, de 26 años, cuenta con un talento natural para el baloncesto. Muchos nos hemos deleitado estas últimas temporadas con su mejora, demostrando un excelente dominio de la media distancia y ser uno de los jugadores más clutch de la liga.
Sin duda el hecho de que se hubiesen reencontrado jugador y franquicia era una buena noticia, ya que Markieff se antoja fundamental en los planes actuales de los Phoenix Suns. Los seguidores del equipo, que esperamos que esta sea la temporada de los Playoffs, nos alegramos de saber que Markieff se quedaba y esperábamos otro paso adelante con Tyson Chandler al lado. Pero de momento, nada más lejos de la realidad.
Por estilo de juego pocos interiores me gustan más, con un buen manejo de balón para su altura, tiro exterior, gran footwork… Pero por actitud lleva un tiempo dejando mucho que desear, especialmente desde que se juntó con su hermano Marcus en Phoenix. Desde entonces según ellos cumplían su sueño de jugar juntos, pero mientras tanto aumentaba su número de técnicas y empeoraba su relación con los árbitros. Además de sumar problemas legales por una paliza que le propinaron a un acosador de su madre.
Hay que centrarse en la situación actual, es decir, el futuro de Markieff Morris en Phoenix. Puede ser un gran jugador y sus carencias defensivas y reboteadoras se tapan al lado de Chandler. Lo que preocupa fundamentalmente es su actitud actual y su hermano Marcus puede tener razón en las declaraciones que hizo tras el Pistons-Suns de la pasada semana.
“Es mi hermano, se cómo se siente, pero no voy a responder ninguna pregunta por él. Podéis preguntarle. Le conozco y no parece feliz. Simplemente no parece cómodo ni motivado.”
Y es que Markieff está jugando el peor baloncesto de toda su carrera NBA en todos los sentidos. Porcentajes muy malos, abuso del tiro, cero movimiento de balón y muy pocos rebotes. Aquí debajo tenéis una tabla con los números de su carrera, además destacar que en la 13/14 era sexto hombre, aumentó sus números en la 14/15 al pasar a titular y ahora juega menos. Simplemente observad y juzgad vosotros mismos.
Más allá de sus malos números lo que más me ha molestado era su actitud. En el último partido contra Oklahoma Phoenix mostró una versión muy mala, pero Markieff fue el peor de todos. Anotó 19 puntos en 33 minutos, segundo máximo anotador del equipo, pero registró un penoso 7 de 20 en tiro. Pero lo más penoso eran sus tiros. Cada vez que recibía no soltaba el balón y se la jugaba, siendo muchos tiros complicados y bien defendidos, sin buscar superioridades o a compañeros con mejor posición para anotar. No mira a sus compañeros, sólo mira el aro y sin entusiasmo. Ha demostrado que tiene buena visión de juego, pero contra OKC no dio ninguna asistencia. Sus asistencias y sus porcentajes son muy malos.
- vs Mavericks: 1-6 en TC, 0 asistencias
- vs Blazers: 6-17 en TC, 2 asistencias
- vs Blazers: 6-17 en TC, 1 asistencia
- vs Clippers: 7-22 en TC, 2 asistencias
- vs Kings: 4-8 en TC, 3 asistencias
- vs Pistons: 9-21 en TC, 2 asistencias
- vs Thunder: 7-20 en TC, 0 asistencias
Puede que sean conclusiones precipitadas, o puede que esté pidiendo un cambio de aires a gritos, haya o no solucionado sus problemas con la franquicia. En la cuenta de Twitter preguntamos a nuestros seguidores qué pensaban sobre el futuro de Keef y los resultados son muy claros.
Vosotros qué pensáis, ¿quiere dejar Markieff Morris los Phoenix Suns?
— The Rise of the Suns (@RiseOfTheSuns) noviembre 9, 2015
Markieff, sinceramente, puedes ser muy bueno. Puedes ser un arma ofensiva increíble para este equipo. Puedes comportarte de una vez como un profesional, hacer una buena temporada, ayudar a la clasificación a los Playoffs y ser clave en los próximos años de los Phoenix Suns. Pero al igual que puedes ser muy bueno, puedes hacer mucho daño al equipo. Ahora mismo, con estos números y una actitud tan lamentable, no te queremos en Phoenix.