Tres dobles-dobles en cuatro partidos es el balance que deja Jared Sullinger en una semana de reafirmación para los de verde que se meten de lleno en la todavía poco definida lucha por los playoffs. Su esfuerzo en la parcela defensiva y su capacidad para cargar el rebote en ambos lados de la cancha consiguen esconder el pobre estado físico en el que todavía se encuentra. Y es que ante la irregularidad de Evan Turner o Amir Johnson y los fallos en el tiro de Isaiah Thomas, el bueno de Jared ha sabido hacerse un hueco (para eso si le vale el físico) y cuajar sólidos partidos para confirmar su titularidad.
Después de alabar al interior más regular del equipo, debo recordar que su anotación está siendo bastante pobre por dos razones principalmente: su mal estado de forma y su mal estado de forma. Ya que ni puede jugar tantos minutos como debería, sobre todo en back-to-back, ni puede usar la mitad de armas que un pívot de su calidad debería emplear en ataque. Los defensores ya le conocen y le cubren adecuadamente, porque saben que si por ejemplo caen en una finta lejos de canasta, van a tener tiempo de tomarse un café antes de recuperar la posición por mucho que Sully intente correr. Por ello sus triples están bien cubiertos y de ahí su mal porcentaje.
Dicho esto, debo darle la razón a Javi, el «Marqués del Despacho», que como ha apuntado en los podcast que ha asistido, cuando el momento es importante, quieres tenerlo en pista. Parece mentira que un jugador relativamente nuevo en la liga esté dando esa sensación de solidez y esfuerzo compitiendo directamente contra David Lee y Tyler Zeller. Han salido rumores sobre el coste de su renovación, y será una de las patatas calientes, a ver cómo lo resuelve Ainge.