En los últimos ocho partidos de temporada, Phoenix Suns promedia 107 puntos por encuentro con un magnífico porcentaje en triples del 40 por ciento, cifras ofensivas de élite en la NBA. El problema es que también promedian 39 rebotes y encajan 113 puntos por encuentro, de las peores defensas de toda la liga. Es fácil, si metes muchos puntos pero te meten más, las cuentas no salen. En estos últimos ocho partidos, Phoenix ha perdido siete.
La temporada comenzó con unos Suns renacidos. El ataque funcionaba muy bien, con unos 105 puntos de media por encuentro y una mejora muy notable en el tiro exterior, tanto en aumento de porcentaje como de intentos. La clave en el inicio fue que por primera vez en tres temporada este equipo defendía, situándose en el top 10 de eficiencia defensiva. También comenzó como uno de los mejores conjuntos en el rebote, top 5 NBA. La defensa de la pintura, comandada por Tyson Chandler, y unas líneas exteriores agresivas con el backcourt Bledsoe-Knight y Tucker hacían las delicias de los seguidores.
Por primera vez desde la marcha de Steve Nash los Phoenix Suns daban sensaciones de ser un equipo preparado para entrar en Playoffs. Su balance de 7-5 del 20 de noviembre era positivo aunque no reflejaba del todo el buen juego de los de Hornacek. Este arranque permitió que RealGM catalogase a los Suns como el equipo joven más eficiente de la NBA.
La victoria ante Denver Nuggets el 20 de noviembre fue el punto de inflexión. Desde entonces Phoenix es una versión parecida a la del año pasado: mucho ataque y nula poca defensa. Varios son los factores que influyen, el primero es obviamente la baja de Tyson Chandler durante estos últimos encuentros por molestias en el tendón de la corva. Sin Chandler la defensa y el rebote funcionan peor. Alex Len tampoco está en su mejor momento, y es que el ucraniano decepciona en este inicio después de un año sophomore realmente bueno. Markieff Morris, como es habitual, sigue con su lamentable juego y peor actitud. Por último está Jeff Hornacek, que parece estar cada vez más fuera del equipo.
Debido a esta mala racha y a la impaciencia del front office de la franquicia por entrar en Playoffs, ya se especuló en los últimos días con que este verano no se renovaría a Jeff Hornacek y que Luke Walton sería el principal candidato. La afición, por su parte, pide cambios o bien en forma de traspasos o bien piden la cabeza de Hornacek. Si en algo coinciden gran parte de los seguidores es en pedir la salida de Markieff Morris para buscar otro ala-pívot de garantías para el futuro del equipo.
La historia de los Phoenix Suns de esta temporada no ha hecho más que comenzar. Con potencial pero inconsistentes, esa es la realidad de un equipo que busca de forma desesperada la postemporada. Sea lo que sea lo que acabe pasando, lo que es un hecho es que este equipo necesita cambios para aspirar a algo más que el pelear por los Playoffs.