
New Orleans Pelicans visitaba el American Airlines Arena de Miami en el siempre especial Día de Navidad, buscando una importante victoria que les ayudara a seguir superando el tremendo bache en el que se metieron a principios de temporada. Los Heat, sin embargo, no estaban dispuestos a dejar escapar la W de su casa en una jornada donde todos los focos se centran en los partidos de una forma especial. Además, si caían derrotados podían volver a bajar hasta la octava posición del Este (eran cuartos antes del partido), mientras que si ganaban empataban con los Raptors en la tercera plaza.
El partido empezó con los Heat muy metidos y en solamente 3 minutos habían obtenido un 7-0, dejando a los Pelicans con 0 de 5 en tiros de campo y moviendo muy bien el balón en el apartado ofensivo, hecho que obligó a Alvin Gentry a pedir tiempo muerto. Tras este, los visitantes se presentaron finalmente al partido, como mínimo en ataque. En defensa, sin embargo, seguían permitiendo canastas fáciles de Miami, con lo que les costaba ir reduciendo la diferencia. Llegaron a ponerse a 3 o 4 puntos en algún momento, pero Hassan Whiteside se hizo el dueño y señor de ambas zonas y terminó el primer cuarto con 6 puntos y 11 rebotes, ayudando a los suyos a finalizar el período de forma brillante y obtener un +12 en el marcador, 15-27.
Poco cambió con las segundas unidades en pista en el inicio del segundo. Miami seguía cómodamente instalado en el liderato y los Pelicans, ahora con Jrue Holiday y Ryan Anderson como arietes principales, intentaban recortar la diferencia sin demasiado éxito. Esa incapacidad de acercarse en el luminoso hizo que Gentry optara por reintroducir en pista a titulares como Anthony Davis antes de lo normal. La estrategia poco a poco iba dando sus frutos y cuando quedaban menos de 4 minutos la diferencia había bajado hasta unos 5 puntos. Así se llegó a la media parte, con Anthony Davis dominando el segundo cuarto como Whiteside había hecho en el primero, y dejando el resultado en un ajustado 38-42.
La igualdad que mostró el final de la primera parte siguió en este tercer cuarto. Sin embargo, Whiteside volvía a estar On Fire tal y como había mostrado en el primer período, con lo que los Heat pudieron volver a ampliar la diferencia hasta la decena. Entonces el alto de Miami cometió la cuarta falta personal y tuvo que marcharse al banco; era el momento de los Pelicans, pero no lo aprovecharon del todo. De hecho, los Heat consiguieron durante esos instantes un parcial de 10-2 que les dejaba un margen cómodo de nuevo en el luminoso. Así se llegó al final de esos 12 minutos, 52-63.
Las defensas estaban brillando por encima de los ataques durante todo el partido, y también sucedería en el último cuarto. Solo había un hombre enchufado realmente en el apartado ofensivo, y ese no era otro que Ryan Anderson. Él solo se encargó de eliminar por completo las diferencias en el marcador con 10 puntos casi consecutivos, pasando de tener una docena de desventaja a empatar con 5 minutos por jugar. En los siguientes dos minutos y medio solamente los Heat anotaron 2 puntos, siguiendo con la terrible actuación ofensiva del partido, por lo que el partido estaba en un pañuelo y quedaba cada vez menos por jugar. Poco después Ryan Anderson, quién sino, daba el liderato a los Pelicans por primera vez en todo el partido. Poco les duró, ya que primero un error defensivo y luego un robó de Gerald Green les dio de nuevo ventaja a los Heat. Eric Gordon anotaría tras el tiempo muerto, y Bosh fallaría su intento a la media vuelta, por lo que con 15 segundos por jugar los Pelicans tenían la última opción para llevarse el partido, que estaba empatado a 78. No lo pudo aprovechar Anthony Davis con un tiro forzado, y el partido se fue a la prórroga.
En la tónica de desacierto y malas decisiones en ataque siguió la prórroga, y tras minuto y medio aún no había anotado nadie. Sin embargo, los Heat movieron mejor el balón durante el tiempo extra, y aunque los tiros seguían sin entrar muchas veces aunque fueran claros, Miami consiguió irse separando poco a poco en el luminoso con Bosh y Wade liderando el parcial. Los Pelicans lo intentaron al final y redujeron hasta 4 puntos la distancia, pero Wade con 4 tiros libres anotados cruciales aseguró que la victoria se quedara en casa en el primer partido de Navidad, 88-94.