Los Milwaukee Bucks, que actualmente cuentan con un balance de 16-19, están rindiendo a un nivel muy por debajo de lo esperado antes del comienzo de la temporada. A pesar de que aún queden 47 partidos para el final de la Regular Season, todo parece indicar que los Bucks verán los Playoffs desde el sofá de casa y no podrán así culminar su evolución de sorpresa la pasada temporada a realidad en esta, hecho por el que muchos apostábamos.
Esta temporada la conferencia Este se ha vuelto mucho más dura de lo que venía siendo durante los últimos años, y un puesto en Playoffs se cotiza al alza. Los Bucks ocupan en la actualidad la decimotercera posición del Este, y con su mismo balance serían décimos en el Oeste, a dos partidos del octavo puesto de la conferencia, que les daría acceso a la postemporada. Con su balance actual, están a 5 partidos de diferencia del octavo clasificado de su conferencia, datos que corroboran la mejoría del Este.
Con este análisis no pretendo decir que las posibilidades de los jóvenes Bucks se hayan extinguido, simplemente reflexionamos posibles movimientos que podrían darse en el futuro, en base al escenario que los de Wisconsin tienen en la actualidad.
Pero no debemos tomar la posible no presencia de la franquicia dirigida por Jason Kidd desde el banquillo como algo negativo. Es cierto que, al comenzar la temporada, el principal objetivo impuesto desde los despachos era que la plantilla (la más joven de la liga) siguiera desarrollándose y progresando, a la vez que aprendían a competir. Durante la temporada los Bucks han logrado victorias de mérito (recordemos que Milwaukee Bucks fue el primer equipo capaz de hacer morder el polvo a los Warriors y que ganó a los Cleveland Cavaliers), pero también han tenido que competir contra equipos que han mejorado mucho en verano e incluso han mejorado las predicciones que tenían asignadas durante la pretemporada.
Es por ello que me atrevo a decir: ¿Tan malo sería que los Milwaukee Bucks no obtuvieran un puesto para los Playoffs 2016, y a cambio obtuvieran un pick alto en el próximo draft con el que continuar la construcción del equipo de futuro que se viene fraguando en Wisconsin desde hace años? Yo creo que no, que incluso sería un movimiento inteligente, siempre y cuando no se caiga en el papel de aspirante permanente a ser el futuro dominador de la liga (o al menos contender).
También creo importante señalar que para que un equipo se construya de manera sólida tiene que saber hacia dónde se dirige, y dotar a los miembros que son parte de él de confianza. Los Bucks parecen tener claro sus líneas rojas de actuación sobre la pista (defensa y velocidad en ataque), aunque esta temporada no se aprecie toda la mejoría defensiva que el equipo mostró la pasada temporada. La directiva está mostrando confianza a sus piezas, en especial a un Jason Kidd que continúa creciendo.
Desde Estados Unidos se apuntan como piezas claves de la «reconstrucción» (o mejor dicho, construcción) de los Bucks a Jabari Parker y Giannis Antetokounmpo. El griego continúa con su mejora. Esta temporada ha dado un paso al frente en el apartado ofensivo y todo parece indicar que, a la tierna edad de 21 años, Giannis puede continuar con su progresión durante los próximos años. Por su parte Jabari Parker ha vuelto de la lesión de rodilla con la misma explosividad en sus piernas que demostró durante los partidos jugados en su año rookie y, por el momento, no ha sufrido molestias ni recaída alguna, y esperemos que siga así. El ex de Duke tiene todo para ser un jugador determinante en el futuro, pero en la actualidad no es capaz de ayudar a su equipo a ganar partidos. Para convertirse en ese tipo de jugador debería de dar un paso al frente, convertirse en el referente ofensivo de su equipo y ayudar más en los tableros.
Las dudas surgen con las piezas complementarias. ¿Qué jugadores deberían mantener los Bucks de cara al futuro? Los Milwaukee Bucks se auto definieron como un equipo basado en un núcleo duro de 6 jugadores, pero ¿quiénes deberían de ser los 4 que acompañen a Giannis y Parker? Parece ser que uno de los fijos es Khris Middleton. El alero es el máximo anotador exterior del equipo y aporta en ambos lados de la cancha. Es cierto que nunca será una estrella de la liga, pero sí es uno de esos jugadores que todos queremos tener a nuestro lado.
Otro que debería continuar formando parte de los Bucks es Greg Monroe. Monroe es el segundo máximo anotador del equipo, máximo reboteador, pero no está rindiendo al nivel que se esperaba del mejor agente libre que la franquicia ha firmado en su historia. Quizás los Bucks no puedan rodearle exactamente de los jugadores que necesita para explotar, pero aún así, deshacerse de él sería mandar una señal de debilidad al resto de la liga. Es cierto que Monroe desea formar parte de un equipo ganador, y cuenta con la opción de salirse de su actual contrato en 2017. Es por ello que puede convertirse fácilmente en carne de traspaso.
Por su parte MCW está mostrando ser un jugador tremendamente irregular, en el cual no se puede confiar (por el momento) para liderar desde el puesto de base un proyecto ganador. Aunque en la actualidad continúa su contrato de rookie y es un jugador con cierto caché en la liga por el que los Bucks podrían negociar. El sexto jugador del «núcleo duro» es John Henson. Un jugador de rotación capaz de lo mejor y de lo peor, pero totalmente prescindible en el supuesto de necesitar crear un pack en caso de alcanzar un acuerdo de traspaso.
Por último, el problema defensivo de los Bucks, que ocupan el puesto vigésimo tercero en puntos recibidos por partidos y son el vigésimo cuarto equipo que más puntos mete (esto se traduce en mala defensa y un pobre ataque), no es simplemente que los jugadores no defiendan como el año pasado, o se hayan relajado. Simplemente responde a la cuestión de cómo la plantilla ha sido planificada. El año pasado con Zaza Pachulia y Jared Dudley en la plantilla, estos sumaban en defensa, siendo grandes jugadores de ayuda en un sistema defensivo y defensores más que correctos en el 1×1. Este año en sus posiciones contamos con Greg Monroe y Jabari Parker, dos jugadores que destacan más por su habilidad con el balón en las manos que por bajar el culo y defender.
En resumen, la directiva de los Bucks, Jason Kidd, y los propios jugadores deberán de hacer los deberes para llegar a construir el equipo que se intuye que pueden llegar a ser. La directiva junto con Kidd debe de detectar los puntos en los que es necesario mejorar para buscar atraer las piezas necesarias en la agencia libre, mediante traspaso o draft. Kidd debe continuar trabajando con los jóvenes como hasta ahora y los jugadores, deben de ser conscientes que sin defensa ningún equipo, repito, ningún equipo, ha ganado campeonatos.