Phoenix Suns, ¿Playoffs o tanking? Fácil decisión

Ryan McDonough aún no tiene claro qué hacer
Fuente: Jeremy Andrews (CC)

Cuando se lesionó Eric Bledsoe a finales de diciembre, muchos ya dábamos por imposible el clasificarse a Playoffs. A pesar del mal juego y de perder a la gran estrella del equipo, cuya baja se nota tanto en ataque como en defensa, los Suns estaban aproximadamente a unas tres, cuatro derrotas de los puestos de postemporada.

A día de hoy todo lo que podía salir mal esta temporada ha salido fatal. Bledsoe se lesiona; Knight no acaba de encontrar una versión regular; Chandler y Markieff muestran el peor nivel de su carrera; y otros secundarios como Weems, Tucker o Len no han dado lo que se esperaba de ellos.

Si bien es cierto, no todo ha sido malo. Bledsoe se mostró, durante el poco tiempo que pudimos verle, como uno de los mejores bases de la liga; Warren y Booker apuntan a grandes jugadores y forman parte del núcleo de reconstrucción del equipo; y tanto Teletovic como especialmente Leuer demuestran que son jugadores válidos para la liga y que encajan a la perfección en el sistema.

Con la baja de Bledsoe el equipo perdió a su mejor anotador y asistente, a su mejor generador de juego. Desde su baja los Suns juegan más lento, anotan menos puntos, tiran peor de tres y reciben más puntos en contra. Es decir, desde la baja de Bledsoe todo es peor. A su baja también se han ido sumando otras, que han ido llenando poco a poco la enfermería de los de Arizona. Alex Len, Ronnie Price, Markieff Morris, Jon Leuer, Brandon Knight, Mirza Teletovic y T.J. Warren se han lesionado desde entonces, y hablamos de hace un mes, casi nada.

A todos los seguidores nos sorprendía el hecho de que este equipo aún no se hubiese movido en el mercado. Es raro, desde luego, por lo menos a primera vista, que un equipo cuyas aspiraciones sean los Playoffs y que, por unos y otros motivos, estando ahora en lo más profundo del Oeste, no hayan hecho ningún traspaso. Lo único que se ha visto han sido los despidos de Cotton y Jefferson y las firmas de Lorenzo Brown y de nuevo Jefferson por un periodo de diez días.

Hace unos días, exactamente el 16 de enero, salían unas muy interesantes declaraciones de Ryan McDonough, GM del equipo, que en Boston ya hizo una muy buena labor con los Celtics antes de llegar a Phoenix.

La decisión principal para nosotros en las próximos cinco semanas, entre hoy y la fecha límite de traspasos, es ¿en qué dirección queremos ir? ¿Queremos tratar de sumar alguna pieza y hacer una carrera para entrar en Playoffs? ¿O queremos mirar más a largo plazo y tal vez añadir un par jóvenes para construir alrededor de nuestro núcleo joven?

Traducción: algún traspaso para intentar a la desesperada entrar en Playoffs o algún traspaso para que sea un hecho el tanking en Phoenix. A nivel personal creo que el tanking es la opción en este caso, pero no porque me guste esta estrategia, sino porque las circunstancias de la temporada han llevado a los Suns hasta este punto. Algo que ya explicamos hace poco pero que dadas las declaraciones de McDonough cabe volver a repasar la situación.

Phoenix acumula un 2-16 de balance desde el 16 de diciembre, el peor récord de la NBA. Su bajón es, con diferencia, el más pronunciado de un equipo y van camino de ser los peores Suns de la historia. Sólo los jóvenes Wolves y los desamparados Lakers están por detrás en la clasificación, pero poco necesitan los de Hornacek para caer por debajo suyo. A día de hoy las probabilidades sitúan a Phoenix llevándose el pick cuatro del Draft 2016 y el equipo está a seis victorias de puestos de Playoffs.

Aquí McDonough se plantea el luchar hasta el final, algo que Hornacek defiende, y es que el ex-jugador quiere que su equipo pelee hasta el último aliento por un puesto de Playoffs, pero ¿merece la pena realmente? Si nos fijamos la gran mayoría de equipos campeones en la historia de la liga se han formado mediante Draft. Sin ir más lejos, los actuales campeones, Golden Sate Warriors. Stephen Curry, Klay Thompson, Harrison Barnes, Draymond Green o Festus Ezeli fueron drafteados por los de la bahía. Después a esos buenos y jóvenes jugadores sumaron a otros vía traspaso y agencia libre, como Andre Iguodala o Andrew Bogut.

Otros equipos, como San Antonio Spurs, perennes candidatos, se han construido bajo los cimientos del Draft. También están los casos de equipos como Miami Heat del big-three o Dallas Mavericks de 2011, formados principalmente en agencia libre, pero aún así todos ellos contaban con estrellas de primer nivel drafteadas por la franquicia, como Wade y Nowitzki.

Conclusión: los equipos se forman a partir del Draft. Ahora mismo Phoenix cuenta con varios drafteados muy interesantes como Devin Booker, que ya bate récords en la NBA, T.J. Warren, Alex Len y Archie Goodwin. Si bien todos cuentan con potencial, también son valiosas monedas de traspaso. Además de Bogdan Bogdanovic, otro drafteado que llegaría en verano, más el dúo Bledsoe-Knight llegado vía traspasos. Se cuenta también con rondas procedentes de Cleveland Cavaliers y Miami Heat, que serán importantes en unos años y tendrán buen valor. Con estas piezas más un pick cinco en camino, ¿para qué forzar esta temporada?

Pocos jugadores de este equipo tienen buen valor de mercado y los que lo tienen son los jóvenes prometedores del equipo. Mientras, Tyson Chandler cobrará 12 y hasta casi 14 millones durante tres temporadas más, todo un lastre para el equipo. McDonough piensa en atacar los Playoffs, me parece bien, ¿pero a qué precio? ¿Piensa tirar por la borda lo bueno que se ha conseguido desde la salida de Nash para intentar, a la desesperada, entrar a Playoffs un año?

Antes que eso McDonough, líbrate del salario de Chandler, que ya ha habido rumores con Boston Celtics u Oklahoma City Thunder, quita de encima a Markieff Morris por, por ejemplo, Terrence Jones, un interior joven que si no está lesionado es una pieza muy interesante para el futuro.

Intentar traer veteranos para entrar en Playoffs y así ser más atractivos en verano para los grandes agentes libres es lo que deben hacer todos los equipos, pero no en todas las condiciones. Los actuales Wolves cometerían una locura si traspasasen algún joven con futuro, como LaVine o Muhamad, para traer un veterano. Con los Suns es lo mismo pero no tan exagerado.

McDonough y Hornacek tomarán una decisión en las próximas semanas y por favor que se decidan por el tanking. Que se decidan por Ben Simmons, Skal Labissiere o Brandon Ingram. Que no cometan una locura, ya que la decisión es fácil aunque el camino de esta temporada esté siendo muy difícil.

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