Los Chicago Bulls llegaban a San Antonio sabiendo que Jimmy Butler no iba a estar disponible debido a precauciones tomadas en su rodilla. Frente a ellos se encontraban los Spurs, haciendo de su casa, una vez más, un fortín que acabaría siendo imposible de conquistar para los de Hoiberg.
Así pues, los Bulls salían a la cancha con un quinteto formado por: Derrick Rose, E’Twaun Moore, Mike Dunleavy, Taj Gibson y Pau Gasol.
Los Spurs por su parte lo hacían con: Tony Parker, Danny Green, Kawhi Leonard, LaMarcus Aldridge y Tim Duncan.
Nada más darse el inicio del encuentro ya se pudo ver perfectamente cuál iba a ser la idea de Popovich: Detener a Derrick Rose, ya que Kawhi Leonard en persona se iba a encargar de defender al base de los Chicago Bulls. Frente a uno de los mejores two-way player como es Leonard, rápidamente se iba a notar la baja de Butler, ya que el alero de Spurs se hacía con 9 tempraneros puntos para alcanzar una ventaja de 17-11 en el primer cuarto, mientras que los Bulls sufrían para poder finalizar jugadas cerca del aro. Se alcanzaba el final del primer cuarto dejando un marcador igualado de 27-27, con Leonard (11) y Rose (6 & 3 asistencias) liderando a sus respectivos conjuntos.
En el segundo cuarto la batalla seguiría siendo de lo más ajustada, con un Rose poniendo en defensivos aprietos a todo un candado como es Leonard, y logrando mantenerse vivos frente al segundo mejor equipo de la competición. Especial mención al gran trabajo que tendría Justin Holiday durante el encuentro, que cada vez se siente más a gusto en estos Bulls (a pesar de tener algún error grave en el último periodo). Llegaríamos al descanso con una ventaja de 47-54 para los locales, siendo Leonard (14) su máximo realizador y Moore por parte de los Bulls con 9, el cual finalizaría otra gran actuación con 4/5 en triples.
Finalizaba el descanso y los Spurs saltaban a la cancha para aumentar la diferencia a dobles dígitos, aunque poco les duraría. Un gran Derrick Rose lograba acercar a los suyos de nuevo, gracias en parte a Moore, y entre ambos lograban reducir la ventaja de dobles dígitos a una de tan solo 4 puntos, dejando el marcador en 60-64. E’Twaun Moore quería seguir ganándose un buen contrato este verano y con otro gran triple lograba dejar a los suyos a tan solo un punto. De aquí en adelante todo iría cuesta abajo para los de Hoiberg. Rose se sentaba a menos de 5 minutos para el final y los Spurs comenzaban a arrollar a los visitantes. Los Bulls comenzaban a cometer errores y los locales se aprovechaban de ello, con un Kawhi Leonard pletórico que seguía anotando desde la larga distancia en un año en que se ha confirmado como uno de los mejores tiradores de la liga. Finalizaba el tercer periodo y los Spurs se alejaban por 10 puntos, 74-84 gracias a 44 puntos conseguidos entre Aldridge y Leonard, y 16 pérdidas que pesaban mucho a los de Illinois.
Comenzaba el último tiempo y con él seguían los errores de los Bulls, que les acabaría costando el partido. Derrick Rose, que estaba teniendo una gran actuación, se vio poco acertado en ciertas acciones en el costado defensivo, propiciando un encuentro bastante cómodo para Tony Parker. Los de Chicago intentaban luchar por mantenerse, pero los Spurs no soltarían el liderazgo en todo lo que restaba por jugar, llevándose el encuentro por 101-109.
El Big Three de Spurs formado por Parker, Aldridge y Leonard (disculpe Mr. Tim Duncan) se combinaría para anotar 75 de los 109 puntos de los Spurs, atrapando también 21 rebotes y repartiendo 15 asistencias (12 de ellas por parte de Tony Parker, que dirigió a su equipo a la perfección).
Por parte de los Bulls fueron Rose, Moore y Gasol quienes se combinaron para sumar 62 puntos que no pudieron evitar la derrota de su conjunto.
Los Chicago Bulls se medirán esta misma noche a los Miami Heat, en el United Center, mientras que los Spurs tendrán algo de descanso para después viajar a Oklahoma y enfrentarse a los Thunder.