Este triunfo coloca al COB 11-14 y deja al Planasa Navarra con 8-16, sin apenas respiro para alejarse de la zona de peligro.
El encuentro estuvo marcado por la excelencia ofensiva de los chicos de Gonzalo García de Vitoria, y por los múltiples errores colectivos de un Planasa Navarra que se acerca al abismo de esta LEB Oro.
Llegábamos a la cita, con dos caras bien distintas entre los dos equipos. Por un lado Ourense, donde quizás no tanto los resultados, pero si las sensaciones en el juego eran de crecimiento. Y por la contra, Planasa Navarra era un equipo lleno de dudas, con individualidades, pero sin trabajo colectivo. Con tan solo, una importante baja en los locales, Jhornan Zamora, baja por lesión, que ponía encima de la mesa otro punto diferenciador, y a valorar, sin Zamora, los Barreiro o Anderes, debían dar su do de pecho, un paso al frente, y demostrar todo su potencial.
Todo ello, se pudo ver desde el arranque del partido de hoy. Desde un inicio, los intangibles, esos elementos demoledores en el juego, que poco a poco va decantando un partido, y que se abrazaron al cuerpo del COB para no soltarlo jamás. En el primer cuarto, los de Navarra se mantuvieron por encima del choque, gracias al acierto exterior de Guillermo Justo, pero los malditos intangibles, eran para los de Ourense, y sobretodo un rebote, que lo dejaba claro, esta noche debía ser de festividad local.
El COB se mantuvo en el partido en ese primer tercio del encuentro, gracias a la buena aportación de Max Salash, quizás en su mejor partido como cobista. Pese a todo, y lo bien que estuviese Salash, el partido no cambió de manos, hasta la aparición del acierto exterior, vital para los de Ourense, con Diego Kapelan y Ander Martinez como protagonistas. Al descanso, los locales habían dado la vuelta al marcador, para un +3 que se intuía realmente corto, visto lo visto por parte de los dos equipos.
En la reanudación, más y mejor para el COB, los de Navarra parecían muertos, y sin elementos de reacción, el acierto exterior que habían tenido por momentos en el primer cuarto, desapareció, y sus estrellas, Yaroslav Korolev y Oliver Arteaga, desaparecidas en combate. Fue el momento, de multiplicar diferencias cobistas, el momento de sacar los fusiles ourensanos, y sobretodo, de convertir una noche mas, en una noche para recordar.
Así, Salash, Kapelan y Ander Martínez no dejaron de anotar, sumar y sumar, aumentando diferencias para los suyos, y de hinchar sus números, un juego donde estos tres jugadores cobistas parecían no tener piedad ante su rival.
Y cuando las cosas no podían estar peor, aparecería un cuarto invitado a la fiesta, Jonathan Barreiro, cuestionado en las últimas jornadas, que en el final de partido, encontraría un oasis de puntos, y un buen golpe de confianza, para seguir creciendo como jugador, y siempre de la mano de sus compañeros. Y demostrar, que sigue siendo esa gran perla del baloncesto español, que todos esperamos que sea.
Al final, Max Salash acabaría con 19 puntos y 8 rebotes, Diego Kapelan con 15 puntos y 3 rebotes, Ander Martínez con 18 puntos y 4 rebotes, y Jonathan Barreiro con 15 puntos. Sin olvidarnos de los famosos intangibles, que esconde el encuentro, y que apuntan a un solo hombre, un Kyle Rowley descomunal en tareas defensivas, con 6 puntos, 6 rebotes y 6 robos.
Con los datos encima de la mesa, sin rebote, sin jugadores clave, superados en lo ofensivo, sin luz en lo defensivo, el partido se convertiría en toda una quimera para los de Navarra, que salieron malheridos de un pazo que hoy disfruto de buen baloncesto, por parte, de su Club Ourense Baloncesto.