Mirza Teletović sentencia a los Wolves desde el triple

Phoenix Suns recibía anoche a uno de sus rivales directos por las últimas posiciones de la Conferencia Oeste, Minnesota Timberwolves, en uno de esos encuentros en que el aficionado piensa que ambos van a buscar la victoria, pero en el que no se puede evitar pensar que si se pierde tampoco pasa nada. Las posiciones de cara a la lotería del Draft estaban en juego, pero también la dignidad de seguir sumando victorias e ir ofreciendo a tus aficionados algo con lo que esperanzarse. Además, el partido también significaba el enfrentamiento de, posiblemente, los dos mejores rookies hasta la fecha en el Wild West, Karl-Anthony Towns y el jovencísimo Devin Booker, el futuro de ambos equipos a no muy largo plazo.

El partido empezó tal y como se esperaba en estos dos equipos tan jóvenes, con un ritmo muy alto, pero también siguiendo las expectativas, las pérdidas e imprecisiones eran habituales, con lo que el marcador no era excesivamente elevado durante estos primeros 12 minutos. Lo que sí era, era igualado. tanto que al final del primer cuarto la diferencia era mínima; ventaja de los locales por 2 puntos, 25-27. Zach LaVine, con 12 puntos, había sido el pilar ofensivo de los visitantes hasta el momento, pero los Suns no se habían amedrentado y a base de juego en equipo se habían mantenido en el partido.

Poco o nada cambió con la entrada de las segundas unidades al empezar el segundo período. La igualdad seguía siendo la tónica, con diferencias para ambos equipos que no superaban apenas los 2 o 3 puntos. Fue mediado el cuarto cuando los Timberwolves, de la mano de Ricky y algunos de sus compañeros titulares que habían vuelto a la cancha, lograron la primera ventaja mínimamente destacable del encuentro, 10 puntos. Así, finalizada la primera mitad esa diferencia se había mantenido y el resultado era favorable a los hombres de Sam Mitchell, 57-47.

Los Suns salieron muy fuertes de los vestuarios y en apenas 3 minutos habían reducido la diferencia prácticamente a nada. A partir de ahí se volvió a la normalidad que había traído el partido durante los primeros 24 minutos. Aunque los Timberwolves se mantuvieron en todo momento por delante, la diferencia volvía a ser escasa, y el período terminó 78-76. Brandon Knight había dado el susto a la afición local al llevarse las manos a la espalda cuando luchaba por un balón suelto, pero afortunadamente pudo volver poco después al partido sin más consecuencias.

De nuevo, los Suns salieron mucho mejor a pista y con un parcial de 11-0 esta vez sí que recuperaron el liderato, con dos triples de P.J. Tucker incluidos. Esta vez fueron los Wolves los que reaccionaron justo a tiempo antes de que se les escapara el encuentro, con un Zach LaVine providencial anotando un par de 2+1 consecutivos y saliendo muy bien al contraataque. Ya con 2 minutos únicamente por jugar, el marcador seguía empatado (98-98). Teletović anotó un triple, pero con 30 segundos KAT puso dentro dos tiros libres para dejar el marcador 100-101. Devin Booker cometió uno de esos errores de rookie, perdiendo primero el balón y cometiendo luego la falta sobre Ricky con 13 segundos; y Ricky no falló. Pero ahí no acabó todo, Booker se resarció y anotó un 2+1 ante un ingenuo LaVine, poniendo de nuevo el +2 para los Suns con 9 segundos por jugar. En una buena jugada ensayada de los Wolves, copia de la que dio ese tiro de 3 a Ricky para vencer a OKC, Wiggins anotó una bandeja que empató el encuentro a 4 segundos del final. Y entonces apareció Teletović, con un triple inverosímil de los que solo él y 4 más saben meter, para poner el +3 en su favor con poco más de un segundo en el marcador. Muhammad lo intentó, pero su lanzamiento no entró y la victoria se quedó finalmente en Phoenix tras un partido muy igualado y lleno de emoción hasta el final, con un marcador final de 104-107.