Hay un jugador de los Denver Nuggets del cual llevamos mucho tiempo sin hablar: Wilson Chandler no ha jugado ni un partido en esta temporada del año uno de la “reconstrucción” de la franquicia de Colorado, debido a la cirugía de cadera del pasado otoño, de la cual se está recuperando más rápidamente de lo esperado.
El jugador, que recientemente declaró vía Twitter cuánto echa de menos el juego, lleva ya varias semanas entrenando con sus compañeros, y recientemente se ha incorporado hasta a los calentamientos pre-partido.
Si los Nuggets se hubiesen clasificado para los Playoffs, muy posiblemente habríamos visto a Chandler en campo ya esta temporada, pero con diez partidos aún por jugar y la post-season lejos cinco victorias, esta hipótesis es muy lejana.
Chandler pasó por el mismo calvario en la temporada 2011-12, durante la cual acabó jugando tan solo 8 partidos.
“Está siendo un camino muy largo;” – declaró el jugador a la prensa local – “a lo largo de mi carrera he tenido varias lesiones, pero ninguna como esta que me mantuviese alejado de la cancha toda la temporada. Sin embargo, esta vez no ha habido ningún contratiempo, todo procede como programado, incluso mejor, me siento bien, la rehabilitación está yendo fenomenal”.
El alero nativo de Michigan está aprovechando las sesiones de entrenamiento y pre-partido para ponerse en forma y estar listo para la pretemporada el próximo otoño.
Hacemos ahora un juego… ¿Qué habría pasado esta temporada con Chandler a disposición de coach Malone?
Es muy posible que los Nuggets hubiesen cosechado 4-5 victorias más con un jugador de la experiencia de Chandler al arquero, sobre todo considerando que también Danilo Gallinari ha tenido dos periodos de lesiones y solo ha disputado 53 partidos hasta el momento.
Chandler habría podido correr en ayuda de Gary Harris en defensa o difundir seguridad a Emmanuel Mudiay durante los primeros meses; en la recién descubierta filosofía defensiva de los Nuggets habría podido intercambiar posiciones con Mudiay, Harris, Gallinari en el perímetro o incluso con Jokić o Nurkić en la pintura.
Sobre todo Chandler habría garantizado a los Nuggets profundidad en la posición de alero, ya que la franquicia ha ido buscando un suplente para Gallinari por toda la temporada, primero con Kostas Papanikolau, luego con JaKarr Sampson y Alex Toupane.
Sí, posiblemente los Nuggets con Chandler estarían ahora luchando para una plaza en los Playoffs, ya que el jugador también habría traído experiencia; pero las lesiones son parte integrante de este deporte, y lo único que hay que hacer es aceptarlas y dar lo máximo para recuperarse y volver más fuertes y con más ganas que antes.
Tanto el GM de la franquicia Tim Connelly como el coach Michael Malone han alabado a Chandler por su ética de trabajo, sobre todo durante el verano, ya que es de los que más en forma se presentan a la reanudación de las campañas en otoño. No tenemos ninguna duda de que así será también este año y para el 2016-17 podremos volver a disfrutar de las habilidades del alero que lleva más de 5 años defendiendo la camiseta de los Denver Nuggets.