«No podemos dar las suficientes gracias (a nuestros aficionados) por aceptar la ruta que hemos tomado en los pasados tres años. Esperamos dar un pequeño salto a un camino diferente el año que viene. Habéis oído la retórica, y es verdad – desde las elecciones del Draft hasta los agentes libres y posiblemente otras cosa donde podemos usar nuestros recursos, la ciudad merece ser recompensada«.
Son las palabras del entrenador jefe de los Philadelphia 76ers, Brett Brown, al final del último partido de la temporada contra Chicago. Un mensaje positivo tras una temporada catastrófica que deja ciertos datos aterradores: la segunda mayor cantidad de derrotas sufridas por un equipo durante una sola temporada en la NBA, toda la campaña sin ganar dos partidos consecutivos e igualando la peor racha de la historia en derrotas tras el arranque de la temporada, tuvieron cuatro rachas de al menos diez partidos perdidos y estableciendo un nuevo de récord negativo de más derrotas consecutivas, con 28.
Pero entre todas estas derrotas y récords negativos, junto con algunos problemas extradeportivos de jugadores como Okafor y bromas por parte de los medios, se ve un atisbo de luz al final del túnel: los Sixers han reunido algunas piezas de calidad para la franquicia. Entre ellas encontramos a un Nerlens Noel que en su segundo año como profesional ha mantenido los buenos números de su primer año e incluso a mejorado los puntos por partido. Otra pieza es Jahlil Okafor, que cuenta con una calidad ofensiva que le puede convertir en uno de los líderes de la liga en este aspecto, pero su defensa deja mucho que desear en este su primer año; sumado a que la incompatibilidad con Noel en la cancha provoca que tal vez este verano alguno de los dos tenga que salir del equipo. Además, cabe añadir otros jugadores que pueden ser muy útiles como segunda unidad, entre ellos encontramos a Robert Covington, Jerami Grant, Hollis Thompson, Richaun Holmes o T. J. McConnell.
«Creo que estamos llegando ahí, pero honestamente solo el Señor sabe que pasará este verano. Tengo mucha fe en (Bryan) Colangelo; es capaz de mover cosas y hacer que las cosas sucedan… Traerá ciertos jugadores que pueden llenar los huecos».
Palabras de Nerlens Noel, que hace mención al nuevo General Manager de los Sixers, que cuenta con unos 60 millones de dólares para firmar jugadores en la agencia libre; al menos tres picks de primera ronda en el Draft 2016 (pueden ser cuatro); con la llegada a la plantilla desde Europa del croata Dario Šarić y, como no, la que debería ser la futura estrella de los Sixers, el center Joel Embiid.
Según Brett Brown:
«Cuando miras lo que nos viene, con elecciones de Draft, Joel, Dario, la juventud del equipo, el nuevo complejo de entrenamientos y la ciudad de Philadelphia, puedes empezar a abrazar algo. No es niebla, no es vapor, es real. Puedes ver lo que puede llegar a ser«.
Es normal que el entrenador Brown hable de un futuro prometedor, salen de tres duros años de muchas derrotas y críticas y, como es normal cuando llega verano, el optimismo frente a la próxima temporada se eleva. Aún recuerdo el año pasado, cuando recién seleccionado del Draft, Okafor decía que podían llegar a PlayOffs, claramente se ha visto que, nada más lejos de la realidad, los Sixers han sido el peor equipo de la liga.
Pero hay que creer y, como es lógico, Brett Brown y los jugadores quieren animar y crear expectativas, nadie quiere oír que el equipo va a seguir perdiendo y mucho menos los que compran los abonos de temporada, pero, por difícil que sea, podemos estar ante el principio del fin de la era de las derrotas. Los PlayOffs la próxima temporada son una fantasía y más ahora que la Conferencia Este ha subido el nivel, pero esperemos que por fin el equipo empiece a carburar y coseche victorias, para que se cumplan los tempos de «The Process».