El director general del equipo de Philadelphia 76ers, Scott O’Neil, aún confía en el proceso del que forma parte desde que los dueños de la franquicia desembarcaron en la ciudad y lo contrataron junto a Sam Hinkie. Pese a la renuncia del General Manager, O’Neil se mantiene en su puesto y vio la llegada de Bryan Colangelo, el hijo de Jerry, a las oficinas de los Sixers para ocupar el puesto de Hinkie.
Sobre los cambios de directivos, Scott se mostró a favor y espera que surja efecto:
«A menudo el cambio es bueno. Este es uno de esos momentos».
Ante esto, el directivo tuvo palabras de elogio para el trabajo de Hinkie, ya que cuando un fan dijo que el futuro de los Sixers era brillante gracias al propio Sam, O’Neil le dio crédito a su ex jefe y apostó a una racha ganadora que debe comenzar a venir en las próximas temporadas:
«Sí, eso seguro. Ahora es hora de construir«.
Construir y proceso, dos palabras que mucho se han oído en la órbita de trabajo de los Sixers, tanto dentro como fuera de la cancha y de las oficinas de la franquicia, algo que a los fans ya no les tiene contentos y están a la espera de resultados.
O’Neil se niega a ignorar las virtudes de Hinkie pese al cambio en la cúpula directiva del equipo, ya que considera que lo que hizo para el equipo fue un buen trabajo y lo tiene en cuenta puesto que en cualquier éxito que pueda llegar en los próximos años Hinkie tiene injerencia. También dijo que vio a Hinkie hace poco y pudo hablar con él: «Está haciendo frente a la situación con una actitud respetable y no está haciendo caso omiso de las preocupaciones de los fans de los Sixers».
Sin duda con las elecciones del Draft que se viene y la agencia libre, los Sixers de los Colangelo (padre e hijo) como referentes, afrontarán una pretemporada de las más importantes desde que los nuevos dueños adquirieron la franquicia y empezar a hablar de «proyecto». Con las decisiones que tomen en la temporada baja, darán indicios de lo que buscarán para el equipo en la próxima campaña.