La primera temporada en la NBA de Emmanuel Mudiay ha sido una mejora constante.
Su tarea no era nada fácil. El base congoleño fue escogido por los Denver Nuggets como séptima elección en el draft 2015, el pick más alto de la franquicia desde Carmelo Anthony en 2003, y con 19 años se convirtió en el base titular de un equipo en plena fase de reconstrucción.
La progresión desde el mes de noviembre, durante el cual promedió 11.6 puntos con 31.1% de acierto (20.8% en triples) al mes de abril, en el cual llegó a registrar 18.8 puntos, con 45.9% de acierto y 35.7% en triples, ha sido sencillamente brutal. El promedio general ha sido de 12.8 por partido.
Mudiay además es el rookie que más asistencias ha repartido en todo el campeonato (5.5), a las cuales añadimos los 3.4 rebotes. Se perfila como jugador que podría en el futuro ser capaz de apuntarse algún que otro triple-doble, pero hay un largo camino en medio y varios aspectos que pulir en su juego.
El entrenador de los Nuggets Michael Malone también se queda con el buen sabor de boca de las últimas actuaciones:
“Emmanuel ha hecho muchos progresos este año y me encanta que haya terminado de forma tan fuerte y positiva”.
Del mismo aviso el GM Tim Connelly:
“Me gusta su capacidad de recuperación; cada vez que ha tenido un periodo de descanso, en diciembre por la lesión y en febrero por la pausa para el AllStar, ha vuelto muy mejorado, así que me espero grandes cosas de él tras el verano”.
Analizando el juego ofensivo de Mudiay, podemos ver como el 43% de sus puntos han llegado en situaciones de pick-and-roll; se trata de un porcentaje enorme y es evidente que el jugador tiene que mejorar en otros aspectos, para variar su juego ofensivo y convertirse en una amenaza más imprevisible de cara a los rivales.
Mudiay ha promediado .641 puntos en situaciones de pick-and-roll, bastante por debajo de la media; esto debido sobre todo a los escasos porcentajes de acierto registrados a principio de la temporada, que luego el jugador ha ido mejorando durante el año.
Las otras dos maneras más comunes de anotar por parte de Emmanuel han sido en transición y en tiros abiertos. Incluyendo las tres jugadas, Mudiay ha tenido 891 posesiones, que han sido el 73% de todas sus jugadas ofensivas; ha tirado el 41% de las veces que se ha encontrado en situaciones de transición, con un .817 puntos por casa posesión en transición, que está por debajo de la media y algo en el cual tiene que mejorar.
Defensivamente también Mudiay se encontró empleado más veces en situaciones de pick-and-roll (34.3% de los casos). No estuvo mal, aunque queda trabajo por hacer en esta faceta. Su problema ha sido principalmente él de mantener el balón en frente a él. No ha sido un gran luchador en la pintura, pero desempeñó un discreto papel en cuanto a robos.
Las pérdidas de balón han sido, desde luego, su principal punto débil, sobre todo a principio de temporada. Mudiay perdió 120 balones tan solo en fase de impostación del juego, cuando manejaba la pelota y tuvo mala decisiones sobre donde pasarla. También la mala costumbre de pasar la pelota saltando le ha llevado a perder más balones y 35 pérdidas se registraron cuando tenía el balón entre sus manos. Es evidente que este aspecto será el primero en el cual el jugador deberá de concentrarse para seguir mejorando.
Otra faceta en la cual Mudiay deberá de crecer, será en definir mejor de cara al aro: registró más de 80 tiros bloqueados, principalmente por soltar el balón demasiado rápido acercándose al o demasiado tarde debajo de ello.
El mejor momento de la temporada de Emmanuel Mudiay fue el buzzer-beater desde medio campo que regaló la victoria de los Nuggets frente a los Philadelphia 76ers el 23 de marzo y que fue escogido por la propia NBA come “Mejor canasta internacional del año”.
El career-high el congoleño lo hizo registrar el 10 de marzo en la victoria de los Nuggets frente a los Phoenix Suns 116-98, con 30 puntos y excelentes porcentajes de realización (13/20 desde el campo y 4/7 en triples).
Mudiay fue convocado para disputar en el partido “Rising Stars” durante el fin de semana de las estrellas en Toronto, que enfrentaba a jugadores estadounidenses e internacionales al primer y segundo año de NBA y su participación fue un éxito, ya que se convirtió en protagonista, realizando 30 puntos y repartiendo 10 asistencias.
El mismo jugador analizó su temporada, confirmando su progresión:
“Tengo aún mucho trabajo que hacer. Estoy contento de cómo he ido mejorando a lo largo del año. Por un lado sentía presión por el hecho de venir aquí y dirigir el juego del equipo desde el primer día. Pero desde arriba los dirigentes han intentado tranquilizarme, diciendo que mi crecimiento era parte de un proyecto más amplio y que llevará un tiempo”.
Cuando el máximo anotador del equipo Danilo Gallinari se lesionó al tobillo a finales de febrero, Mudiay dio un claro paso al frente en la faceta anotadora:
“Siempre he sentido que tenía que involucrarle en el juego; cuando él se quedó fuera, entonces me dije a mí mismo que era el momento de empezar a tomar responsabilidades y sumar puntos, y empecé a jugar más agresivo”.
Y para los próximos años, la joven estrella tiene las ideas claras:
“Tengo que mejorar, ser más agresivo y convertirme en un mejor líder para mis compañeros, tanto en la cancha como fuera de ella. Soy muy joven, tengo un largo camino por delante, pero creo encontrarme en la mejor situación posible para conseguirlo”.
Mucho que mejorar, pero un gran potencial y sobre todo una enorme voluntad y humildad por parte del jugador abren grandes esperanzas hacia su futuro y el de la franquicia.
Salvando las distancias, pero con los números en la mano y ganas de soñar, si Mudiay se convierte en un líder del equipo como quiere hacer, y su entendimiento en la cancha con la otra estrella Danilo Gallinari se hace más estrecho, ¡podríamos ver en Denver una pareja estilo Russel Westbrook-Kevin Durant! Al fin y al cabo, soñar es gratis, y Emmanuel y «Gallo» nos han dado el derecho a hacerlo.