Guillem Vives pone la guinda a un final agónico

Valencia Basket 87-86 Real Madrid
Rocío Jordá (SB)

El Valencia Basket vence en un partido de final de infarto con una canasta en la cual se terminan los calificativos para valorar la increíble acción de Guillem Vives.

Esta noche el Real Madrid ha visitado la Fuente de San Luis en la cual ha salido derrotado por 87-86 con una increíble canasta del base catalán.

El encuentro comenzaba con Guillem Vives, Fernando San Emeterio, Romain Sato, John Shurna y Justin Hamilton por parte del cuadro local y Sergio Rodríguez, Jonas Maciulis, Jerrefy Taylor, Trey Thompkins y Gustavo Ayón por el combinado visitante.

Los taronjas salían comandados bajo la batuta del joven Vives que encontraba a sus compañeros desmarcados con su brillante visión de juego. Fernando San Emeterio y Romain Sato le acompañaban en unos primeros compases marcados por los lanzamientos desde la larga distancia y por la eficacia de Trey Thompkins. Cuando mejor estaba Sergio Rodríguez en ataque, Vives le robó la cartera para correr al contraataque; en la acción encontraría a John Shurna desmarcado y este fue a reventar el aro, pero se llevó un duro golpe de Jonas Maciulis. El ala-pívot de Illinois se tuvo que marchar al vestuario ayudado por el cuerpo médico y posteriormente al hospital, donde se habla de que tiene el brazo roto. Entró Lucic a sustituirle y dejó un tremendo mate para la gradería que animaba sin pausa. Al final del primer periodo los valencianos mandaban por 25-19.

Sato, al igual que cuando se enfrenta a Rudy, estuvo muy motivado desde el comienzo aportando prácticamente en cada acción en la que el balón llegaba a sus manos. Por otro lado, Sergio Llull anotaba triples como churros, con sus dotes tan característicos. Justin Hamilton asumía la responsabilidad en ataque asumiendo muchos de los lanzamientos de su equipo. Su desacierto y desesperación le llevaron a cometer su tercera falta personal al llegar al ecuador del segundo cuarto. Jordi Trias, que apenas suele contar para Pedro Martínez, entraba en pista para sustituirle. El jugador de Girona aportaba frescura a sus compañeros. Viendo el mal momento del Real Madrid, Andrés Nocioni sacó su lado de guerrero-veterano y se llevó una falta técnica. Posteriormente Rudy cometió su tercera falta personal, mientras que Vladimir Lucic nos deleitaba con un nuevo mate espectacular para llegar al descanso 47-45.

Tras el paso de los vestuarios se confirmaba la ausencia de Antoine Diot. El base francés llegaba como duda para esta noche y pudo ayudar durante 5:20 a los taronjas. Vives asumía los galones transmitiendo confianza en su tiro de tres puntos, pero enfrente tenía a un Llull que seguía lanzando sin tapujos. Ante la plaga de bajas interiores de los que visten de naranja, Travis Peterson debutaba por primera vez ante el público de la capital del Túria. Laso, viendo los escasos centímetros en el juego exterior de su rival puso en pista a Luka Doncic. Fernando San Emeterio se echaba el equipo a las espaldas tras ver como los merengues se aproximaban en el electrónico. Rudy Fernández transformaba la última canasta del tercer cuarto para situar un 64-56 favorable a los de casa.

Con la entrada del último cuarto, Sergio Llull cometía su cuarta falta personal y rápidamente protestaba a los árbitros que no dudaron en sancionarle con técnica. El de Maó se sentaba en el banco al estar eliminado por faltas. El Valencia Basket aprovechaba la situación para marcharse por diez tantos de diferencia, pero cuando peor estaban las cosas para el Madrid aparecieron Carroll y Rudy para situar a los suyos por delante a menos de cinco minutos para el final. Romain Sato seguía a lo suyo, trabajando como el que más para que los locales pudieran llegar con opciones al último minuto. El centroafricano lucha por cada rebote como si fuera el último y finalmente el partido acabó en empate. Nocioni tuvo un triple para romper el partido, pero perdonó, al igual que el 1 de septiembre de 2006 en la semifinal ante España.

Sato se marchaba al banco eliminado y Rudy asumía los galones de los blancos. El Chapu tampoco se escondió y aportaba la veteranía necesaria para este tipo de finales de partidos. La fatiga de un equipo corto en cuanto a rotaciones y el fondo de armario de otro, se notaban cada vez más con el paso de los minutos. Los valencianos ahogados físicamente poco pudieron hacer en los instantes finales. El Madrid agotaba la posesión y Vives empataba de nuevo desde la línea de personal. Con 16 segundos por disputarse, los visitantes tenían el balón y Felipe Reyes era el encargado de poner a los suyos por delante pero Vives sentenciaba con una canasta para la historia, poniendo el 87-86 al término del encuentro. Increíble final para unos 45 minutos apasionantes. 

El Valencia Basket se lleva un triunfo agónico en un partido de locos y este jueves se volverán a enfrentar estos dos equipos en la Fuente de San Luis a la misma hora (21h).

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