Efímero pero brillante. Así ha sido el paso de Ioannis Bourousis por el Laboral Kutxa Baskonia. El pívot griego ha reafirmado que es uno de los mejores jugadores de Europa tras proclamarse MVP Movistar + de la Liga Endesa la pasada temporada, gracias al liderazgo que ejerció sobre su club, en todo caso adecuado, y a sus brillantes promedios. Bourousis promedió 12’9 puntos, 7’1 rebotes, 2’2 asistencias y 18’9 en el apartado de valoración.
Además, su andadura por la Euroliga no fue para nada desdeñable, fue elegido en el Quinteto Ideal de dicha competición junto a jugadores del calibre de Malcolm Delaney (Lokomotiv), Nando De Colo (CSKA), Milos Teodosic (CSKA) y Jan Vesely (Fenerbahce). A nivel colectivo, su Baskonia cayó en la Final Four ante el Fenerbahce tras un palpitante partido que se decantó en la prórroga, dejando así al club de Vitoria a un paso de la ansiada y soñada gran final ante el CSKA, que se proclamó campeón.
Se avecina una temporada brillante para el Panathinaikos. Todo comenzó con el fichaje del Ala-Pívot americano de 2’03 metros de altura procedente del Lokomotiv Kuban, Chris Singleton, quien se consagró como uno de los jugadores «top» de Europa tras ayudar a su equipo a alcanzar la Final Four la pasada campaña. Su aportación fue absolutamente esencial, su eficacia promovió una temporada para el recuerdo dentro del club ruso. Además, será otro jugador procedente de los Estados Unidos quien se dirigirá hacia Grecia. Tras disfrutar de una galardonada temporada junto a Ioannis Bourousis (quien continuará siendo su compañero) en las filas del Laboral Kutxa Baskonia, Mike James firmará con el Panathinaikos. Su aportación fue esencial para Velimir Perasovic, quien confió ciegamente en sus espléndidas condiciones atléticas y su más que aceptable capacidad para anotar.
El Laboral Kutxa Baskonia quedará desamparado tras dichas bajas, el Panathinaikos ora al cielo en forma de agradecimiento tras semejantes incorporaciones con sabor vasco. Una temporada apasionante para el baloncesto griego se aproxima, las expectativas están por las nubes, y sinceramente, no es para menos.