Cuando Yogi Ferrell vuelve a ser Yogi Ferrell

El base de los Mavs está sufriendo un retroceso en su juego tras un espléndido febrero

 

Yogi Ferrell tiene problemas para mantener su buen nivel de juego. Nil Alemany (SB)

La carrera de Yogi Ferrell comenzó de forma accidentada en la NBA. El joven base de 23 años no sería uno de los 60 afortunados que escucharon su nombre por la megafonía del Barclays Center de Brooklyn en la noche del Draft. El ex base de Indiana, al igual que otros muchos jóvenes, tendría que buscarse un futuro en las ligas de verano y tener la suerte de poder completar algún roster o caer en manos de alguna plantilla con tiempo y ganas de experimentar con jóvenes por necesidad.

Tras una decente Summer League en la que promedió 8,8 puntos, 1,5 rebotes y 1,8 asistencias en 17 minutos, Ferrell tuvo la suerte que tanto necesitaba, los Nets, un equipo sin aspiraciones y con tiempo para desarrollar a los jóvenes le brindarían una oportunidad en forma de contrato parcialmente garantizado. La ciudad que un mes antes le había cerrado las puertas de la NBA ahora le abría una ventana.

Yogi Ferrell estaba ante su gran oportunidad de labrarse un futuro en la NBA, en un equipo alejado de los focos, sin necesidad de resultados y ganas de conceder infinitas oportunidades a sus integrantes. Brooklyn era el mejor destino posible para un joven con ganas de triunfar.

Debutó en los Nets frente a sus vecinos, los New York Knicks, un equipo con nuevos jugadores y esperanzas de alcanzar las fases finales renovadas. Sus primeros 14 minutos en la mejor liga del mundo fueron discretos, 5 puntos, 3 asistencias y mucha timidez; apenas tres tiros a canasta y pocas ganas de balón. Tras un mes y medio gris en la disciplina de los Brooklyn Nets, Ferrell fue cortado, firmando por su equipo afiliado en la D-League, los Long Island Nets.

En la D-League, Yogi Ferrell mostraría su mejor baloncesto hasta el momento, alejado de todo tipo de focos y presión el base promediaría 18.7 puntos, 2.9 rebotes y 5.8 asistencias. Números que le servirían para lograr una nueva oportunidad, y probablemente la última, en la NBA de la mano de unos Dallas Mavericks plagados de lesiones en forma de contrato de 10 días.

Su nueva etapa en la NBA comenzaría de una forma totalmente distinta, en su primer encuentro con los Mavs, Yogi Ferrel permanecería en pista 36 minutos, anotando 9 puntos y dando 7 pases de canasta, su mejor actuación hasta la fecha en la NBA. A partir de ese momento la fiebre de Yogi Ferrell se extendería por la NBA a lo largo de todo febrero, recibiendo el galardón de Rookie del mes y dejando para el recuerdo sus 32 puntos y 9 triples contra los Portland Trail Blazers.

Su espléndido mes con los Dallas Mavericks le serviría para hacerse con una plaza en el quinteto titular y firmar un contrato de dos años. Se acaban la D-League, los contratos parcialmente garantizados y la incertidumbre de no saber donde estarías el día de mañana, Yogi Ferrell oficialmente había encontrado sitio en la NBA.

La suerte que le había faltado el 23 de junio lo estaba acompañando ahora, la estabilidad había llegado a su corta carrera en la NBA y con ella la relajación. Si los promedios en sus 10 primeros partidos con Dallas fueron de 14.2 puntos, 4.6 asistencias, 3 rebotes y 1.5 robos; en los 10 siguientes bajaron hasta los 10.4 puntos, 4.9 asistencias, 2.3 rebotes y 0.6 robos.

El rendimiento de Yogi había descendido, y con él su aportación en pista, hasta el punto de perder la titularidad en favor de Nerlens Noel. Ferrell está entrando en una espiral negativa que hace dudar sobre cuál es su rendimiento real y lo cierto es que los 7.8 puntos, 3.2 asistencias y 2.2 rebotes que promedia en sus últimas 5 parecen indicar que todavía no ha tocado fondo.

La historia de Yogi Ferrell, ex base de los Indiana Hoosiers, dio un giro de 180º en los últimos meses. De ser una estrella universitaria, formando parte del mejor quinteto de rookies en su primer año, segundo mejor equipo en el segundo y mejor quinteto en sus últimos dos años de la Big Ten Conference. Además de poseer el récord de asistencias de la universidad y ser incluido en el segundo equipo All-American por Sporting News y tercero por Associated Press y la NABC (Asociación Nacional de Entrenadores de Baloncesto). Pasó a no ser seleccionado en el último draft y posteriormente cortado por los Brooklyn Nets, peor equipo de la liga, hasta conseguir un contrato garantizado con los Mavericks. Pero su camino de piedras no acaba ahí, la bajada de rendimiento que está experimentando lo ha relegado al banquillo y amenaza con volver a poner en peligro su continuidad en la liga.

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Comentarios (1)
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  • Jum41

    ¿Rookie Wall? Ya lo creo.