Jamal Murray: Primera temporada y su futuro

Ninguna predicción daba a Jamal Murray número 7 en la última noche del draft, pero la elección de los New Orleans Pelicans por Buddy Hield, abrió la puerta a una posibilidad que los Nuggets no iban a dejar pasar, escogiendo al jugador de la universidad de Kentucky.

En primera instancia se habló mucho sobre cómo iba a encajar en el equipo, los Nuggets necesitaban de un escolta que aportara puntos al equipo, y se veía a Emmanuel Mudiay como el base del futuro. Nadie, absolutamente nadie, contaba con la explosión de Gary Harris, convirtiéndose en el escolta titular indiscutido, y dando lugar a muchas preguntas que se irían respondiendo según el paso de la temporada.

Comienzo seco y con varias dudas

Cuando comenzó la temporada la emoción por ver a Murray dar sus primeros pasos era gigante. Nadie dudaba de sus condiciones y potencial, pero había que ver cómo se acoplaba a la NBA, donde los jugadores son más rápidos y fuertes.

El calificativo de “dudoso” se quedaría corto si quisiéramos describir sus primeros pasos. Con un arranque de 0/18 de campo, las preguntas comenzaban a surgir y las dudas eran cada vez más grandes. A pesar de esto, si hubo alguien que nunca dejo de confiar en Murray, fue el mismísimo Jamal Murray, quien de a poco iba a empezar su camino por la NBA.

Altibajos en confianza y minutos

Dejando atrás el mal comienzo de temporada. El jugador nacido en Canadá comenzó a tener cada vez más minutos y tomando mayores responsabilidades. En el mes de noviembre, Murray alcanzo a jugar 24 minutos por partido, aportando 12,3 puntos por encuentro. Haciéndolo desde la posición de escolta, basaba su juego en su gran tiro de 3 puntos (promediando 42,7% desde esa zona), y tratando de aportar la mayor energía posible desde el banco. En este periodo, gracias a sus participaciones, fue reconocido con el premio de Novato del mes de noviembre. 

Con el correr del tiempo, el equipo no jugaba bien, y sin duda eso afecto a todos. De un momento para otro, en diciembre y enero las dudas volvieron, el entrenador Malone no podía entregarle un rol constante durante el transcurso de la temporada, y Murray no se sentía para nada cómodo en cancha. Noches jugando de escolta y otras de base, algunas veces jugando 20 minutos y otras solamente 5, todas estas intermitencias causaban confusión no solo en el jugador, sino también en el equipo entero.

En estos dos meses bajo su cantidad de minutos y sus porcentajes notablemente. El hecho de que fuera un jugador conocido por su capacidad anotadora, y que promediara solamente 7 puntos por partido, causo que sus minutos siguieran bajando, al igual que su confianza.

All-Star como punto de partida a una futura estrella

El 17 de febrero llego, e iba a ser crucial para el resto de la temporada. Jamal Murray iba a no solo participar en el Rising Stars Challenge, sino también coronarse con el MVP del encuentro. En solamente 20 minutos el jugador de los Nuggets iba alcanzar los 36 puntos y liderar la victoria de su equipo en el encuentro. Sobre este juego, Murray dijo:

“Estaba tirando como normalmente lo hago. Trataba de no pensar en el MVP o los puntos que hiciera, solamente estaba jugando. No lo pensaba dos veces, cada vez que recibía tomaba los tiros que quedaban”

A partir de este momento, todo iba a ser lugar de mejora para Murray. El All-Star le iba a dar la confianza suficiente a él, y al resto del equipo, para encarar el último tramo de la temporada de la mejor manera.

La segunda mitad de febrero y el mes de marzo iban a dar lugar al canadiense para demostrar sus habilidades. El entrenador Malone volvió a darle la confianza que merecía, y Murray respondió. En un nuevo rol como base, mostro ser capaz de liderar un equipo, tanto anotando como asistiendo, aumentando su frecuencia con el balón, y mejorando sus resultados y los del equipo.

Tras una larga pelea con los Trail Blazers, el equipo de Denver quedo a nada de meterse en los playoffs con 5 partidos por jugar. Esta situación no fue mal aprovechada por los Nuggets, que utilizaron este tramo final para darle minuto a los más jóvenes, quienes no iban a decepcionar.

En los últimos 7 partidos restantes de la temporada en abril, Murray promedió 15,1 puntos y 5 asistencias en 33 minutos por juego. Dentro de estos partidos el canadiense demostró que su juego no tiene un techo y puede alcanzar lo que sea si trabaja para hacerlo.

Sobre el final, los últimos partidos de Murray de la temporada deberían dejar a los fans de los Nuggets muy contentos con su futuro. En los últimos 4 juegos tuvo su primer doble-doble, y dos partidos donde alcanzo 27 y 30 puntos, suficientes para ser el máximo en su corta carrera en la NBA.

Predicción para el año que viene

El verano que viene será muy interesante para los Nuggets, quien tienen uno de los márgenes salariales más grandes en toda la liga. Muchos nombres rodean a la franquicia de Colorado, pero ninguno debería de ser una amenaza para la proyección de Murray. Tim Conelly, el gerente general de los Nuggets, tiene bien claro que el tiempo de los Nuggets es en el futuro. Jokic y Harris con solamente 22 años y Murray con 20 recién cumplidos, son los pilares de un equipo que va a pelear por todo, por lo que no hay que apurarse.

Seguramente sea el mismo Murray quien termine siendo el base titular de los Nuggets, pero ante la gran cantidad de jugadores en esa posición y en la de escolta (Harris, Nelson, Mudiay, Barton, Beasley) sus minutos no aumentaran en una cantidad muy grande.

Predicción temporada 2016-2017:

Seguramente, en este segundo año tendremos la posibilidad de ver a un Jamal Murray mucho mejor que el de la primera temporada. Días atrás, salió la información que estuvo la mayor parte de la temporada luchando con una hernia, la cual una vez solucionada este verano, no será más un problema y podrá concentrarse solamente en su basketball.

Para esta siguiente temporada, Murray tendrá que trabajar en sus porcentajes de campo, donde tuvo problemas en su primer curso en la NBA, tirando solamente un 40,4% de campo.

Una mirada hacia el futuro

Jamal Murray tiene absolutamente todo para convertirse en una estrella. Como base, puede anotar de todas las maneras, finalizando cerca del aro, de media distancia y con su mejor arma, el tiro de 3 puntos. También, en los últimos partidos de la temporada, demostró ser capaz de ser un buen pasador alcanzando su primer doble-doble, y promediando 5 por encuentro en el mes de abril.

En el costado defensivo, llegó a la liga con una mala reputación, la cual de a poco se fue tachando con grandes participaciones en este lado, alcanzando a promediar 2,1 robos para liderar al equipo en el último mes.

Solamente él sabe que jugador se convertirá en el futuro, pero si sigue trabajando como lo ha hecho en el primer año, será una de las estrellas de la NBA.