Hace aproximadamente un mes, Kristaps Porzingis provocaba más tensión en la franquicia de New York Knicks si era posible, se saltaba la reunión de final de temporada con el equipo, debido al malestar que le genera la dirección y gestión del conjunto neoyorquino. Pero recientemente, Phil Jackson, presidente de operaciones de la franquicia, y quien fuera el encargado de elegirlo en la noche del Draft, se reunió con su representante y hermano mayor del juzgado, Janis Porzingis.
La reunión buscaba paliar las asperezas que surgieron desde aquella «plantada» del jugador. Pero los avances no fueron muchos. Phil y Janis hablaron de la permanencia del jugador en la franquicia y también se planteó la situación de crear un entorno en el que el letón se pueda desarrollar, crecer como jugador y ganar.
Al parecer Porzingis no puede hacer mucho sobre su futuro, con Phil Jackson apegado con su filosofía buscando aumentar la influencia sobre el cuerpo técnico, y adaptar los entrenamientos y sesiones de formación entorno al aprendizaje del triángulo ofensivo.
Aunque estadísticamente incrementó sus números, la producción Porzingis por minuto temporada pasada fue más o menos la misma que su campaña de novato. Durante los dos primeros meses, Porzingis jugó como un All-Star y los Knicks se posicionaban en playoffs. Pero luego se tensó el tendón de Aquiles y la temporada empezaba su cuesta abajo en medio de la confusión sobre el sistema ofensivo, la defensa, el futuro de Carmelo Anthony, la disponibilidad de Joakim Noah y la desaparición de Derrick Rose.
Cabe destacar que la llegada de Derrick Rose el verano pasado no terminó siendo totalmente positivo para el ala-pívot europeo. Por un lado perdía su relevo defensivo, Robin López, con quien se emparejó bien, y segundo es que con Rose en cancha Kristaps tenía menos la pelota en sus manos.