Marreese Speights llegó a la disciplina de Los Angeles Clippers el pasado verano para cubrir el escaso juego interior que poseían los angelinos en ese momento en el banquillo. El pívot, campeón de la NBA con Golden State Warriors en 2015, firmó un contrato de un año por el mínimo de veteranos (1’4 millones de dólares) e incluía una cláusula con opción de jugador para ampliar su contrato por una temporada más por la que el jugador se llevaría un total de 2’1 millones de dólares, pero ya se ha confirmado que ha decidido rechazarla para probar suerte en el mercado de verano.
Speights ha decidido no acogerse a su opción de jugador de cara a la temporada 2017-2018 con Los Angeles Clippers, por lo que se convertirá en agente libre sin restricciones a partir del mes de julio, con la intención de convertirse en un nuevo refuerzo en cualquier equipo candidato al título, dónde pueda ofrecer minutos de calidad saliendo desde el banquillo.
En este momento Speights se encuentra en la misma situación contractual que los dos grandes referentes de Los Angeles Clippers, Chris Paul y Blake Griffin, y atraerá el interés de varios equipos que necesiten rellenar la presencia de jugadores interiores, pero puede que su intención sea la de volver a firmar con el equipo de Doc Rivers pero con un contrato superior, tal como ya hicieron la temporada pasada jugadores como Austin Rivers o Jamal Crawford.
Speights jugó por primera vez durante su carrera los 82 partidos de temporada regular y obtuvo unos promedios de 8.7 puntos y 4.5 rebotes, convirtiéndose junto a Jamal Crawford en una de las claves del banquillo, con su 37’2% de acierto desde más allá de la línea de tres puntos.