El trasfondo de la marcha de Parsons

Un preacuerdo en el fichaje de Howard

Dwight Howard Chandler Parsons Houston Rockets SomosNBA

Según Clutch Fans, un medio norteamericano que se encarga de cubrir todos los pasos dados por la franquicia de los Houston Rockets, el fichaje de Dwight Howard por la franquicia texana estuvo en todo momento supeditado a que los Rockets no igualaran ninguna oferta que recibiera el alero Chandler Parsons durante este verano y le dejaran marchar en 2014.

Al parecer, el agente que comparten Howard y Parsons (Dan Fegan) quería que Dwight Howard recalara en los Dallas Mavericks el verano pasado ya que,  le une una estrecha amistad con el dueño de los Mavs, Mark Cuban. Esto chocaba con el interés de su representado de jugar para los Rockets.

Al parecer, al producirse el choque de intereses, Fegan presentó una lista de deseos a la directiva de los Rockets para que estos pudieran hacerse con los servicios del pivot originario de Atlanta. En esa lista de deseos/exigencias se encontraba que los Rockets dejaran marchar a Parsons durante la agencia libre de este verano de 2014, en lugar de ejercer la «team option» por la que los Rockets podrían retener al jugador durante su último año de contrato. Sino ¿qué motivo tendrían los Rockets para dejar marchar a un jugador del nivel de Parsons sin oponer ningún tipo de resistencia, teniendo la opción de retenerlo hasta el próximo verano cobrando «solamente» 950.000$ durante la temporada 2014-15?

Esto responde al interés de Fegan de que su representado, con un rol cada vez más importante dentro de la liga, no jugase otra temporada con un salario tan bajo, completamente por debajo del valor de mercado del jugador. Al parecer, los Rockets accedieron a la petición del agente de Howard para así cumplir su deseo de incorporar al 7 veces All-Star, a su roster.

Podría tratarse solo de otro capítulo de rumores de la lucha que están protagonizando tanto Mark Cuban como Daryl Morey durante este verano. Pero, si nos paramos a pensar, todo encaja y todos los involucrados habrían salido ganando con el trato, y más si tenemos en cuenta los siguientes hechos:

– Los Rockets ya habían mostrado su interés por el pívot de los Lakers, llegando incluso a ofrecer varios traspasos que la franquicia angelina desechó. Semanas antes de que Howard se convirtiera en agente libre, Chandler Parsons despidió al que entonces era su agente Mark Bartelstein para poco después contratar a Dan Fegan, el mismo agente de Dwight.

Al no ejercer la opción de renovación sobre Parsons, los Rockets perdieron 2 millones de dólares de espacio salarial pese a que ese verano su principal objetivo era conseguir adquirir una tercera estrella ofreciéndole un contrato máximo. Algunos equipos incluso son capaces de intercambiar rondas del Draft por menos espacio salarial que ese, por lo que parece extraño que los Rockets, con el objetivo de firmar un jugador por el máximo, renuncien a esa cantidad de dinero a cambio de nada.

– Ese mismo verano de 2013, Chandler Parsons se convirtió en el mejor reclutador de jugadores para un equipo, llamando y mandando mensajes a Dwight todos los días, según reporta la revista Forbes. Pese a que la llegada de Howard beneficiaba mucho al equipo, ahora es más lógico pensar que Parsons no lo reclutó por altruismo sino por su propio beneficio.

La noticia de que los Rockets no ejercerían la renovación del alero y que se convertiría en agente libre restringido salió a la luz un mes antes de que el equipo tejano anunciara su decisión.

– En una entrevista en una radio local, el presidente de operaciones de la franquicia de Houston Daryl Morey fue preguntado si no haría las cosas de otra manera tras tener que rechazar la cuantiosa oferta de Dallas. Morey respondió con un críptico:

«Muchas cosas intervienen en esas decisiones, muchas más de las que la gente conoce».

– Sentido común. Si los Rockets no veían a Parsons como una tercera estrella para la consecución del campeonato, no tiene sentido firmarle para ser su apuesta a largo plazo sin tener perfectamente pactada la llegada de otra estrella. Si los Rockets hubieran firmado este verano a Bosh, podrían perfectamente haber renovado el año que viene a Parsons por el máximo gracias a sus derechos Bird sin importar como se encontraran salarialmente. Además, si hubieran optado por no querer renovarle y pagar el lujo, tendrían toda una temporada para poder traspasarlo al ser su contrato una auténtica ganga.