Brooklyn se desmorona ante el oficio de unos mermados Miami Heat

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Estadísticas completas del partido

Brooklyn Nets y Miami Heat se volvían a ver las caras tras la semifinal de conferencia que disputaron ambos equipos la pasada temporada, saliendo victoriosos en aquella ocasión los de Florida, por un contundente 4-1. Ninguno de los dos equipos atravesaba su mejor momento, habiendo perdido en los últimos tres partidos, por lo que vencer en este partido era capital para los de Lionel Hollins y Erik Spoelstra.

Los Heat llegaban sin dos sus estrellas, Dwyane Wade, que se perdía así su tercer partido consecutivo, y Luol Deng, baja por un esguince en su muñeca derecha. Para mas complicación, su otro gran baluarte, Chris Bosh, viene atravesando un bache importante de juego, habiendo promediado poco más de 10 puntos y 5 rebotes en las últimas 3 derrotas del equipo. En el lado positivo, Danny Granger debutaba por fin, tras haberse perdido los 10 primeros partidos.

Los Nets por su parte acarreaban su propio set de problemas. El equipo ha practicado un juego mediocre en su gira por el Oeste, con una circulación de balón muy deficiente y una aportación del banquillo casi nula.

Deron Williams era el encargado de tomar las riendas del partido para los locales, anotando los 7 primeros puntos de su equipo, aunque sin poder alejarse en el marcador. Tras estos primeros compases, parecía que Brooklyn recuperaba el olvidado juego en equipo, anotando Joe Johnson (2)  y Bojan Bogdanovic sendos triples, pero Miami se mantenía en el partido gracias a la poca intensidad defensiva de los locales. Aún así, quedaba claro que sin LeBron ni Wade, los de Spoelstra no tenían la entidad mostrada en visitas anteriores. 21-19 para los locales al final del primer cuarto.

Los visitantes no comenzaban bien en la reanudación, cometiendo dos pérdidas en sus dos primeras posesiones y permitiendo que Brooklyn abriera la primera brecha, 27-19. Spoelstra se veía obligado a pedir su segundo Tiempo Muerto de la noche, tras errar sus jugadores los últimos 7 tiros. Y su equipo reaccionó, más por el caótico juego local que por sus propios aciertos. James Ennis devolvía las tablas en el marcador, 29-29, con un portentoso mate al contraataque. Hollins paraba el partido y metía en pista a los titulares, que respondían con 5 puntos consecutivos, recuperando el mando del marcador. La poca aportación de Bosh lastraba a Miami, que no conseguía encontrar fluidez en su juego. Por fortuna para ellos, Brooklyn no lo hacía demasiado mejor, manteniendo el marcador ajustado al final del segundo cuarto, 43-38, y demostrando el porque de las tres derrotas consecutivas para ambos conjuntos.

Tras el descanso, susto para los neoyorquinos, ya que Deron Williams chocaba rodilla con rodilla con Norris Cole en una penetración, doliéndose visiblemente. Afortunadamente no pasó del dolor inicial y el jugador pudo continuar sin aparentes dificultades. Más allá de este contratiempo, el partido transcurría entre las pérdidas y los errores en el tiro. Mario Chalmers, sin duda el mejor de su equipo hasta ese momento, devolvía la igualdad al luminoso, 45-45. Y si Chalmers era el mejor de Miami, Bogdanovic era sin duda el guía de los Nets, anotando 2 triples consecutivos que lo ponían con 15 puntos. Pero de nuevo resurgían los visitantes, esta vez de la mano de Norris Cole. El partido se había vuelto muy inestable, con constantes alternancias en el marcador, y era Miami quienes conseguían su primera diferencia destacada del partido, 51-60, tras un nuevo contraataque finalizado por James Ennis. Hollins volvía a detener el partido, mostrándose visiblemente molesto al dirigirse a sus jugadores. La defensa local hacía aguas y sólo la inteligencia en ataque de Bogdanovic mantenía vivo a Brooklyn. 64-70 para Miami al final del tercero.

El último cuarto comenzaba con un Jarrett Jack agresivo en ataque, dirigiendo y anotando. Los de Hollins reducía la diferencia a 5 puntos, pero en ningún momento daban sensación de solidez o de juego en equipo, obligando al entrenador a devolver a Williams y a Johnson, desaparecido desde el primer cuarto, a pista. Los minutos pasaban y ningún equipo daba señal de mejoría. Miami seguía al frente, 74-80 a falta de 7 minutos para el final, merced a la renta ganada en el tercer cuarto. De nuevo era Jack el encargado de desatascar el juego de Brooklyn, que seguía fallando tiros libres a un ritmo para nada habitual hasta este partido. El partido volvió a entrar en una fase de intercambio de errores, un espectáculo nada agradable para el espectador. Brooklyn seguía adoleciendo de una de sus carencias principales, el rebote, cosa que aprovechaba Miami para anotar un triple tras tres rebotes ofensivos en la misma jugada. 78-84 y Hollins que volvía a parar el partido con menos de 3 minutos por jugarse. Chalmers ponía el +7, 80-87, en el marcador con un 2+1. El tiempo transcurría y Brooklyn seguía sin encontrar vías de anotación. Para colmo, y ante la impotencia del público del Barclays Center, Bosh anotaba un nuevo triple, el segundo de este cuarto, para poner la puntilla al partido. 80-91 con 1:23 por jugarse. La frustración se podía palpar en el ambiente, especialmente en un Brook Lopez incapaz de encontrar su ritmo de juego. El partido finalizó entre los silbidos de la afición local, la mirada perdida de Deron Williams y un Lionel Hollins cubriéndose la cara con las manos, incapaz de mirar el desastre del juego de su equipo.

83-95 para Miami, que salen del bache de resultados a costa de unos Nets que quedan muy tocados a la espera de uno de los partidos más morbosos del año, la visita de Jason Kidd y Milwaukee Bucks este mismo miercoles.

El mejor de Miami, y del partido, fue Mario Chalmers, con 22 puntos, 11 de ellos desde la línea de tiro libre. Precisamente ha sido esta faceta uno de los factores desequilibrantes del encuentro. Brooklyn se quedó en un 16/26 desde la línea, mientras que Miami anotó el 89% de sus intentos, 24/27.

Por parte de los locales, desastre generalizado, con el único toque de optimismo encarnado en la gran, y eficiente, actuación de Bojan Bogdanovic: 22 puntos y 8/11 en tiro, incluyendo 4/5 desde el triple.