El día en que Zach LaVine le robó el protagonismo a Kobe Bryant

Minnesota Timberwolves 120 - 119 Los Angeles Lakers

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Sorprendente victoria de los Minnesota Timberwolves en su visita al Staples Center, en lo que podríamos denominar el derbi del foso, en el que se decidía el colista del Oeste, por lo menos de momento. En un partido donde los locales, Los Angeles Lakers, no supieron hacer buenas sus ventajas durante el partido, y donde Zach LaVine se destapó como un gran anotador, ante los ojos de todos, y quizás también ante los suyos propios.

Un partido que Lakers llegaban como grandes favoritos, no por el baloncesto que vienen practicando sino por quien era el rival, el penúltimo clasificado, y porque llegaba con importantes bajas, como las ausencias de Ricky Rubio y Nikola Pekovic, los californianos debían llevarse este choque de manera solvente.

Pero todo partido de baloncesto es un complicado puzzle difícil de resolver, y pronto los Lakers se dieron cuenta de todo esto ante unos Timberwolves, que llegaban con piel de cordero, pero que no tardaron en morder.

El partido fue un toma y daca entre los dos equipos, bien es verdad que los locales tuvieron algunas buenas ventajas, que desde luego no supieron aprovechar. Pero los Timberwolves tiraron de algunas buenas actuaciones individuales que les mantuvieron vivos en el partido.

Llegados a este punto es donde debemos destacar la aportación de Zach LaVine, uno de los rookies de los de Minnesota, se marcó el mejor partido de su carrera, anotando 28 puntos. Una marca que LaVine no había conseguido ni en NCAA, y por supuesto, mucho menos en la NBA.

Las facilidades de Lakers en defensa son tantas y tan variadas, que jugadores como LaVine son capaces de destaparse ofensivamente, y poner los focos encima de ellos, aunque sea por una sola noche. En próximos encuentros, veremos si el potencial físico de LaVine es capaz de seguir por estos fueros, o simplemente estos 28 puntos solo han sido un espejismo impregnado por las facilidades californianas.

Evidentemente Timberwolves no fue solo LaVine, y encontró sus pequeños oasis ofensivos en jugadores como Thaddeus Young, firmaría 22 puntos esta noche, o Mo Williams, que acabaría con 25 puntos 11 asistencias, el mejor de la noche aunque los focos miren hacia otros lados.

Pero para explicar la victoria de estos Timberwolves ante Lakers, sólo podemos recurrir a los últimos instantes del encuentro. Lakers venían de regalar una ventaja de 8 puntos en el tercer cuarto, y convirtieron el partido en una moneda al aire, que pudo caer para cualquier lado.

Así es como, Lakers llegaba con una última posesión perdiendo de 1, tras unos tiros libres de Thadeus Young que daban ventaja a los de Minnesota. Evidentemente, esa última jugada iba pasar por las manos de Kobe Bryant, como así fue. La ‘Mamba Negra’ venía de empatar el partido hacía una posesión, con una jugada maestra ante la desesperación defensiva de Andrew Wiggins, y quería dar una victoria a los suyos con una canasta sobre la bocina, los focos del planeta basket se posarían de nuevo sobre el.

Así es como Lakers, sacaban a media pista, Kobe recibía el pase de Wes Johnson a 2 segundos para el final, la ‘Mamba Negra’ se elevaba desde la línea de tres puntos, y con toda la tranquilidad del mundo, su par había quedado en un bloqueo anterior, fallaba el triple que hubiese dado la victoria a Lakers.

Kobe Bryant, había sido el jugador, que más y mejor, lo había intentado en Lakers, firmaria un 26 puntos 5 rebotes 5 asistencias 5 robos. Lo que significa un nuevo récord para Kobe, sólo otros dos jugadores de más de 36 años lo habían conseguido un +26+5+5+5 con 36 años o más antes, Michael Jordan y Karl Malone para ser más exactos.

Al lado de Kobe, poco o nada, por esa la derrota presente, pasada y las que están por venir para los púrpuras. Esta noche, la ofensiva púrpura no fue un problema, pero la defensiva lo fue y muy grave. Hubo claridad en ataque, con Jeremy Lin, con 18 puntos 11 asistencias 4 rebotes, y con Nick Young, Wes Johnson y Carlos Boozer, viendo aro con facilidad. Pero los Timberwolves se aprovecharon de la decadente defensa de Lakers.

La decimotercera derrota de Lakers convirtió al Staples Center en todo un congelador, esos 2 segundos eternos en el último tiro de la Mamba, fueron llenos de luz, el Staples se levantó, se cantaba la canasta ganadora, su error dio frío, quitó esperanza. Quizás los tiempos han cambiado, el pasado fue fructífero, pero el presente dice que Lakers es el peor equipo del Oeste, con derrota ante los Timberwolves en el Staples incorporada.