Marcus Smart está derribando el «Rookie Wall»

Su progresión es cada día más evidente

Foto: USA Today
Foto: USA Today

La temporada sigue avanzando en Boston y con ella, el crecimiento de los jugadores más jóvenes que han de ser el futuro de esta franquicia una vez asumido el proceso de reconstrucción de la misma. Si hace una semana analizábamos cómo Jared Sullinger parecía cada día un poco mejor, creciéndose especialmente en los momentos calientes del partido, y en los enfrentamientos contra los mejores jugadores de la liga, hoy le toca el turno al rookie en el que más esperanzas han depositado los aficionados verdes, Marcus Smart.

Con ya transcurrida más de la mitad de la temporada, este es el momento en el que empieza aparecer, según los expertos, el llamado «Rookie Wall», es decir, el muro de los rookies. A su entender, aquellos rookies que han empezado de manera óptima la temporada, ven cómo sus actuaciones y estadísticas llegan a un punto en el que comienzan a resentirse a causa del cansancio y el cambio que supone la llegada a la NBA.

Pero, bien sea por el buen manejo de la situación por parte de Stevens, o por las condiciones extra-deportivas que han allanado (la salida de Rajon Rondo, principalmente) el camino al jugador, Marcus Smart no está solo manteniendo su progresión, sino que la ha incrementado con respecto a lo que se esperaba de él a su llegada a la mejor liga del baloncesto del mundo. Repasemos lo que decían sobre él este verano en palabras de Mike Smith, uno de los analistas de Draft más prestigiosos

«Smart se gana la vida dentro de la pintura, donde él disfruta del contacto y llega a la línea de tiros libres unas diez veces cada 40 minutos, mientras que acaba el 57% de sus tiros cerca del aro en la media cancha. El papel que jugará en la NBA parece estar bien definido, ya que ées muy bueno en la transición y en el pick and roll, y es más que capaz de crear tiros para sí mismo y los demás, algo que parece haber mejorado en en su segundo año año».

Como ya analizamos aquí, Smart no está utilizando aún el que era su mejor arma en ataque: la penetración a canasta, a causa de la lesión que tuvo a comienzos de la temporada. Por ello, era de esperar que el juego del base se resintiera, aunque solo fuera en cuanto a su aportación ofensiva. Pero nada más lejos de la realidad. ¿Por qué? Repasemos lo que se decía sobre su tiro exterior:

En el lado negativo, Smart todavía tiene un tiro en suspensión muy inconsistente, algo que en realidad no ha mejorado desde su primer año. Su mecánica de tiro deja mucho que desear, ya que se sumerge la pelota con violencia, y se desvanece hacia adelante y, a veces de lado hasta su liberación. Eso no sería un problema tan grande si Smart no intentase tantos tiros de este tipo como hace, casi la mitad de sus intentos de gol de campo llegaron desde más allá del arco, y él anotó solamente el 30% de ellos, además, mucho de ellos son intentos sobre la bocina.

Resulta que su deficiencia en el tiro exterior era algo conocido por todo aquel que siguiese la liga universitaria, pero nadie había realizado un análisis tan profundo de las causas como su entrenador, Brad Stevens. Si Smith ya apunta que Smart realizaba muchos tiros sobre la bocina, Stevens apunta a que estos tiros forzados son los que realmente bajaron los porcentajes del jugador (declaraciones que recogimos aquí), mientras que en los que realiza en condiciones óptimas de partido suelen acabar en canasta en un porcentaje bastante alto.

No solo el entrenador es el que apoya esta teoría, sino que el propio Marcus Smart se defiende sobre su mala fama como tirador exterior recurriendo a este mismo argumento:

«En la universidad hice un montón de malos tiros porque yo estaba en un equipo en el que tuve que tenía que ser yo el que lanzase un montón de malos tiros», según recogió Marc D’Amico. «Aquí, tengo que recibir muchos balones abiertos y solo lanzar los buenos.»

Y la realidad es que las estadísticas están dando la razón tanto al entrenador como al jugador, puesto que Smart está siendo uno de los rookies más efectivos del último lustro desde la línea de tres puntos. Haciendo el más sencillo de los análisis, Smart está anotando el 36,5 por ciento de sus tiros de tres. Para hacernos una idea de su nivel de tiro, está siendo más eficiente que jugadores ya contrastados y que juegan en su misma posición, como es el caso de Jeff Teague, Kyle Lowry, Kemba Walker, Eric Bledsoe, John Wall y Derrick Rose.

Analizando un poco más profundamente cómo son sus tiros (datos tomados de NBA.com), Smart anota el 43,7 por ciento de sus triples en situaciones de «catch and shot« (coger y tirar), y con el 42,4 por ciento cuando el defensor más cercano está a menos de un metro de distancia.

John Wall 2010-11 29.6%
Eric Bledsoe 2010-11 27.6%
Kyrie Irving 2011-12 39.9%
Brandon Knight 2011-12 38.0%
Kemba Walker 2011-12 30.5%
Damian Lillard 2012-13 36.8%
Victor Oladipo 2013-14 32.7%
Michael Carter-Williams 2013-14 26.4%
Trey Burke 2013-14 33.0%%
Marcus Smart 2014-15 36.5%

No solo esta tirando de una manera que nadie podía suponer a estas alturas de su carrera, sino que su propio estilo de juego ha evolucionado y, por tanto, cambiado desde su época colegial. Ya repetimos hasta la saciedad que no estaba penetrando como en el colegio, pero esto se hace aún más evidente si miramos el gráfico de abajo, donde se analiza desde dónde está tirando.

MarcusSmart
Cuadro: NBASavant.com

Los promedios se disparan si solo tenemos en cuenta los datos de 2015. Así, desde el inicio de este año, Smart está anotando el 42.9% de los triples intentados, con 16 de los 18 triples anotados por Smart en este mes de enero llegando en situaciones de coger y tirar, siendo sus posiciones favoritas las esquinas y la parte superior del arco. Esta ha sido su tendencia toda la temporada, lanzando 71 desde la parte superior del arco (la que está enfrente al tablero) y 26 desde las esquinas (datos de Basketball Reference).

Como dato sorprendente, apuntar que esta tirando desde la cabeza del arco en un 70% de las ocasiones, un 40% más que la media de la liga.

En definitiva, cada día hay más datos y sensaciones que nos hacen estar más seguros de que Marcus Smart es una buena base (o un buen base) sobre el que inciar la reconstrucción de los Boston Celtics.