Rondaba el día 7 de enero cuando durante en un encuentro contra los Minnesota Timberwolves (el cual acabó ganando Phoenix por 113-111) , Marcus Morris comenzó a gritar de forma muy agresiva a su entrenador Jeff Hornacek.
Según se pudo saber, Morris se disgustó por el hecho de que Hornacek le recriminara una falta técnica que le había sido pitada, tal y como se pudo observar, Morris perdió totalmente el control y tuvo que ser frenado por sus compañeros. A pesar de que este incidente fue retransmitido por la televisión nacional, la organización decidió no sancionar a Marcus de ninguna forma.
Alrededor de tres meses más tarde, los Suns verían como las posibilidades de clasificarse a los PO se desvanecían en forma de derrota frente a los Dallas Mavericks por 107-104 el día 8 de abril.
Aunque no lo parezca, ambos hechos tienen una directa relación entre ellos.
Jeff Hornacek llegó hace dos años al banquillo de los Suns, proveniente de los Jazz, se hizo rápidamente una pieza clave de la organización cuando consiguió que un equipo, el cual había sido pronosticado a conseguir un total de 15 victorias en toda la temporada, se quedase a tan solo una victoria de los PO. Tal fue su gesta, que quedó segundo en las votaciones a entrenador del año, llevando a los Suns a un récord de 48-34, consiguiendo 23 victorias más que la campaña anterior.
La forma en la que dirigía al equipo era perfecta para un conjunto lleno de jóvenes jugadores que necesitaban aprender. Rara era la vez en que dejaba ver sus emociones, siempre portando una sonrisa en la cara, y siendo en ocasiones más un observador, que un entrenador. Y es que, aunque no lo parezca, esa actitud conseguía que los jugadores se llenaran de confianza, incluso cuando cometían errores.
¿Una pérdida de balón? No importa chicos, seguid trabajando.
¿Varios tiros consecutivos fallados? No importa chicos, seguid tirando si estás abiertos.
Esto es lo que se puede esperar que dijese Hornacek a sus jugadores siempre que estos se encontraban en momentos difíciles a mitad de partido, dándoles el espacio y la confianza que necesitaban, siempre con una sonrisa en la cara.
Esta actitud funcionó durante el primer año. Sin embargo, el equipo ha crecido y ha evolucionado, y el récord de este año no ha sido lo que se esperaba, un 39-43 hace que ésta sea la segunda temporada negativa de los últimos 3 años.
«Creo que entendieron que quizá no fue el mejor de los años, pero se puede aprender de él e ir a por el siguiente,» Dijo Hornacek acerca de la temporada.
Es tan importante que el equipo aprenda de este año, como que el propio Hornacek lo haga. En una temporada en que en ciertas ocasiones el equipo se negaba a realizar las jugadas que diseñaba, o que estaba más predispuesto a discutir con los árbitros que jugar con todas sus energías, puede que un cambio de mentalidad por parte de Hornacek ayude a solucionar muchos de los problemas que el equipo ha padecido esta temporada.
¿Una pérdida de balón? Despierta, no podemos permitirnos esos errores ahora mismo.
¿Varios tiros consecutivos fallados? Parad las individualidades y pasad el balón, hay que crear jugadas en equipo.
Éste es el tipo de entrenador que los Suns necesitan ahora mismo. Alguien autoritario que sepa controlar a los jugadores, y es que los incidentes como el de Marcus con Hornacek, además de todas las técnicas que el equipo ha recibido, son sólo pequeñas muestras del inapropiado desarrollo de los jugadores más jóvenes.
Mucho se ha hablado también de la falta de liderazgo en el equipo, además de la falta de capacidad de los jugadores para comunicarse en la cancha. Y es totalmente normal que se hable de cosas así. Pero, ¿cómo podemos esperar que los jugadores se muestren autoritarios en la cancha, y con capacidad para hablar los unos con los otros, cuando su propio entrenador no ha mostrado semejantes características a día de hoy?
Ha habido una frase que ha estado justificando los últimos dos años del equipo, y es la de que los Suns son un equipo joven, y en desarrollo. Algo así, tras tres años desde el inicio de la reconstrucción del equipo, es totalmente inaceptable.
«Eso de decir que somos jóvenes, creo que debe terminar, y simplemente hemos de dar un paso más,» Dijo Brandan Wright durante una entrevista.
Con esto no hemos de caer en el error de pensar que Hornacek es un mal entrenador, para nada. Jeff es un buen entrenador, sin embargo, si se mostrase algo más expresivo y apasionado con los jugadores, podría llegar a ser un gran entrenador.
Por supuesto que los jugadores han mostrado su afecto incondicional por su entrenador, pero, ¿le respetan como tal? Son conceptos totalmente diferentes. El cambio de actitud que pueda o no tener Hornacek para la temporada siguiente puede representar un gran salto de calidad para el equipo, u otro año más sin playoffs.
