Remar para morir en la orilla

Una temporada que nadie podía esperar, ese es el pensamiento de mucha gente en OKC tras la no clasificación del equipo a los Playoffs, por primera vez desde el 2009.

Entre otras cosas, Oklahoma City vio como los miembros de la plantilla se perdían un total de 220 encuentros por lesión, pero en esta temporada también vimos la gran explosión de Russell Westbrook y su capacidad para dirigir al equipo.

Ya en la última semana de pretemporada comenzaron los problemas, Kevin Durant se fracturaba su pie derecho y se perdería, al menos, la primera mitad de la temporada. Los problemas se multiplicaban cuando en el primera partido de la temporada era Russell Westbrook el que se fracturaba la mano, lesión que lo mantendría apartado los dos primeros meses de competición.

A estas dos lesiones clave hay que sumar las lesiones de otros compañeros como Perry Jones o Jeremy Lamb (que contaba con bastantes minutos en el primer tercio de la temporada) que llegaron a dejar a la plantilla de los Thunder con solo 6 jugadores disponibles en algún partido.

En estos primeros dos meses de competición fue donde el equipo fue totalmente a la deriva, llegando a colocarse como últimos de la conferencia Oeste. El equipo carecía de un sistema de juego más allá de pasar el balón a sus estrellas y que estas decidan, por lo que, la ausencia de los buques insignia de OKC dio lugar a muchas derrotas.

Este difícil momento de la temporada coincidió con un bajón en el rendimiento de Serge Ibaka, posiblemente superado por tener todo el equipo a sus espaldas.

Pero en este periodo no todo fue negativo a pesar de haberse distanciado tanto de los puestos altos de la conferencia. A lo largo de toda la temporada, el equipo ha demostrado su gran capacidad para competir en todos los partidos, llegando a finales igualados en la mayoría de ellos. Pero, también es en este momento en el que pudimos ver uno de los mayores problemas (además de las lesiones) que terminaron de condenar al equipo. En toda la temporada, solo un partido (contra Wizards) el equipo ganó tras tener la última posesión estando por detrás en el marcador.

Pero llegamos a la segunda etapa de la temporada, los rumores de la vuelta de Russell Westbrook y Kevin Durant se dispararan y los aficionados de los Thunder comienzan a ilusionarse con una posible remontada.

El primero en regresar fue Russell Westbrook, fiel a su potente juego sin parecer importarle haberse fracturado la mano meses atrás. Una semana después regresó Kevin Durant y la mejoría (en resultados, no en juego) de los Thunder se hizo evidente y comenzaron la remontada a los puestos de Playoffs.

Pero Kevin Durant se encontró con el problema que, para muchos, es la razón de la mala temporada de los Thunder. KD continuaba perdiéndose partidos por molestias en el pie que se había fracturado, pero conseguía realizar grandes partidos gracias a su facilidad para anotar.

Como antes mencionamos, el juego de los Thunder continuaba sin mejorar. Llegaron a ser el peor equipo en número de asistencias por encuentro, demostrando la inexistencia de un juego ofensivo colectivo, por lo que, partidos contra equipos de la parte alta de la clasificación solían terminar en derrota.

En este momento se produce un traspaso inesperado para los Thunder, Dion Waiters llegaba a Oklahoma City a cambio de prácticamente nada en un intercambio a tres bandas con Cavaliers y Knicks. El escolta se hizo rápidamente con el puesto en los Thunder, llegando a desplazar a Reggie Jackson en la rotación.

Finalmente el equipo llegaba al fin de semana del All-Star muy cerca del octavo puesto y con sus estrellas sanas (en teoría). Pero algo raro ocurría, Kevin Durant afirmaba que no quería jugar muchos minutos en el partido de las estrellas, por lo que vio que Russell Westbrook conseguía el MVP del all-star desde el banquillo la mayoría de minutos.

Una semana más tarde los Thunder anunciaban que Kevin Durant sería sometido, de nuevo, a una cirugía en su pie derecho, pero que la lesión no sería de demasiada duración.

Llegó el último día de traspasos y Oklahoma City Thunder estaba en el centro de todos los rumores, sobre todo, en los relacionados con el traspaso de Brook Lopez de los Nets, el cual parecía cerrado. Finalmente Sam Presti volvió a sorprendernos haciendo que llegasen antes de la fecha limite Enes Kanter, Kyle Singler, DJ Augustin y Steve Novak.

Aquí se puso fin a la relación entre Reggie Jackson (que sería traspasado a los Pistons) y los Thunder, quizás el mayor fracaso de Sam Presti esta temporada. El general manager de OKC llegó a declarar al inicio de la temporada que harían todo lo posible por retener a Jackson y que no se volvería a repetir el “caso Harden”. El tiempo demostró que no eran más que palabras.

En este momento, Russell Westbrook tomó el mando y se convirtió en el mayor foco de atención de la NBA a base de triple-doble. El base lograba cuatro triple-doble de forma consecutiva llegando a promediar un triple-doble durante más de dos meses.

Desde el All-Star Westbrook explotó, el base de Oklahoma City Thunder colocó al equipo en la octava posición al mismo tiempo de que remontaba en las clasificaciones estadísticas a marchas forzadas.

En este periodo de la temporada, el juego de los Thunder mejoró notablemente su juego colectivo gracias a la irrupción de un Enes Kanter que se compenetraba a las mil maravillas tanto con Ibaka como con Westbrook.

Pero a falta de poco menos de dos meses para el final de la temporada regular dos noticias sacudían Oklahoma City, Kevin Durant era baja indefinida y Serge Ibaka no volvería a jugar en lo que restaba de temporada regular tras haberse operado la rodilla.

Este golpe fue definitivo, a pesar de que el mismo día de conocerse el adiós de KD a la temporada OKC superaba a los Hawks de forma aplastante en el que sería el mejor partido de los de Brooks en toda la temporada, pero esta no fue más que un espejismo.

La defensa sin Ibaka hacía aguas, haciendo inútiles los grandes partidos en ataque de Westbrook, Kanter y un Anthony Morrow que se convertiría en el mejor en porcentaje de triples desde el all-star superando el 50% de acierto.

Los problemas defensivos dieron lugar a cinco derrotas consecutivas que permitieron ponerse a los Pelicans por delante a falta de una semana para terminar y, a pesar de que el equipo continuó remando como toda la temporada, no fue suficiente y los Thunder quedaron fuera de los Playoffs.

Los Thunder ya están de vacaciones y solo piensan en volver a los puestos que les corresponden la próxima temporada.

JUGADORES A DESTACAR

 LA ESTRELLA: Rusell Westbrook

A pesar de lo duro que ha sido este año, lo más positivo ha sido la gran explosión del base de los Thunder. Westbrook supo tomar las riendas del equipo con la ausencia de Kevin Durant convirtiéndose en uno de los candidatos al MVP de la temporada regular. Westbrook ha pasado de actor secundario a protagonista a lo grande consiguiendo ser el máximo anotador de la temporada, cuarto en asistencias por partido y segundo en robos de balón.

La próxima temporada volverá a tener a KD e Ibaka a su lado, con la duda de si podrá mantener el nivel de esta temporada, pero ello no evita que los seguidores afronten la próxima temporada con ilusiones renovadas.

PROMESA: Enes Kanter

Desde su llegada a la ciudad de Oklahoma ha sido uno de los mejores jugadores del equipo. En ataque ha supuesto un gran cambio respecto a su antecesor, Kendrick Perkins, y su buena compenetración con Serge Ibaka (mejoró sus números con la llegada de Kanter) despierta muchas ilusiones en la pareja interior. Recientemente ha declarado que le gustaría renovar con los Thunder.

Debe mejorar en su defensa, su mayor debilidad y en la que debe trabajar junto con Serge Ibaka, del que podría aprender mucho.

 SORPRESA: Anthony Morrow

El tirador llegó sin hacer mucho ruido este verano, con fama de buen tirador pero sin tener muchas esperanzas puestas en él. El ex jugador de los Pelicans fue ganándose ser el sexto hombre del equipo poco a poco, mejorando sus porcentajes según avanzaba la temporada. Su mejor versión llegó tras el All-Star tras el que superó el 50% en tiros de tres y convirtiéndose en el mejor en porcentaje de acierto en triples de toda la NBA desde el fin de semana de las estrellas.

A este nivel Morrow cubre una necesidad de los Thunder desde hace muchas temporadas, la necesidad de un tirador desde la larga distancia que permita abrir la pista.

 DECEPCIÓN: Dion Waiters

Llegó por sorpresa en un traspaso a tres bandas con Knicks y Cavaliers llegando como el candidato a competir con Reggie Jackson por ser el sexto hombre del equipo. El ex de Cavaliers se integró rápidamente en la mecánica del equipo, llegando a ganarle la partida a Reggie Jackson. Pero el paso de los partidos dejó claro que Waiters no es lo que llamaríamos un jugador de equipo. En cuando cogió confianza no paró de lanzar cada balón que pasaba por sus manos y, en muchas ocasiones, dando unos porcentajes de tiros de campo paupérrimos (maquillando sus porcentajes con algunos grandes partidos), además de romper el ritmo del equipo en muchas ocasiones. Le queda mucho que mejorar pero podría convertirse en una pieza clave, calidad no le falta. Precisamente esta es la razón por la que lo situamos como la decepción, porque a pesar de no ser el peor, sabemos que tiene talento para hacerlo mucho mejor.

 FACTORES POSITIVOS Y NEGATIVOS

POSITIVOS

A pesar de la mala temporada podemos sacar algunos factores positivos.

La química de equipo. A pesar de los malos resultados, en ningún momento se ha filtrado ningún tipo de problema entre los jugadores, es más, desde OKC se ha hablado siempre de lo unido que ha estado el vestuario, con Russell Westbrook como piedra angular.

Mejora de la plantilla. A pesar de que el equipo ha perdido a Reggie Jackson podríamos decir que OKC ha mejorado su plantilla. Los problemas en la pintura (al menos en ataque) parecen llegar a su fin. Con todos sanos, los Thunder cuentan con tres buenos interiores (Ibaka, Kanter y Adams). A pesar de que DJ Augustin no es Reggie, sí que aporta algo diferente a lo que da Westbrook, algo que no ocurría con Jackson. Waiters debe mejorar en su juego colectivo pero su calidad está más que demostrada, necesita centrarse y darse cuenta de que debe jugar en equipo y será una pieza importantísima.

 NEGATIVOS

El nivel táctico. A pesar de que la temporada ha estado marcada por las lesiones (de las que hablaremos más adelante) no sirve de excusa para el nivel tan bajo de juego. Los Thunder son un equipo totalmente anárquico, sin ningún tipo de orden táctico, por lo que la ausencia de Kevin Durant ha hecho ver los graves problemas en esta área. El culpable está claro, Scott Brooks, que en siete años al frente de los Thunder no ha mejorada nada, ni ha creado jugadas finales alternativas a pasarle el balón al jugador que va a lanzar de tres de forma desesperada.

Las lesiones. La gran lacra de esta temporada. Desde días antes de comenzar la temporada empezaron a dar graves problemas al equipo. En las primeras semanas ya habían caído Durant, Westbrook, Perry Jones… hasta el punto de que el equipo había llegado al límite de jugadores disponibles y la NBA le permitió contratar a Ish Smith para completar la plantilla. Pasados varios meses, y llegando a ser últimos en la conferencia, volvieron la mayoría de jugadores, pero el respiro fue muy breve. Tras el All-Star, KD no volvería a jugar y a falta de un mes para el final, Serge Ibaka se opera la rodilla dejando huérfana la defensa de los Thunder, algo que terminó por condenarlos.

 OPINIÓN Y VALORACIÓN

Una temporada dura en la que la mayoría han sido momentos muy negativos y dando la sensación del final de un ciclo en Oklahoma City. Pero hay que estar tranquilos y pensar en la siguiente temporada. Con todos los miembros de la plantilla sanos, el quinteto titular sería Westbrook – Waiters/Roberson – Durant – Ibaka – Kanter con jugadores como Morrow, Adams, Lamb (si el entrenador decide, por fin, darle la oportunidad) o Augustin, una plantilla que puede dar mucho que hablar en la temporada 2015/2016.

A pesar de las lesiones, está claro que el año tanto en juego como en resultados ha sido malo, como único punto positivo la gran garra demostrada por los jugadores.

 NOTA FINAL: 4