James Young: “Estoy mejor preparado para mi segundo año”

El tirador no ve la hora de demostrar sus progresos

Hace un año el ex Kentucky no sabía el impacto que podría tener en la NBA, y por una razón o la otra (lesiones y falta de continuidad) el oriundo de Michigan no pudo demostrar todo lo que en potencial tiene según los especialistas.

Poseedor de un buen tiro en suspensión y una excelente mano para el lanzamiento de tres puntos, Young no ha podido plasmarlo con la camiseta de los Celtics como si lo ha hecho en la liga de desarrollo con los Maine Red Claws, con los que ha promediado 21.5 pts. 4.8 reb. y 1.5 robos con un 44.2 % en tiros de campo y un excelente 46.3% más allá de la línea de tres puntos.

Después de su primer año reconoce que no estaba a la altura de las circunstancias en lo físico. Todavía es muy joven, pero el hecho de tener que lidiar contra jugadores más experimentados y de una corporalidad superior limitó su juego tanto mental como físicamente.

Este James Young que vemos prepararse para su primera Summer League (no pudo participar el año pasado tras sufrir un accidente automovilístico que le produjo una lesión en el cuello) no es el mismo de hace un año atrás. Ha ganado casi 20 libras de peso y se encuentra entrenando en Waltham junto a Marcus Smart desde que finalizó la temporada.

Se lo ve más seguro de sí mismo, él cree que esta experiencia tanto en Salt Lake City como en las Vegas, será su trampolín para realizar un buen training camp que le permita ganarse la confianza de su entrenador para la próxima temporada en Massachusetts.

“Esta es la primera vez que siento que mi ética de trabajo es la correcta. Estoy tratando de jugar duro y demostrar que puedo jugar de la mejor manera”.

Esto es parte fundamental para su desarrollo como jugador y parece que ha oído a sus compañeros que le advirtieron varias veces que debía mejorar en este punto de vista para poder sacar todo su potencial.

Con los Celtics jugó 31 partidos y promedió 3.4 puntos por juego, con un porcentaje de tiros del 35,3 % y un muy bajo 25.8 en triples. Solo pudo llegar a las dos cifras en anotación frente a Charlotte el 5 de enero pasado, cuando encestó 13 pts con un 5-7 de campo.

“Mi confianza sufrió altibajos la temporada anterior, fue una cuestión más mental que física”.

Dice que eso ya no va a ocurrir que está más fuerte que nunca de la cabeza y que está yendo por el lugar correcto para mejorar su juego en todos los niveles

“He dejado de lado todo el contacto con los medios de comunicación con las redes sociales, solo esto preocupado por mejorar día a día sin importar lo que piensen los demás”.

Ha ganado peso para poder explotar su juego en penetración que era una de sus marcas en el básquet universitario. La temporada anterior rara vez se lo vió desafiar a sus defensores en el uno contra uno y por eso ha trabajado en su cuerpo.

“Estoy usando más mi cuerpo para crearme juego con las penetraciones en la pintura”.

Este crecimiento en lo físico y mental es algo que el cuerpo técnico de Brad Stevens tenía en cuenta, más cuando estamos hablando de un chico de tan solo 19 años. Jay Larrañaga el ayudante de campo de Stevens y entrenador de Young en la Summer League pone las cosas en perspectiva al hablar de un chico que tiene que crecer en todos los aspectos del juego:

“Muchos de estos chicos llegan a la liga muy jóvenes, y se empiezan a sentir con más confianza a partir de que van cogiendo la experiencia suficiente para saber cómo trabajar para que las cosas funcionen. Su crecimiento es más fuera de la cancha que dentro de ella”.
“El (por Young) está yendo por el camino correcto para lograrlo”.

El hecho de incrementar su masa corporal le ha dado un empujón anímico:

“Yo sentía que chocaba y rebotaba contra mis rivales. Eso no va a pasar más. No quiero volver a sentir esa sensación”.

Young tendrá su primer examen en el día de mañana cuando comience su periplo por las canchas de Utah, enfrentando justamente al equipo local, en el inicio de las actividades de verano para los Boston Celtics.

“Estoy realmente bien, no tengo lesiones, siento mi cuerpo más fuerte que nunca”. “No veo la hora de poder entrar a la cancha. Yo sé lo que pasó el año pasado. Ahora tengo la chance de entrar y demostrar todo en el la cancha”.

Hay muchas esperanzas puestas en él y el tirador no quiere defraudar a nadie, está mejor que nunca en lo físico y quiere demostrar que ha aprendido la lección impartida por sus compañeros y cuerpo técnico el campeonato pasado.