El precedente del caso DeAndre Jordan
Nuggets y Suns vivieron algo parecido hace 16 años
Todo el mundo conoce ya la frenética batalla de emoticonos que dio lugar ayer en Twitter, con motivo de traer de vuelta a DeAndre Jordan a Los Angeles Clippers (algo que parece que consiguieron). A pesar de que se había comprometido a firmar con Dallas, parece ser que todo el bizarro espectáculo de ayer le hizo cambiar de opinión, no dejándolo en un muy buen estatus en Tejas probablemente.
A pesar de lo sonado que puedo resultar todo el culebrón de ayer, como para casi todo, hay un precedente. Debemos remontarnos al año 1999, cuando el reconocido PF, Antonio McDyess, se convirtió en agente libre restringido tras el lockout de ese año. McDyess había sido traspasado antes de la temporada 97-98 de los Denver Nuggets a los Phoenix Suns, pero llegó a un acuerdo para volver a unirse a Denver tras finalizar el lockout. Al igual que le ha ocurrido a DeAndre, se encontraba bastante indeciso sobre con qué equipo firmar, y llegó a llamar a su compañero Jason Kidd para que le aconsejara.
Sin embargo, los Nuggets tomaron medidas drásticas para asegurarse de que McDyess no cambiaba de opinión.
Por la noche, Kidd, junto a sus compañeros de los Suns, George McCloud y Rex Chapman, tomaron un avión y volaron hacia Denver en mitad de una ventisca.
McDyess lo narraba así:
«Yo estaba viendo un partido de hockey de los Colorado Avalanche, y no pensaba firmar hasta que llegaran.«
En aquel entonces, Dan Issel era tanto el GM como el entrenador de Denver, y dado que era consciente del plan de rescate organizado por Kidd, se encargó de organizar a la seguridad y a los vendedores de las entradas para que no se le permitiera la entrada al McNichols Arena ni a Kidd ni a ninguno de sus compañeros.
«Había una ventisca afuera, y no les dejaban entrar en el estadio. Los dejaron fuera con toda la nieve. Eran tiempos locos.» Dijo McDyess.
McDyess, siendo fiel a si mismo, decidió acceder al acuerdo verbal que había organizado con los Nuggets y siguió jugando con ellos por cuatro temporadas más. Sin embargo, siempre le ha quedado un amargo sabor de boca en relación a esa noche.
Todo esto, tanto la situación DeAndre como la situación McDyess, demuestra que todos los jugadores pueden cambiar su decisión en última instancia, y también, que los equipos serán capaces de hacer lo que sea, y usar cuantos recursos hagan falta con tal de conseguir lo que se proponen.
La única diferencia entre ambos casos, es que ayer estuvimos regularmente al día debido a toda la secuencia de emoticonos que nos dejaron los jugadores por Twitter, mientras que cuando Kidd se quedó fuera del estadio en mitad de una ventisca, no existía Twitter al que poder enviar emoticonos con forma de copo de nieve.
Sólo el tiempo podrá decir si Jordan ha tomado la decisión correcta, o si por el contrario se queda un amargo sabor de boca a la larga al igual que le ocurrió a McDyess.