El último tiro al aro de Shawn Marion
Despedimos a uno de los aleros defensivos más completos
Si hablamos de la historia del baloncesto, un momento que revolucionó el juego es el origen del tiro en suspensión en la década del 30′, aquella habilidad de elevarse sobre el resto de la humanidad y mediante un quiebre de muñeca dirigir el balón en una parábola perfecta hacia el aro. Perfeccionado con el tiempo, mediante el estudio de lo que conocemos como la mecánica de tiro, ha llegado a su punto más sublime en manos de jugadores como Ray Allen, Kevin Durant o Stephen Curry verdaderos artistas del lanzamiento. Pero como sucede normalmente, hay algunos que se salen del libreto, tipos calificados como extraños; tipos como Shawn Marion, verdaderos autodidactas incomprendidos que nunca escucharon consejos y prefirieron hacer sendero propio. El resultado, el tiro más feo de la historia, el lanzamiento del conejo, que rompe todos los principios: equilibrio, posición del balón, extensión del brazo, seguimiento con la vista, etc. ¿Qué es lo que pensamos cuando lo vimos por televisión una y otra vez? ¿cómo puede entrar eso, cómo es posible? es cierto hay otros que quizás son aún peores, Kidd Gilchrist y Joakim Noah entre ellos, verdaderos herederos de algo difícil de superar. Mirado desde esta óptica, sucede una paradoja, mirado una y otra vez adquiere una inusual belleza, hasta diríamos que lo vamos a extrañar con el tiempo.
¿Podíamos comenzar de otra forma esta suerte de homenaje a Shawn Marion si no era comentando su tiro?
Sólo una mecánica de tiro tan extraña podía eclipsar números tan incontestables y hasta el momento nunca alcanzados por otro jugador. En 16 años de NBA y en 1.062 partidos alcanzó a convertir más de 15.000 puntos (17.700), atrapar más de 10.000 rebotes (10.101), poner más de 1.000 tapones (1.233) y encestar más de 500 triples (791). Estos números lo convierten en uno de los jugadores más completos que hemos tenido la suerte de ver, lamentablemente también es uno de los más infravalorados, tanto como Fat Laver, Bernard King o Alex English. Nunca fue la estrella principal de un equipo, nunca tuvo la prensa de otros, y siempre lo acompaño ese lanzamiento en suspensión que se robaba todas las miradas. En opinión de muchos, uno de los aleros defensivos más completos de la década y posiblemente con el tiempo merecedor de un espacio en el Hall de la Fama y una camiseta retirada en los Phoenix Suns o Dallas Mavericks.
Inicios, adaptación a la NBA y nacimiento de «The Matrix»
Nació en una familia modesta a las orillas del Lago Michigan y creció jugando al baloncesto, inspirado en convertirse en un profesional a la altura del mítico Reggie Miller de los Indiana Pacers, del cual adoptó más tarde el número 31 en su espalda. Esa inspiración le acercó hacia la Vincennes University de Indiana, donde en sus mejores años universitarios firmó una media de 23,5 puntos, 13,1 rebotes y 2,9 tapones. Consciente de un futuro prometedor como jugador profesional, buscó un lugar que lo pudiera posicionar mejor de cara al draft de la NBA, es así como tomó sus maletas y se fue a jugar a los Runnin’ Rebels de la Universidad de Las Vegas donde bajó un poco sus números pese a liderar a su equipo con 18,7 puntos y 9,3 rebotes por partido.
Su buen rendimiento universitario le valió para ser electo por los Phoenix Suns en la 9ª elección del draft del año 1999, equipo en el que el entrenador era Danny Ainge, quien luego del draft señaló:
«Es todo lo que estamos buscando. Si pudiera disparar como Dell Curry, tendríamos un Michael Jordan en nuestras manos.»
En un comienzo intentaron cambiar su tiro para colaborar con su adaptación a la NBA, y para esos efectos contrataron a un gurú del tiro en suspensión como Phil Webber, quien al poco tiempo cruzado de brazos al ver tal desastre, prefirió hacerse a un lado y declarar:
«Usted tendría que reconstruir todo. El riesgo era demasiado alto.»
De esos Phoenix Suns, Shawn Marion siempre estuvo agradecido, especialmente de su primera etapa, por el recibimiento que tuvo de los líderes del equipo: Penny Hardaway, Tom Gugliotta y Jason Kidd. Pero si hay uno que sirvió como inspiración y apoyo en sus primeros pasos en la mejor liga del mundo, fue Clifford Robinson, uno de los jugadores más versátiles capaz de defender desde el más alto al más bajo que le colocaran en frente, al verlo no lo dudó un segundo: «Si él puede hacerlo, yo puedo hacerlo».
«Pasé de defender a los aleros, a defender desde los bases a los ala-pívots, me sentía como Jugador Defensivo del Año. Yo estaba chocando contra los ala-pivots rivales durante todo un año en Phoenix, y eso era cuando realmente habían ala-pívots. Una noche estaba defendiendo a Kevin Garnett y luego la noche siguiente estaba defendiendo a Tim Duncan o Chris Webber, así a cada ala-pívot de la liga».
Todo este esfuerzo fue bien reconocido y le permitió conquistar una rápida adaptación a la liga superando con facilidad los dos dígitos: 10,2 puntos, 6,5 rebotes y 1,4 tapones le colocaron en el segundo mejor quinteto de novatos. Formando parte de un equipo en ascenso, y acompañado en sus primeros años por un explosivo novato de nombre Amare Stoudemire, el joven Shawn Marion no demoró en recibir un apodo de manos del comentarista y ex jugador NBA Kenny «The Jet» Smith, y este fue el apodo que lo acompañaría durante toda su carrera y que lo llevaría con orgullo: «Matrix» debido a su imponente despliegue físico.
«Cuando Kenny Smith me dio mi apodo en televisión nacional en mi primer juego de pretemporada, eso hizo que todo el mundo me conociera como tal y es algo que me dio reconocimiento. De hecho tengo una marca registrada llamada «Matrix 31». Pongo «Matrix 31» en todo lo que hago. Es mi sitio web, lo he puesto en mis coches y es el logotipo en mis asientos en mi sala de cine en casa. Incluso mi piscina y juegos de poker tienen «Matrix 31.» Los Suns y Mavericks también diseñaron muñequitos de Matrix31 inspirados en mí. También tengo posters con temas de la película. Colecciono casi todo lo que puedo, y la gente me ha enviado cosas interesantes también.»
Unos Phoenix Suns recordados: Steve Nash, Amare Stoudemire y Shawn Marion
Al poco tiempo, el equipo de los Suns despertaba el interés en la liga, sensación dormida desde los buenos años de Charles Barkley en Phoenix. La buena participación de Matrix fue recompensada con una primera participación en el All Star Game del 2003 a la que se haría un habitual al sumar otras 3 participaciones en los años 2005, 2006 y 2007. En el juego de Marion destacaba su capacidad en los rebotes en ambos costados, su visión para cortar hacia el aro y por su habilidad para llevar a aleros más bajos a la pintura y definir con inteligencia en el juego de poste.
La explosión definitiva del equipo de los Phoenix Suns se completó con la llegada de Steve Nash quien trajo una fluidez al juego marcada por espectaculares pases sin mirar a la estrella del oeste Amare Stoudemire. El equipo fue de mucho vértigo y showtime, conocido como el equipo de 7 segundos o menos el equipo de Mike D’Antoni, jugaba al Run&Gun buscando encontrar defensas rivales aún en fase de transición. De esta forma llegó a sobreponerse a adversarios siempre difíciles en el lejano oeste, pero lamentablemente sin poder superar las Finales de Conferencia en dos años seguidos. Durante esos años Shawn Marion se consideró una pieza fundamental en el equipo, particularmente por el balance que les otorgaba en defensa, consiguiendo una marca en ese entonces conseguida solo por David «El Almirante» Robinson que fue estar en el top 5 de rebote y robos durante dos campañas consecutivas (2004-2005 y 2005-2006).
Aquella temporada 2005-06 fue quizás la mejor temporada de su carrera, convirtiéndose en el único jugador en la historia de la NBA clasificado en el top 20 en puntos, rebotes, robos, tapones, porcentaje de tiros de campo y minutos. Y es que Matrix tuvo que liderar al equipo debido a una lesión que dejaría fuera por casi toda la temporada a Amare Stoudemire. Es aquí cuando se observa por primera vez el verdadero valor de Shawn Marion, quien llevó a los Suns hacia Playoffs siendo líder en puntos por partido (21.8), rebotes por partido (11,8), tapones por partido (1.7) y robos por partido (2.0), y además se clasificó tercero en % de eficiencia.
De su paso por los Phoenix Suns, Shawn Marión siempre habló con cariño y respeto:
“Tuve la ocasión de crecer como jugador y ver la ciudad crecer al mismo tiempo. Me hubiese encantado ganar un título con los Phoenix Suns. Cuando pasas mucho tiempo en una organización y haces lo que yo hice aquí, te sientes parte de esto. Fue un tiempo muy especial. Los fans de los Suns son especiales. Siempre han sido parte de mí, siempre voy a recordar este lugar.”
USA Team y cambio de aires
Para el año 2007, Shawn Marion decidió colocar rumbo a otro equipo, a esa altura ya acumulaba 4 participaciones en los All Star Games, un reconocimiento como férreo defensor y útil jugador de rol. En la carrera de Matrix además se contaban 22 participaciones con el USA Team que lo llevaría a dos experiencias desastrosas para el baloncesto norteamericano: primero la derrota frente a España sin conseguir ninguna medalla en el Mundial de Indianapolis del 2002, que significó un duro golpe a la moral de la NBA y el basket estadounidense; segundo vino el golpe de gracia que hizo a Estados Unidos plantearse definitivamente la reestructuración de las selecciones nacionales: la derrota frente a Argentina – con un equipo de ensueño – en los Juegos Olímpicos celebrados en Atenas el año 2004 con un equipo en el que se encontraban: Tim Duncan, Allen Iverson, Lebron James y Carmelo Anthony.
Sus primeros pasos fuera de Phoenix no fueron gratos, traspasado a los Miami Heat en un cambio que incluía el paso de un veterano Shaquille O’Neal a los Suns, no logró desarrollar su juego como lo venía haciendo y por ende no cumplió con lo que necesitaban los Heat en el medio de una reconstrucción. El resultado fue el esperado, ser traspasado al final de la temporada a los Toronto Raptors, que venían de otra historia similar, y nuevamente Shawn Marion no logró adaptarse al ambiente del equipo, jugando tan sólo 27 partidos en aquella temporada para el equipo canadiense.
La gloría junto a los Dallas Mavericks
Cuando todo se estaba complicando después de haber logrado un buen arranque en la liga vino el traspaso que hizo renacer su carrera. En un cambio entre 4 equipos, terminó por recalar en los Dallas Mavericks dirigidos por Rick Carlisle, y comandados por el infatigable Dirk Nowitzki, el pivot Tyson Chandler y Jason Kidd quien fuera el base que le dio la bienvenida a la NBA.
En uno de los primeros entrenamientos, un choque con un compañero provocó una lesión en su mano que generó escalofríos entre sus compañeros. Y acá hay otra historia de esas extrañas, de las que solo un tipo como Shawn Marion puede entregarnos, y es que prácticamente toda su carrera la hizo con un dedo meñique dislocado, así como se lee. Tanto es así que nunca recordó con precisión a que edad se lo dislocó por primera vez, siendo quizás a los 9 o 10 años jugando fútbol americano, basquet o «soccer». Lo que sucedió como una casualidad lo acompañó durante toda su carrera, y se dislocó tantas veces que dejemos que lo explique el propio Shawn Marion:
«Quedó marcando las 10 u 11 en punto, más bien las 10 como un reloj. Simplemente me dieron un golpe. El año pasado también me pasó y dolía un poco, pero simplemente me lo vendé y seguí jugando. Este año me volvió a pasar. Se que era en casa, porque Mark Cuban se dio cuenta y puso cara de dolor. Está bien, no tengo pensado ser modelo de manos»
Con dedo dislocado y tiro feo, juntos alcanzaron Playoffs en una temporada 2010-2011 en la que tuvieron que luchar con la lesión del ala-pívot alemán que les costó más de algún partido. Al llegar a Playoffs, las cosas no fueron miel sobre hojuelas teniendo que enfrentar una dura primera ronda contra unos sorprendentes Portland Trail Blazers. Luego el camino se hizo bajada contra los Lakers en semifinales de Conferencia y Oklahoma City Thunder en las finales del Oeste con una fantástica participación desde el banquillo de Jason Terry. En las Finales el destino les guiñó el ojo, colocando frente a ellos a los Miami Heat quienes los habían derrotado en las Finales del 2006. Esta vez los Heat venían reforzados con el «big-three» formado por Lebron James, Dwayne Wade y Chris Bosh – curiosamente aquella pretemporada Mark Cuban había fracasado en el intento de conseguir mediante traspaso a Wade o James -, finalmente y luego de una resistencia y posterior remontada heroica el equipo consiguió él primer y único título de la NBA para la franquicia de los Dallas Mavericks. En aquellas finales alguien tuvo que hacer el trabajo sucio de detener a Lebron James, y quien mejor que un experimentado Shawn Marion.
El último intento y su retiro de la NBA
En sus últimos años en los Dallas Mavericks, vio como al equipo le costaba más cada año abrirse camino en una liga muy cambiante. Ya sin el atletismo que lo llevó a ser apodado «Matrix» e incapaz de meter tantos tiros de distancia como se marcaban en la liga, sus minutos fueron reduciéndose hasta convertirse en uno más del banquillo teniendo que aportar más con la experiencia en la formación de jugadores jóvenes que en el desarrollo mismo del juego.
A esta altura para un jugador ya armado como Shawn Marion, que con sus limitaciones había conseguido una carrera exitosa, participaciones internacionales, juegos de All Star y un título NBA ¿qué más podía quedar? Solo una cosa: intentarlo por última vez, incluso más allá de lo que él mismo se había fijado. El equipo que se lo propuso fueron los Cleveland Cavaliers, que estaban dispuestos a formar un equipo con un objetivo único: llevar un título a Ohio de la mano de Lebron James, había que intentarlo antes de retirarse.
«¿Fue un proceso difícil para jubilarse? No. Yo dije hace mucho tiempo que quería jugar 15 años en la liga, lo que hice el año pasado. Pero vi una oportunidad en Cleveland para retirarme con un campeonato, posiblemente, y tuve que explorar esa opción. Además tuve la oportunidad de estar cerca de Chicago, dónde está mi hijo.»
«Shawn Jr. acaba de cumplir un año, y tus prioridades cambian una vez que tienes un niño. Desarrollé un pequeño vínculo con él el verano pasado, y viene un largo camino. Además, todo está cambiado para un tipo como yo. Mi cuerpo me está diciendo que definitivamente reduzca la velocidad y es mucho más difícil volver de las lesiones. Es tan riguroso en este momento que tuve que mirar las opciones para mí y lo que es mejor ahora para mi familia. pasar mas tiempo con mi hijo, que nació el año pasado.»
“Quiero salir en mis propias condiciones. Lo más importante en la vida es tener un hijo. Me siento muy próximo a él, pero verle periódicamente es duro. Verle crecer en imágenes y vídeos es duro.”
Esta última temporada todos la tenemos bien fresca, la aparición del small-ball como opción de juego y su triunfo en los Playoffs de la NBA de la mano del MVP de la temporada Stephen Curry. Durante la temporada, Shawn Marion aportó en algunos momentos con su experiencia desde el baquillo, pero finalmente fue relegado por decisión técnica a segundo plano en las Finales frente a los Golden State Warriors. El anillo quedó a un paso de ser conquistado y tuvo que conformarse con mirar desde el banquillo como sus compañeros hacían el esfuerzo, era una señal clarísima, hasta aquí había llegado la aventura NBA.
La carrera de Shawn Marion fue definitivamente una carrera exitosa, sin las luces de otras estrellas logró cerrar un ciclo perfecto siendo un soporte en los momentos difíciles y aportando efectividad en su mejores momentos. Al final de su carrera logró devolver la mano y entregar su experiencia a jóvenes promesas como lo hicieran con él al llegar a los Phoenix Suns. Nunca fue un gran tirador, un gran matador, o un genio de los pases, más bien hizo de todo y lo hizo bien, el resultado esta en los números aún inalcanzables lo que lo convierten en uno de los más completos de la historia, pese a que no lo parezca. Si el sueño de niño de Matrix era tener una carrera como la de su ídolo de infancia Reggie Miller, podemos decir que con sus diferencias logró hacer su propio camino hacia la gloria, un camino hecho paso a paso en base a entrenamiento y dedicación, quizás hasta llegue a acompañarlo en el Hall of Fame, si hubiera cambiado su mecánica de tiro como en más de una vez le dijeron no habría espacio a la discusión.