Fabricio Oberto, el poder del sacrificio

ha disputado todas las finales del basket

Foto: Keith Allison (CC)
Fabricio Oberto, el hombre de todas las finales / Foto: Keith Allison (CC)

Fabricio Oberto lleva dos años retirado de la práctica del baloncesto, pero su paso por las canchas dejó huella, tanto es así que es considerado por muchos como el mejor pívot argentino de la historia. Sus comienzos no fueron nada fáciles, pero su increíble ética del trabajo le ha llevado a ganarse un nombre entre los jugadores que han marcado historia. Ha jugado prácticamente todas las finales del basket (NBA, olimpiadas, Mundial, Euroliga, Copa ULEB, ACB, Copa del Rey…), contando con un papel importante en todas ellas.

Ha practicado un gran número de deportes (vóley, balonmano, atletismo, fútbol…), pero fue el baloncesto por el que se decantó. Se consideraba a sí mismo como un chico muy activo. Con tan sólo 9 ó 10 años buscaba su constante mejora, quería también entrenar por su cuenta y hacía todo lo que podía por mejorar su nivel. Con 11 años decidió empezar a trabajar, lo hizo en un supermercado, para poder ganar un dinero y no tener que estar pidiendo a sus padres.

Él tenía un sueño de pequeño y no era otro que jugar en Atenas.

“Tuve la gran oportunidad de ir a probarme con un amigo de la familia a Atenas”, aunque “la ley de mi casa era terminar secundaria para irme a Córdoba”.

Al emprender ese gran viaje de 170km no pudo asistir a clase, lo que supuso sus seis primeras faltas en la etapa escolar. “Al llegar pesaba 89kg, como siempre digo, mojado y con las llaves en los bolsillos”. Se tenía que enfrentar a rivales de 120kg, y para ello entrenaba entre 9 y 10 horas diarias, al margen de perfeccionar su inglés.

Cuando comenzó su nueva aventura lejos de su casa y tuvo la suerte de contar con uno de sus ídolos, Marcelo Milanesio, un jugador muy reconocido en el baloncesto argentino que hizo toda su carrera en Atenas. Un día Marcelo, le vio un tanto enfadado y habló con él. Fabricio veía que no conseguía plasmar su gran rendimiento de los entrenamientos en los partidos, aunque Marcelo le dijo que el equipo no jugaba para él. Entonces fue el momento en el que se dio cuenta de que tenía que averiguar cómo ser indispensable para el equipo. Apostó por aportar rebotes y defensa, sin importar el tiempo que permaneciera en cancha.

“Al año siguiente ganamos una final, metí 37 puntos porque el equipo ahora sí jugaba para mí”

Tras esta gran etapa se marchó a Europa, teniendo problemas con su agente, viendo que él quería el dinero y Oberto soñaba con jugar en la NBA “gratis”.

“Yo quería demostrar lo que podía hacer, no me interesaba que fueran más fuertes… Yo quería entrenar, y después de un año si querían me pagaban.” –decía entre risas.

Su agente no le entendió. Fue una época muy dura, en la que tuvo que pasar por psicólogos, psiquiatras… Hasta que seis meses más tarde le rescató el Baskonia. Sintió el gran apoyo de Juan Alberto Espil, el cual le trató como si fuera su padre, según cuenta el pívot en el siguiente vídeo. Consiguió grandes metas colectivas, ganando la Liga ACB y la Copa del Rey, sin embargo la Euroliga se le resistió llegando a disputar la final.

Al finalizar su etapa en el entonces TAU Cerámica, puso rumbo a Valencia. A su llegada buscaba ser un jugador más completo, quintándose el cartel de rebotero-defensor que sentía que llevaba. En la capital del Túria estableció sus mejores cifras en el viejo continente, sin olvidar que jugaba para el equipo. Siempre se ha caracterizado por ser un hombre muy polivalente, tanto es así, que formó junto a Federico Kammerichs una banda de Rock a la que llamaron De Pitis. Estando en Valencia también tuvo un programa de radio con Fede y su compañero Asier García. Tras tres temporadas y con 30 años a sus espaldas sabía que estaba ante la gran oportunidad de jugar en la mejor liga del mundo.

Esperó un tiempo a que le llegaran ofertas desde Estados Unidos. Los Memphis Grizzlies le propusieron jugar para ellos, con un contrato de tres temporadas pero él prefería esperar un poco más por si le llegaba un contrato más tentador. Su agente le insistía en que firmase pero él decidió aguardar, hasta que de pronto su futuro cambió. Al escuchar el nombre de San Antonio Spurs como bloque interesado en sus servicios, no lo dudó ni un segundo, y eso que le ofrecían un salario inferior a Memphis.

“Tenía mi amigo de la vida, a mi ídolo del basket, Tim Duncan, a Gregg Popovich… Ese equipo que lo vi todas las noches desde España… sabía todo lo que hacían. No iba a ser Manu Ginobili, Tony Parker, ni Tim Duncan, con lo cual sabía que tenía 9 lugares para ser el mejor de ellos.”

Él quería jugar con esos chicos, le daba igual el tiempo, pero tenía claro que esa era su meta. Un año antes de debutar con la franquicia, se marchó a Atenas (Grecia) con su selección para competir en los Juegos Olímpicos de 2004. Un bloque formado por míticos guerreros deslumbraba a todos con su implicación y compromiso. El trabajo en equipo les llevó a derrotar a Estados Unidos, y posteriormente colgarse el oro olímpico. Una hazaña al alcance de muy pocos. Aquella escuadra de Ginobili, Delfino, Scola, Nocioni, Hermann, Oberto… será recordada por todos como la generación dorada de nuestro baloncesto.

Su llegada a la NBA

Su aterrizaje en la mejor liga del mundo tuvo su particular “peaje”, le costó entrar en la rotación. En algunos encuentros saltaba a la pista durante 5 escasos segundos, pero sabiendo que cada oportunidad era de oro para afianzarse en el equipo. Poco a poco fue aumentando su importancia dentro de un núcleo claramente ganador, como demuestra su trayectoria.

El buen rumbo se torció tres días antes de los Playoffs de 2007, cuando los problemas de corazón le llevaron al reseteo, una prueba a la que no se quería someter.

Sentí que el corazón se me salía de la boca, estaba a 214 (pulsaciones). Dije no, ni loco me hacen el reseteo.”

Foto: Keith Allison (CC)
Foto: Keith Allison (CC)

Sin embargo, era consciente de que se lo tenía que tomar de la mejor forma posible, así que “La primera vez entré cantando. El entrenador estaba ahí… y le dije me voy a hablar un rato con Jim Morrison y vuelvo”- confesó entre risas años después por televisión. La intervención duró dos segundos, dicho así puede parecer muy breve, pero la tensión vivida tuvo que ser complicada de soportar. Aun así consiguió llegar al primer partido para disputarlo. Oberto afirmó en una entrevista en ‘La línea del tiempo’ que leyó mucho sobre problemas eléctricos y del corazón, lo cual confesó que no fue bueno al saber más de los deseado. A lo largo de su vida ha tenido que ser reseteado en tres ocasiones; en una de ellas quería que Manu le grabase, pero los médicos no le dejaron estar presente.

En aquellas eliminatorias de 2007, en las que el Rey pisaba por primera vez en su carrera las Finales, lograron llevarse el anillo. Los Spurs se impusieron por 4-0 a los Cavs de un joven LeBron. El interior argentino conseguía agrandar su leyenda un poco más. Gregg Popovich en una entrevista le reconoció como the best ugliest player. Su implicación, el trabajo y el esfuerzo de toda su carrera se vio recompensado cuando se proclamó campeón de 2007 en la NBA. La liga con la que soñaba con jugar desde pequeño.

La dureza impuesta en su juego para hacer mejores a sus compañeros se pudo apreciar a su llegada a la capital estadounidense, en la cual permaneció cinco temporadas (cuatro en San Antonio y una en los Wizards) y cinco partidos con los Blazzers de la que iba a ser su sexta, pero los problemas de corazón le impidieron continuar en la liga. Dos años más tarde intentó regresar de nuevo, a la Asociación Deportiva Atenas y en 2013 puso fin a su carrera.

“Al llegar a Washington me dijeron: ‘Qué bueno, no voy a tener que sufrir tus bloqueos hoy’


PALMARÉS

NBA
  • Campeón de la NBA en 2007
ATENAS DE CÓRDOBA (ARGENTINA)
  • Campeón de la Liga Nacional Argentina en 1997/98
  • Campeón de la Liga Sudamericana en 1998
  • Campeón de la Liga Sudamericana en 1997
  • Campeón del Campeonato Panamericano de Clubes en 1996
  • Subcampeón de la Liga Nacional de Argentina en 1995/96
  • Campeón del Campeonato Sudamericano de Clubes en 1994
  • Campeón de la Liga Nacional Juvenil con Atenas en 1993
EUROPA
  • Campeón de la Copa ULEB con Pamesa Valencia en la temporada 2002/03
  • Campeón de la ACB con el Tau Cerámica en la temporada 2001/2002
  • Campeón de la Copa del Rey con el Tau Cerámica en la temporada 2001/02
  • Subcampeón de la Euroliga con el Tau Cerámica en la temporada 2000/01
  • Subcampeón de la ACB con Pamesa Valencia en la temporada 2002/03
SELECCIÓN ARGENTINA
  • Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 con la Selección Argentina en 2004
  • Medalla de Oro en el Torneo de las Américas con la Selección Argentina en 2001
  • Medalla de Oro en los Juegos Panamericanos con la Selección Argentina en 1995
  • Medalla de Plata con el Campeonato Mundial con la Selección Argentina en Indianápolis 2002
  • Medalla de Plata en el Torneo de las Américas con la Selección Argentina en 2003
  • Medalla de Plata en el Torneo de las Américas con la Selección Argentina en 1995
NOMBRAMIENTOS:
  • Integrante del Cinco Ideal del Campeonato del Mundo de Grecia-98
  • Nominado Mejor Jugador de la Final de la Liga de Argentina en la temporada 1997-98
  • Quinteto ideal en el McDonald’s Championship disputado en París, Francia en 1997
  • Nominado Mejor Jugador de la Liga de Argentina en la temporada 1997-98
  • Nominado Jugador Revelación de la Liga de Argentina en la temporada 1994-95
  • Nominado Mejor Sexto Hombre de la Liga de Argentina en la temporada 1996-97
  • Nominado tres veces Jugador de la Semana en la ACB
  • Nominado Jugador del Mes de Febrero en la temporada 2002-03 y Mayo de 2004-05