Marcus Smart y el reto de su segundo año
Los Celtics confían en su futuro estandarte

Es verano y como es costumbre, no nos podemos quedar sin decir que esperamos de los jugadores para la próxima campaña y desde Celtics Blog han estado comentando sobre quién esperan que sea el jugador que deslumbre en la franquicia más ganadora de la NBA.
En el caso de Jeff Clark (y el mío, por supuesto), pone todas sus expectativas y esperanzas en la sexta elección del Draft del 2014: Marcus Smart.
Para empezar, su primer año demostró un jugador trabajador y desesperado por mejorar en sus falencias, con una explosiva defensa y una interesante -como inesperada- capacidad de anotación exterior a lo largo de la temporada que hizo pasar desapercibida su falta de agresividad de cara al aro (en parte por la lesión que acarreaba en su tobillo). Su determinación lo llevó a «derribar» el rookie-wall y esa potencia que dejó en la cancha lo que lo han llevado a ser considerado la piedra angular de la reconstrucción de los Celtics de cara a los próximos años.
Llegada la Summer League, ese evento que todos los fanáticos esperábamos para saber por qué habíamos elegido a Terry Rozier, qué tenían de especial R.J. Hunter y Jordan Mickey junto a la tan mencionada pero decepcionante «evolución» de James Young, resultó siendo también una revelación de la gran mejoría que ha tenido Smart en estos meses.
Atacó el aro como no pudo hacerlo durante su temporada de novato, y en el primer partido anotó 26 puntos a los que añadió 8 asistencias y 5 rebotes, demostrando su arsenal completo; eso sin contar lo que no entra en las estadísticas, como un par de sacudidas por el suelo buscando recuperar el balón. Su evolución en la visión de juego, creando oportunidades para sus compañeros y entendiendo qué pedía cada jugada fue notoria, sigue puliendo su tiro exterior y hablar de su defensa me parece, como mínimo, reiterativo: maravillosa, parecía un perro que perseguía atentamente a su presa hasta que encontraba el momento de atacarla.
Cuerpo técnico, dirigentes y compañeros han declarado de su ética de trabajo y el empeño que pone por mejorar cada día, sabe que tiene una oportunidad de oro en los Celtics y está decidido a aprovecharla. Smart es el jugador que no quiere descansar y está dispuesto a dejarlo todo en la pista para darle lo mejor al equipo.
Con un año de experiencia, al saber cómo es la NBA y entender aspectos que solamente se entienden al jugar en el máximo nivel, Marcus Smart debe atacar el aro como en la Universidad y en la Liga de Verano, seguir mejorando el triple para abrir la cancha y mantener a sus rivales atentos, empezar a correr el pick and roll con más frecuencia y crear oportunidades desde allí tanto para sus compañeros como para sí mismo.
Además, tal vez lo más importante para él, Brad Stevens y todos los Boston Celtics, su imponente defensa empieza a marcar tendencia en la NBA, con su dedicación y capacidad atlética puede llegar a ser de los mejores defensores perimetrales de la liga y -en mi opinión- si sigue trabajando de esta forma, no tardará mucho en llegar a serlo.
Sin duda alguna que los Celtics han reunido un buen plantel para la temporada que se viene, algunos apuestan por un aparentemente renovado Jared Sullinger, otros por el necesitado de minutos David Lee y también -varios- creemos que Marcus Smart debe ser quien dé un paso al frente en Boston y haga que el equipo crezca a sus espaldas.