Stephen Curry: «En el basket no todo es altura»

El MVP lo deja muy claro

Desde tiempos inmemorables (y aún en la actualidad), la altura parecer ser sinónimo de baloncesto, el MVP de esta temporada afirmó que los jugadores con menor estatura también tienen una relevancia fundamental en la NBA.

flickr.com (CC)

No hay que irse mucho más lejos del autor de estas palabras, Stephen Curry mide 1,91 metros y dudo que tenga algo que envidiar a los portentosos 226 centímetros del indú Sim Bhullar. La posición de base suele ser la predominante para los jugadores con una altura más baja que el resto del equipo, aunque no siempre es así. Allen Iverson, uno de los mejores jugadores del mundo, jugaba de escolta y «tan sólo» medía 1,83m, las enchufaba desde el triple que daba gusto seguir un partido de los Sixers. Jugadores en activo, el caso más evidente es Chris Paul con 1,82 llevando la batuta de unos todopoderosos Clippers. Aunque no podemos dejar pasar a Russell Westbrook y sus números de esta temporada: 28p-8,6a-7r. Quién diría que haciendo triples-dobles casi todas las noches sólo rebasa los 190cm.

Exactamente esto es lo ha querido explicar Curry ante la prensa cuando le preguntaron sobre las dificultades que tiene el baloncesto si no posees gran altura, a lo que respondió:

No importa lo alto o lo bajo que seas, lo realmente importante es jugar con el corazón si quieres tener éxito. Los jugadores que no tienen tantos centímetros, como yo, deben trabajar mucho más duro y luchar en su propia batalla.

Hay diferentes formas de tener impacto en este deporte: se trata de saber botar, lanzar a canasta, en definitiva es ser polifacético.

Hace pocas semanas Draymond Green realizó unas declaraciones que, particularmente me gustaron bastante por el sentido que tenían. El jugador interior (importante destacarlo con su altura, para no perder la costumbre) de 2,01m mencionó a Yao Ming para explicar el cambio que está sufriendo el baloncesto. «Yao jugaba de pívot y mide 2,28, no me imagino estar en unas Finales como las de este año frente a un 5 como Yao ahora que Steve Kerr me quiere también como un pívot», explicó Dray.

No me parece ni de lejos un cambio negativo, simplemente es evolución, tenemos que empezar a acostumbrarnos a estos contrastes tan marcados, a ver un base como Carter-Williams de casi 2 metros y a un pívot como Kenneth Faried de 2,03. Una defensa en el exterior entre James Harden y Nikola Mirotic jugando ambos en algún momento del partido de aleros, o algo tan impresionante como ver a Andrew Wiggins posterizar a DeAndre Jordan. Esto es lo que convierte al baloncesto en un deporte fantástico, ver tantas diferencias que hace que cualquier jugada sea especial, porque, como bien ha dicho Curry, el baloncesto no es cuestión de altura y ya ha comenzado una transformación para demostrarlo.