Los Grizzlies y los triples, ¿amor imposible?

Si algo está claro es que los Grizzlies no son un equipo anotador, nunca han sido un equipo tirador ni espectacular, pero en los últimos años han aparecido siempre en PlayOffs y han jugado a muy buen nivel en éstos.

Este verano se ha dado la oportunidad de cambiar, habían acabado contratos muchos jugadores de gran nivel, y a pesar de que Memphis no es ni ha sido nunca un destino que atrajese a los agentes libres, se esperaba que reforzaran su ataque en el perímetro firmando a algún tirador de confianza, que abriese la pista para que los interiores jugasen más cómodos y tener más opciones en ataque. No se necesitaba a Carmelo Anthony ni a Jimmy Butler, simplemente un tirador fiable, un complemento para Mike Conley, Marc, Randolph y compañía. El mercado estaba lleno de jugadores que podrían haber aportado a los Grizzlies. Pero nada de esto sucedió.

El fichaje más destacado, por no decir único, fue firmar a un Matt Barnes que había sido cortado por los Chartlotte Hornets, un movimiento también cuestionable, porque a pesar de que no es un mal tirador comparado con otros jugadores de los Grizzlies, no el tipo de jugador que se necesitaba para esta temporada. Barnes puede aportar cosas, es un jugador veterano, da carácter al equipo y es un buen defensor; pero tiene muchas carencias, se necesitaba un tirador, y él no lo es, es capaz de anotar triples, pero no al nivel que se necesita en Memphis. El ex de los Clippers es un buen jugador, pero si el problema está en el ataque, es una mala elección para el puesto de alero, se necesitaba tiro exterior, un tirador fiable, para desatascar el partido y abrir espacios.

Y bien, ¿qué tienen los Grizzlies en el puesto de escolta y alero? La plantilla de Memphis cuenta con: Tony Allen, Jeff Green, Courtney Lee, James Ennis, Russ Smith, Jordan Adams y Vince Carter; los 3 últimos apenas cuentan para Joerger, y parece que Ennis va a seguir el mismo camino, pero no está claro ya que acaba de incorporarse a la plantilla.

A Tony Allen lo conocemos todos y sabemos por qué está y es tan importante para los Grizzlies, no es un tirador ni pretende serlo (nuestro querido Andrés Montes lo definiría perfectamente con su frase «Vilma, ¡Ábreme la puerta»), aporta muchísima defensa y química en el vestuario, algo muy importante en la NBA. Por eso no podemos decir que el sea parte de  este problema.

En cuanto a Jeff Green (al que le falta desparpajo y confianza a la hora de tirar) y Courtney Lee, no son malos tiradores, pero son demasiado irregulares, tanto pueden tener una gran noche y anotar con buenos porcentajes, como no tener el día y no ser capaces de meter ningún tiro. Con ellos dos no hay certezas, no sabes lo que te puedes esperar de ellos.

Por eso se dice que se ha fallado en verano, se necesitaba a un jugador o dos capaces de anotar con consistencia en el perímetro, los Grizzlies no necesitaban a una estrella, solo complementos, un jugador de rol, que se centrase en meter sus triples y, por supuesto, en defender (que al fin y al cabo, sin eso no sería Memphis). Tal y como está la liga, un equipo que no anota desde el perímetro es muy difícil (por no decir casi imposible) que llegue a finales de Conferencia, no digamos ya que gane el campeonato. Lo de fichar a un tirador no es solo para hacerlo bonito y meter más puntos (que también) sino para abrir la pista, que su defensor no se pueda despegar de él (para hacer un dos contra uno a Marc en el poste, por ejemplo), porque si lo hace, sabe que es muy probable que reciban un triple. Con esto consigues dejar más espacio a Zach Randolph y a Marc para que jueguen en el poste, sin ayudas que les molesten, lo que permitiría a los Grizzlies anotar más puntos tanto por fuera como por dentro.

Un jugador perfecto para eso habría sido el italiano Marco Belinelli, que acababa contrato con los Spurs y estaba como agente libre. Belinelli no es un jugador que aporte muchas cosas, pero si necesitas un jugador que anote los triples liberados que tenga, es tu hombre; aunque podría haberse fichado a otro tirador.

El inicio de temporada de los Grizzlies dejó patente que se necesitaba un cambio, y rápido,  hacía años que Memphis no perdía 5 partidos seguidos, hasta que llegó esta temporada. Pero hubo reacción de la directiva, se traspasó a Beno Udrih (que estaba aportando mucho, pero no era lo que se necesitaba) y Jarnell Stokes (que tampoco contaba en las rotaciones de los Grizzlies) a cambio de James Ennis y Mario Chalmers.

Por lo visto hasta la fecha, Chalmers es capaz de suplir a Conley y de abrir la cancha, que era algo necesario que Udrih no era capaz de hacer tan bien. En cuanto a James Ennis, no ha contado con oportunidades, pero es un jugador interesante, a pesar de que tampoco es un tirador fiable.

Es sabido por todo el que sepa un poco de la NBA que el baloncesto de Memphis no es vistoso ni espectacular, son un equipo defensivo (el mejor de la liga en ese aspecto, por mucho que puedan decir las estadísticas), que anota pocos puntos y que deja al rival en pocos puntos. Depender de Gasol y Randolph es normal, son la mejor pareja interior de la NBA, pero no se puede pretender se un equipo que solo gane cuando a Conley, Green y Lee les entren los triples, se necesita a un tirador de confianza, es muy importante para un equipo tener a un jugador que sepas que en cada partido va a meter 2 o 3 triples, porque sin eso no vas a ganar nunca, por muy bien que defiendas.

Si los Grizzlies quieren llegar realmente lejos, necesitan a un alero que aporte ese puntito de anotación (sobre todo exterior) que les falta.