Parece que Unicaja de Málaga habría decidido plantar cara a Bartomeu y a su nuevo modelo de Euroleague en el que el equipo que entrena Joan Plaza podría quedarse sin plaza fija, algo que no ha sentado nada bien a los andaluces, que estarían dispuestos a dejar de jugar la máxima competición europea 15 años después para unirse al proyecto de la FIBA con la «Basketball Champions League».
La FIBA ofrece a los clubs que participen un total de 30 millones de euros anuales, una cantidad muy superior a la que reparte ahora la Euroliga, y la posibilidad de compartir la propiedad, gestión y gobernanza de la nueva competición al 50 por ciento.
En la fase regular de la Basketball Champions League (antes habrá una fase previa) tomarían parte 16 equipos, que se enfrentarían en una liga regular de todos contra todos a doble vuelta (30 partidos). Los ocho mejores accederían a los playoff y los vencedores disputarían la Final Four, como hasta ahora.
De esta manera Unicaja quiere mantener su estatus económico y así poder mantener su pugna en la cabeza de la clasificación con los peces gordos de nuestra liga. Si bien es cierto que Jordi Bartomeu teme la decisión de los malagueños y tratará por todos los medios de hacer cambiar de opinión a los del Martín Carpena.
