
Recuerdo que en el mes de agosto en una de esas cenas de amigos que compartimos la afición del baloncesto surgió el tema de los fichajes del Valencia Basket. Pues bien, recuerdo a varios diciendo que el club taronja había fichado un entrenador a la baja. No me podía creer lo que acababa de escuchar. Pedro Martínez, un entrenador a la baja… Para mí ha sido uno de los mejores técnicos de la liga, incluso por encima de los que acostumbran a dirigir a los “teóricos favoritos”. En su etapa en el Gran Canaria lo hizo genial, logrando situar al equipo entre los mejores de la competición durante muchos años, y lo más complicado, mantenerse en puestos altos año tras año. Bajo mi punto de vista era un acertado fichaje para los de la capital del Túria.
Muchas veces se dice que el tiempo pone a cada uno en su lugar, y el hecho es que transcurridos más de dos meses de competición oficial hemos podido comprobar que por el momento ha superado con creces las expectativas generadas. Cuando voy a la Fuente de San Luis, ya sea por encuentro de Liga Endesa o de Eurocup, se puede apreciar en los rostros de los seguidores la plena confianza en el equipo. Muchos de ellos dan por seguro que van a disfrutar con el buen juego de su equipo y que probablemente vencerán y seguirán ampliando el magnífico récord de victorias.
Desde los despachos se hizo un acertado trabajo fichando a jugadores dispuestos a comprometerse con la escuadra sin asumir egos individuales. Califico las incorporaciones como la de Luke Sikma o de Fernando San Emeterio fueron las más “seguras” por la experiencia que atesoran tanto en la liga como en España. El hijo del siete veces All-Star de la NBA se ha entregado por cada conjunto por el que ha pasado y pese a ocupar plaza de extracomunitario es una pieza clave para diseñar un bloque que quiera competir por títulos. Otros refuerzos como los de Antoine Diot o Justin Hamilton podían generar dudas con su adaptación, la razón se debía a la inexperiencia de ambos en España. En el caso del americano era más preocupante porque venía de la NBA y muchos jugadores con pasado en la mejor liga del mundo no han sabido adaptarse al juego europeo, véase casos como el de Dwight Buyck. Sin embargo, el ex de los Wolves ha deslumbrado desde el primer día sin esconderse en ningún momento y lo más importante, jugando para el grupo. También llegaron en verano John Shurna y Jordi Trias, que a priori serían jugadores de banquillo, están demostrando que si tienen oportunidades lo pueden hacer muy bien. El ala-pívot de Illinois abre el campo con su lanzamiento ortodoxo pero efectivo y cada día que pasa aporta en más facetas del juego.
Tanto los fieles aficionados como los redactores de SomosACB coincidimos en un aspecto que está siendo determinante en el increíble arranque de temporada y no es otro que el gran trabajo del cuerpo técnico. En este curso la plantilla daba comienzo con 12 jugadores, a los que se añadió rápidamente Jon Stefansson para suplir la baja de Antoine Diot, es algo a lo que la entidad no estaba acostumbrada. Ponerse en la piel de un entrenador para dar minutos a 13 hombres no es nada fácil y Pedro lo está solventando de maravilla. Las lesiones empiezan a hacerse notar, aunque de momento el equipo está sabiendo recomponerse, tratando de que no se noten las ausencias y ese es un aspecto que le da un mayor prestigio al trabajo del equipo.
Tras las primeras victorias la prensa se preguntaba el porqué de dejar a determinados jugadores sin minutos.
“Tengo una limitación con los minutos y considero realmente complicado encontrar minutos para todos” –decía Pedro Martínez tras vencer al FIATC Joventut.
A partir de ese momento nos ha acostumbrado a dar descanso a un alero de los inscritos, aparte de Trias que hasta hace unos días contaba con escasos minutos, pero últimamente tiene su pequeño protagonismo en cada encuentro. Parece que el reparto del tiempo de juego está ayudando a que ningún jugador se relaje y trate aportar lo máximo para su equipo cuando permanece en pista. Precisamente el de Girona es el único que no lanza de la línea de tres puntos, algo que habla muy bien de la gran amenaza exterior de este conjunto. Es complicado formar un bloque en el que prácticamente todos los componentes puedan lanzar de triples con garantías de anotar. Precisamente el mejor en porcentaje de la Liga Endesa desde esta distancia es Justin Hamilton. Si amigos, un pívot.
El interior nacido en Newport Beach está siendo la sensación de la liga. Ha tenido actuaciones para enmarcar y prácticamente siempre ha rendido a un nivel de jugadorazo. Sus promedios (16.1 puntos con 61% en T2, 61% en T3, 84% en TL, 4.9 rebotes, 1 tapón y 18.9 de valoración) hablan por sí solos, aunque él no destaca solo por sus números sino por lo fácil que hace el baloncesto. Es un 2.13 que abre el campo con su buena mano y que se mueve a las mil maravillas jugando de espaldas al aro. Los rivales cada vez le conocen mejor y quieren tratar de frenarle, especialmente desde que fue galardonado como jugador del mes de noviembre.
«Siempre creo que podemos hacer las cosas mejor y es mi deber hacerles ver eso a los jugadores» –Esta frase refleja la mentalidad del técnico taronja, que también fue galardonado como entrenador del mes de noviembre.
Nadie sabe qué pasará a final de temporada pero lo que está claro es que este equipo ha comenzado muy en serio y que va a ser muy difícil ganarle.