Los Bucks, otro año más sin All-Stars

Los años pasan, los niños se hacen hombres y los hombres ancianos mientras sigue sin llegar a Milwaukee un jugador de nivel All-Star. Desde 2004, los Bucks no llevan al All-Star game a ningún jugador que milite en sus filas. ¿A quién llevaron entonces?, hagan memoria, fue Michael Redd.

Redd, aquel jugador que fue elegido en segunda ronda del Draft del 2000 por los Bucks y que explotó hasta tal punto que estos decidieron traspasar a Ray Allen para hacer hueco a la flamante nueva estrella del estado de Wisconsin. Michael fue en 2004 el último jugador de los Bucks en ser elegido para el All-Star game, justo el año antes de que firmase su gran contrato en Milwaukee por 91 millones de dólares y 6 temporadas.

Por todos es sabido que a partir de 2008 las lesiones nos obligaron a perdernos a uno de esos jugadores que derrochan calidad en ataque y que por si sólos son capaces de echarse el equipo a la espalda y ganar a cualquier rival que se ponga enfrente. Redd ha sido, es y será un icono en Milwaukee, pero ya es hora de que alguien tome su relevo.

Desde la retirada de Redd, los Bucks han vagado por la media tabla de la liga, con apuestas fallidas como su pick nº1 del Draft de 2006 (Andre Bogut), Corey Maggette o ese mega-contrato que le firmaron a John Salmons tras media temporada en la que encandiló a todo el estado de Wisconsin. Después vino el dúo de bajitos Jennings-Ellis, los 4 meses de JJ Redick y un año en el pozo hasta llegar al proyecto que tienen a día de hoy.

Por la mala temporada que está realizando el equipo, es más que una obviedad que ningún jugador de Milwaukee participará en el All-Star game, pero no debe ser motivo de decepción para los aficionados de los ciervos. Los Bucks han repetido acierto tras acierto desde el error de enviar a Tobias Harris a Orlando y a día de hoy cuentan en sus filas con cuatro jugadores que antes o después pueden poner los dos pies en el All-Star game: Greg Monroe, Giannis Antetokounmpo, Jabari Parker y Khris Middleton.

Milwaukee tiene motivos para sonreir pese al fiasco de temporada que están realizando los Bucks hasta la fecha. Por lo pronto, el equipo parece que ha remontado ligeramente el vuelo y ya se encuentra a «sólo» 4 partidos de la octava plaza en la conferencia. De todas formas, si la temporada terminase mal para los de Wisconsin, no deben dudar de que los cimientos para el futuro están asentados y que más pronto que tarde los Bucks volverán a dar guerra en Playoffs.