Mark Cuban no tiene trabajo en las oficinas de los Mavs

Todas las franquicias quieren, tarde o temprano, ser campeones de la NBA, estamos en una liga donde puedes subir casi tan fácil como puedes bajar y todos realizan sus movimientos para verse con un anillo; ya sea a corto, medio o largo plazo. Como cada año, el momento en el cual se cierra el mercado de traspasos y se limita tremendamente la capacidad de mejora de los equipos se acerca. Algunas oficinas están que echan humo en buscar de conseguir o liberar jugadores que los acerquen a sus objetivos actuales; pero solo algunas ya que otras ya tienen su trabajo hecho y solo necesitan jugar el resto de partidos de la temporada para ver en que puestos quedan; y uno de estos casos es el de los Dallas Mavericks.

La franquicia de Mark Cuban no es un contender al campeonato, pero necesitaría demasiados cambios para serlo y, por lo tanto, tienen la plantilla perfecta para conseguir su objetivo: clasificarse para los PlayOffs. Y eso que Cuban siempre ha sido, es y será uno de los grandes agitadores de los mercados —tanto de agentes libres como de traspasos—, haciendo que los mejores jugadores suenen para los Mavericks. En cambio, este año está viviendo estos días muy tranquilo:

«Ni siquiera sé cuándo es —el tradeline—. En serio, no hay nada realmente tentador ni ninguna conversación. La química del equipo está genial.»

Y la verdad que no le falta razón, y es que unos Mavs que, en teoría, deberían ser carne de lotería (una lotería que iría a los Celtics), están sextos del Oeste luchando por la quinta plaza y con un pie ya en la postemporada.