Se huele el final del small-ball en Houston
Tras la última derrota, parece haber llegado su final
Parece que el tiempo del small-ball ha llegado a su fin en Houston. Y es que J.B. Bickerstaff sigue sin dar con la tecla que lleve al equipo a donde se espera que esté, peleando arriba en el Oeste y no por quedarse fuera de PlayOffs. Los small-ball utilizados hasta ahora por los Rockets han sido varios, pero parece que este último ha sido el menos efectivo de ellos. Y es que si pones a uno de tus principales jugadores de segunda unidad de titular, te vuelves muy previsible. Y esto es lo que le ha pasado a los Rockets con la entrada de Corey Brewer en el quinteto.
Este sistema, puesto de moda por los Warriors, lo hemos visto en muchos equipos a lo largo de la temporada. Es el principal culpable de que Golden State sea el equipo campeón y por eso se hace cada vez más frecuente en otros equipos, que, claramente, no tienen la capacidad enchufadora de los de la bahía de San Francisco desde el perímetro, por lo que no se hace tan efectivo. El small-ball no pudo salvar el puesto de McHale, que acabó siendo destituido, y pareció que no se iba a volver a ver cuando Bickerstaff tomó el mando, ya que Clint Capela empezó a tener una cantidad de minutos considerable. El small-ball de Houston les dio una racha de victorias importante, pero tras la paliza de los Blazers en el Toyota, parece haber llegado a su fin. Seguramente, de no haber sido por el accidente de Terrence Jones, no se habría usado este sistema, ya que Terrence ha empezado muchísimos partidos en el puesto de 4. Este puesto parece maldito esta temporada en Houston, ya que es el único que no tiene un titular fijo. Los Rockets, ya sea con small-ball o sin él, deben empezar a asentar un 4 fijo, que de estabilidad al equipo. Tras la desastrosa actuación en el partido contra Portland de todo el equipo, parece que Corey Brewer no volverá a ocupar esa posición. A Terrence Jones le han diagnosticado una conmoción, debida al accidente sufrido, por lo que no podremos verle hasta dentro de mucho y Donatas Motiejunas, que no parece recuperarse nunca de aquella odiosa lesión, sigue intentando coger el ritmo en la D-League. Aún así, a los Houston Rockets les quedan varias opciones:
- Clint Capela: la opción del ála-pivot suizo parece la más factible. Y es que Clint ha demostrado una madurez tremenda esta temporada, ya sea acompañando a Howard o jugando como 5 por las lesiones de Dwight. A más de uno nos ha sorprendido su explosión y parece que Howard se siente más cómodo con un 4 más cercano al aro, que atraiga a los interiores adversarios a él y que haga que no todo el peso del ataque interior recaiga sobre Dwight. Capela promedia 6,5 puntos y 6 rebotes por partido, con un promedio de 18 minutos jugados.
- Josh Smith: J-Smoove ha vuelto a los Rockets tras pasar media temporada no muy a gusto en Los Ángeles. Josh es una amenaza tanto interior como exterior y su vuelta ha traído grandes resultados para el equipo, con el mismo Smith a un gran nivel. Promedia casi 9 puntos y 2,2 rebotes por partido en 20 minutos, en apenas 9 jugados (con Houston Rockets).
- Montrezl Harrell: El que fuera campeón de la NCAA ya ha debutado en la NBA. Esta temporada ha dejado grandísimas sensaciones, con grandes actuaciones al principio de la temporada, sobre todo en esos partidos donde ha estado lesionado Howard, y es una opción real (aunque menos probable, todo hay que decirlo) de jugador de primera unidad. Alternándose entre Red Vipers y Rockets durante esta campaña, parece que estará en el primer equipo hasta final de temporada, salvo, claro está, que D-Mo vuelva a ser el de antes en un breve período de tiempo.