Declaraciones de Will Barton antes del concurso de mates

Will The Thrill vuela alto

Hace exactamente un año Will Barton, escolta anotador clase 1991 nativo de Baltimore, 1.98 m por 79 Kg, durante el mes de febrero entre las filas de los Portland Trade Blazer estaba promediando 1.7 puntos por partido. En un equipo plagado de veteranos que estaba luchando para los play-off, los minutos en la cancha para el jugador a su tercer año en la NBA eran muy escasos.

El 19 de febrero Barton entró en un trade que le llevó a Denver junto con Víctor Claver, Thomas Robinson y una elección de primera ronda del draft a cambio de Aaron Affalo y Alonzo Gee. Mientras que el español y Robinson fueron cortados antes de ni siquiera ponerse la camiseta del equipo de Colorado, Barton en cambio se encontró en la cancha en un equipo en horas bajas, en pleno proceso de tanking, con el cuestionado Brian Shaw en el banquillo y con Danilo Gallinari que volvía a jugar tras casi 20 meses fuera por lesión.

Barton encontró en seguida un sitio en el equipo y, junto con la recuperación física del alero italiano, fue de las pocas noticias positivas de la segunda parte de pasada campaña en Denver, tanto que sus prestaciones convencieron a los Nuggets a renovarle la confianza y firmar este verano un contrato por 3 temporadas y un total de 10.6 millones de dólares.

En cuanto fui traspasado desde los Blazers, el GM Connelly me llamó y me dijo que confiaba en mí, que saliera a la cancha siendo yo mismo, jugando duro y demostrando mi personalidad”.

Declaró Barton a NBPA.

“Yo sabía que tenía talento, sabía que podía jugar a buenos niveles, tan solo necesitaba más tiempo en campo para poderlo demostrar”.

Un año después Barton está en carrera para llevarse los reconocimientos como mejor sexto hombre del año y jugador más mejorado de la temporada, gracias a su promedio de 15.5 puntos y 6 rebotes en 28.5 minutos en campo, habiéndose convertido en uno de los jugadores más efectivos y mas entretenidos de ver de toda la liga.

El coach de los Denver Nuggets Michael Malone solo tiene palabras positivas para él:

“Es un gran competidor, siempre lo da todo y le mete mucha pasión. Está siendo un arma muy importante para nosotros saliendo desde el banquillo. Para nosotros no es una sorpresa: nos esperábamos este rendimiento, teníamos mucha confianza en él”.

Es un jugador impredecible” – siguió Malone, decantando sus calidades – “raramente llamo jugadas para él”.

Malone no se tiene que preocupar por mí”, – siguió Barton – “ya que puedo ir a buscarme las jugadas por mi cuenta. Por ejemplo puedo salir del rebote defensivo y jugar en transición. Soy muy creativo, a veces ni yo sé lo que voy a hacer. Me considero un jugador de la vieja escuela. No soy el más rápido, entonces tengo que buscar otras soluciones para ser efectivo. Tengo que dejar que mi mente siga mi instinto y en el último minuto… ¡boom!  Los rivales no saben qué esperarse de mí, por eso soy tan difícil de defender”.

Y con esta chispa creativa en la mente, Barton representará un gran desafío para Zach LaVine, que intentará defender su título de “Rey del mate” en el Slam Dunk Contest del AllStar en programa la noche del sábado.

Tengo varias ideas en la cabeza de lo que puedo hacer el sábado; cualquier cosa haga al final, estoy seguro que a los aficionados les encantará

Dijo Barton, preparándose al concurso que le verá enfrentarse también a Aaron Gordon y Andre Drummond.

“Los mates son mi segunda naturaleza, así que tendré que pararme a pensar un rato. Encontrarme en este escenario tan importante lo es todo para mí. Hay muy pocas personas en toda la NBA capaces de demostrar realmente su capacidad atlética en este acontecimiento, y muchos ni llegan a participar a eventos del AllStar. Yo estaré allí: es una auténtica bendición”.

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Barton está mejorando su tiro y sus porcentajes, demostrando una condición atlética envidiable. Sobre todo está mejorando desde más allá del arco, desde donde se esperan puntos de parte de un escolta tirador con sus características: desde el pobre 13.8% en su temporada de rookie, progresó al 27,1% en 2014-15 y ahora mismo está en 38%, y esta fue una de las claves de su gran mes de diciembre, durante el cual promedió 20.8 puntos, 6.8 rebotes y 3.1 asistencias.

Empecé la temporada jugando bien y quiero seguir jugando mejor; quiero más.” – Dijo Barton – “Empecé a trabajar aún más duro y a ser aún más agresivo. Y más agresivo soy, mejor van las cosas. Me siendo cómodo con mi juego, con confianza, me parece todo más fácil y esto no me sorprende, en realidad”.

Uno de los secretos de los grandes progresos que está haciendo el juego de Barton es que él es un gran observador, y aprende mirando vídeos de jugadas suyas y de los rivales, estudiando estos detalles que se podrían pulir para centrar los objetivos. Mirando con lupa todo lo que ha hecho mal o bien tras cada encuentro.

Malone considera a Barton un “aprendiz de todo”, ya que en este campeonato está mejorando cada faceta de su juego. Entre los escoltas tan solo Westbrook y Harden, por ejemplo, le superan en cuanto a rebotes defensivos (5.8 para el jugador de los Thunder, 5.5 para el barbudo de los Rockets y 5.2 para Barton).

“Siempre he sido un jugador capaz de atrapar rebotes defensivos.” – Se sinceró Barton – “Lo considero un arma importante de mi juego, ya que puedo salir en transición, ya que la defensa rival no está en su sitio”.

Cuando Will Barton fue seleccionado en la segunda ronda del draft en 2012 como 40ª elección por los Blazers llamó la atención por su delgadez.

“No se dejen engañar, en realidad soy fibroso y fuerte;” – comentó Barton, que en estas últimas temporada he estado trabajando en el gimnasio para ganar músculos – “Nunca seré un culturista; entonces intento golpear primero y no tengo miedo al contacto físico”.

No hay duda de que Will The Thrill hará todo lo que esté en su poder para sorprender al público del All Star durante el concurso de mates.

“Es muy emocionante pensar que habrá tanta gente viéndome”, – comentó, acerca de su popularidad creciente – “es algo por el cual siempre he luchado y que está pasando en la realidad, estoy muy ilusionado. Tengo que mantener concentración y humildad, seguir trabajando duro y así seguiré cosechando éxitos”.

Y este afán de mejora incluye limitar las pérdidas de balón, comprender mejor los esquemas defensivos y permaneces más tiempo en la cancha. Barton sabe que para el título de sexto hombre del año el camino aún es largo, pero por el momento este asunto está lejano:

“No quiero pensar mucho en este premio ahora mismo, no quiero tener demasiadas presión sobre mí mismo. Solo quiero saltar a la cancha y ayudar a mi equipo a conseguir victorias para alcanzar los play-offs, los reconocimientos personales llegan luego. Lo que cuenta es que estoy empezando a ganarme el respeto de los rivales”.

Pero ahora sí es el momento para que Barton piense en él mismo y sorprenda al mundo con sus vuelos el sábado por la noche: por sí mismo y también para aumentar la visibilidad hacia su equipo: unos jóvenes Denver Nuggets de los cuales nadie se esperaba nada a principio de temporada, pero que están empezando a hacer hablar de ellos bajo varios puntos de vista.

Let’s go Will, dunk the Thrill!