Aaron Harrison quiere afianzarse en la NBA

El escolta entrena duro para encontrar su hueco

No debe ser fácil para un jugador como Aaron Harrison jugar en la NBA. Después de todo, Harrison fue uno de los mejores jugadores de la clase 2013 de la secundaria, junto con Julius Randle, Andrew Wiggins o Jabari Parker. Eso llevó a Harrison a los Kentucky Wildcats, donde fue titular en los 40 partidos de su primera temporada. Al entrar en su segundo año, Harrison incluso fue nombrado jugador de la pretemporada. Sin embargo, esto no le valió para entrar en el Draft, pero los Hornets lo seleccionaron en la Summer League de 2015 para así debutar en la NBA.

Harrison ha jugado solo 69 minutos en 16 partidos, lo cual no es para nada sorprendente. Los equipos con opciones de PlayOffs, y los Hornets lo son en estos momentos, rara vez usan a los novatos escogidos en posiciones bajas del Draft o reclutados «a posteriori», como es el caso del escolta. Pese a todo, los pocos minutos con los que ha contado han ayudado a Harrison, ya que han sido en el final de partidos decididos y el jugador no ha tenido presión para soltarse, pudiendo así demostrar su habilidad a Clifford.

Harrison jugó 4 partidos en la NBA D-League con los Oklahoma City Blue. Los resultados no fueron muy alentadores ya que otros jugadores jóvenes han ido allí y prosperado. Con un promedio de 18.3 minutos por partido, Harrison anotó 9,3 puntos, 1,8 asistencias y 2,3 rebotes por partido y un 30,8% de acierto.

El escolta siempre fue alabado más por su IQ, tamaño, fuerza y ​​capacidad para anotar en el interior en lugar de su tiro exterior. Sin embargo, deberá desarrollar sus habilidades para convertirse también en un jugador con capacidad ofensiva en el exterior, puesto que hoy en día en la NBA ser una amenaza exterior es una clara ventaja; y sino que se lo pregunten a jugadores de calidad como Josh Smith, Rajon Rondo o Ricky Rubio; que ven muy mermada su producción ofensiva por ese «pequeño detalle».