Terminó el sueño canario por un solo punto

Herbalife Gran Canaria 94 - 81 Galatasaray Estambul

Gran Canaria

El Herbalife Gran Canaria llegaba al Gran Canaria Arena con la esperanza de vivir una noche mágica ante sus aficionados y poder remontar los 14 puntos de desventaja con los que salieron de Estambul ante el Galatasaray  (89-75) para poder así llegar a la ansiada final de la Eurocup, principal objetivo del equipo durante toda la temporada y convertirse en el primer club que juega dos finales consecutivas de esta competición europea.

A su favor tenían las últimas malas actuaciones del Galatasaray como visitante, ya que vienen de perder 5 de sus seis últimos partidos a domicilio, pero para ello deberían frenar el poderoso arsenal ofensivo, liderado por Stephane Lasme, Vladimir Micov y Errick McColum (hermano mayor del jugador de los Portland Trail Blazers C.J. McColum) que mostraron en el partido de ida y mejorar en el rebote.

El partido comienza con los dos equipos demostrando que quieren llevarse el partido, el marcador muy igualado y con un gran acierto en tiros de campo por parte de ambos conjuntos. La mayor ventaja obtenida en el primer cuarto fue de solamente cuatro puntos por parte del Galarasaray, ya que los locales no tardaban en contestar las canastas de sus rivales y viceversa, sobre todo gracias al buen estado de forma de DJ Seeley quién salió desde el banquillo muy enchufado. Debido a este interminable cambio de canastas y a los ataques con posesiones muy cortas, el marcador al final de los primeros 10 minutos muestra una proyección de 110 puntos, Gran Canaria 27 -29 Galatasaray.

El 2º cuarto comienza igual que terminó el primero, ninguno de los dos equipos cede y ambos continúan a un gran nivel, el Gran Canaria cada vez tiene más difícil la clasificación, pues le cuesta mantener a los rivales para poder conseguir una ventaja cómoda que le permita clasificarse y llegan al descanso sólo dos puntos arriba 48-44.

En el inicio del tercer cuarto parece que las palabras en los vestuarios de Aíto García Reneses surgieron efecto sobre sus jugadores y logran empezar con muy buen ritmo y logrando la mayor diferencia hasta hora liderando por 8 puntos  hasta el ecuador del cuarto. Tras un tiempo muerto, los turcos, que se habían visto superados, respondieron y establecieron una gran defensa que les permitiría forzar algunas pérdidas y desestabilizar el ataque de los canarios, llegando a reducir la ventaja hasta los tres puntos a falta de tres minutos para el final del tercer periodo. Pero poco les duró la alegría a los visitantes, que se volvieron a ver superados por los amarillos, las buenas acciones de Pablo Aguilar y Sasul Salin acercaban a los canarios cada vez más al sueño de volver a jugar a la final y establecieron en menos de un minuto una ventaja de 10 puntos. Al final del tercer cuarto ventaja local 67-57.

En el último cuarto parecía que ambos conjuntos salieron más relajados y se quedaron atascados y les costaba anotar, hasta que por fin despertaron los amarillos de la mano de Rabaseda a falta de 5 minutos para el final del partido y convirtieron una ventaja de ocho puntos en once, a tan solo tres de la final. Una muy buena defensa en zona de los locales provocó una pérdida clave que permitió a Albert Olliver anotar un triple al contraataque que empataba la eliminatoria. Los turcos veían como Stephane Lasme, su máximo referente bajo el tablero, era expulsado por faltas. Errick McCollum era el encargado ahora de no permitir la remontada de los canarios y encajó dos buenas acciones consecutivas, pero no era suficiente, pues el Gran canaria no desaprovechaba ninguna de sus posesiones. Los dos siguientes ataques fueron claves, y D.J. Seeley volvió a no defraudar a su afición y anotó 5 puntos decisivos, a lo que McColum volvió a responder con otro triple. Pero apareció la figura de Pablo Aguilar, que con otro triple ponía al Galatasaray sobre las cuerdas, obligados a anotar un triple a falta de 6 segundos si querían estar en la final. Pero el equipo turco quiso asegurar el encuentro y anotaron una canasta de dos puntos, una bandeja de Vladimir Micov enviaba el partido a la prórroga.

Tan sólo 5 minutos para tener un finalista, y estaba claro que ninguno de los dos equipos iba a tirar la toalla. Un mate de Seeley daba la ventaja, pero los turcos salieron con todo, y realizaron una muy buena defensa que ponía en aprietos a los locales, pero tampoco conseguían anotar. Otro mate, esta vez de Euliz Baez hundía la moral visitante y continuaban encestar. Pero volvió a aparecer la figura de McColum, quien continuaba con el equipo a la espalda, esta vez a base de tiros libres que volvía a darle la vuelta a la eliminatoria, 94-81 a falta de 17 segundos para el final, lo que ponía al Gran Canaria con la necesidad de anotar al menos un punto. Y finalmente no lograron anotar gracias a un tapón sobre Albert Olliver que acabó con el sueño amarillo de llegar a la final contra el Estrasburgo.