Primera Ronda Este, previa: Atlanta Hawks vs Boston Celtics
La eliminatoria de la razón contra el carácter

Boston Celtics versus Atlanta Hawks, razón contra carácter
Hay una cosa de la que los aficionados verdes llevan tres años sin querer oír hablar de ella: los Atlanta Hawks. Y hay otra a la cual estos últimos temen más que a una salida nocturna por Nueva York justo antes de una serie de playoffs: los Boston Celtics.
Desde que los primeros empezasen el actual proceso de reconstrucción hace tres temporadas, el mayor miedo entre los seguidores de los Orgullosos verdes ha sido acabar siendo como los Atlanta Hawks, un equipo siempre competitivo en regular season, con una presencia perenne en la post-temporada, pero sin la calidad suficiente como para optar de verdad al título de campeón. Por su parte, desde que Brad Stevens armase un equipo competitivo con unos cuantos remiendos y Danny Ainge empezó a buscar un hombre alto para el equipo, el nombre de lo más cercano que hay a una estrella en Atlanta, Al Horford, empezó a salir en todas las quinielas; de manera incluso incesante durante el pasado mes de Febrero. Finalmente, nada ocurrió y ambas franquicias se quedaron como estaban y así se enfrentarán entre ellas durante esta primera ronda.
En el lado derecho del cuadrilátero llegan unos Hawks en el mejor momento de su temporada. Mike Budenholzer es el hasta ahora pupilo más aventajado de Gregg Popovich, lo cual no es poco decir, y como en el caso de Pops, no se puede entender el devenir de esta temporada en Atlanta sin analizar la pasada. Si Pops se vio obligado a cambiar su habitual modelo de preparación del curso (de menos a más) a causa de lo acaecido el pasado cuando quedó eliminado prematuramente a causa de un durísimo enfrentamiento en primera ronda, su pupilo Bud ha decidido recuperar el antiguo modelo Spurs tras comprobar el año pasado que de poco sirve ser el mejor equipo de la liga en Diciembre-Enero. Que lo que cuenta es ser el mejor en Mayo-Junio. De esta manera, los Atlanta Hawks han ido creciendo y ajustándose a lo largo de la temporada para acabar la misma en su mejor momento.
Siguiendo con las buenas noticias, los Boston Celtics son un equipo que por su falta de anotación exterior y de una presencia defensiva en la zona encuentran muchas dificultades para saber cómo jugar a los Hawks y así lo demuestra el 3-1 que hay en el marcador entre ambos. Acabando con Atlanta, solo queda poner en relieve que mientras que los Boston Celtics son un equipo de jugar bien y ganar grandes partidos, los Hawks solo han sido capaces de ganar en dos ocasiones de trece a los grandes equipos de la NBA y acumulan seis derrotas y ninguna victoria contra equipos contenders.
Y es que si Atlanta es un equipo equilibrado y bien ejecutado, los Boston Celtics son un sin dios que diría el cabo Santo. Tras lograr mantener el bloque que consiguió los improbables playoffs del año pasado y sumar alguna pieza como Amir Johnson y David Lee que apuntalase su débil zona interior, el equipo dirigido – más bien guiado – por Brad Stevens empezó la temporada con muchas dudas y mantuvo un récord del 50% que solo te dejaba aspirar a la octava plaza hasta bien entrado el mes de Enero. Todo cambiaría ese 22 del mismo mes cuando el que fuera pivot de los Warriors salió de la rotación y poco a poco se empezó a involucrar al ex-Raptor en el sistema ofensivo.
Desde entonces, los Celtics acumularon un registro de 26 victorias y 13 derrotas que los aupó hasta una tercera plaza que solo el sistema de divisiones fue capaz de hundir hasta la quinta y un cruce contra Atlanta que nadie quería en Massachusetts. Acostumbrados a asfixiar el perímetro rival o a tejer una maraña en la zona, pocos rivales son tan incómodos para los verdes como estos Hawks que pueden pasar de alinear cuatro jugadores con buena mano que gane el partido a nutrir de balones a un Horford para, de nuevo, ganar el partido. Las opciones de los Celtics parecen pocas ante un rival más completo, formado, y experimentado. Pero es que absolutamente nada tiene sentido en Boston.
Capaces de perder en dos ocasiones contra los Brooklyn Nets, de dejar ganar en su casa a la prestigiosa banda anteriormente conocida como Los Ángeles Lakers, o de dar sus opciones a Philadelphia 76Sixers y New York Knicks, nada gusta más a una camiseta verde que la música de los grandes partidos y el barro. Solo así se explica que sean el único equipo al que Curry y los suyos no han sido capaces de ganar por más de 5 puntos en sus dos años de reinado, o que les han ganado en casa durante esta temporada. Quizás ahí resida la mayor esperanza para los Isaiah Thomas y compañía, en llegar más o menos vivos al tercer partido de la serie. Para que cuando se acaben los argumentos expuestos por los entrenadores empiecen los insultos y los empujones.
En esas discusiones de respuesta ágil, de defender duro y responder rápido, están todas las opciones de los Celtics. Si por el contrario la discusión se convierte en un debate de largas reflexiones y buenos modales, Atlanta tiene muchos más argumentos para llevar el gato al agua.
(Para un análisis táctico completo de la serie pulsa aquí)
Cómo llega Atlanta Hawks
Por Alberto Domingo.
Siempre acosados por el fantasma de la magnífica temporada pasada que les convirtió en uno de los mejores equipos de la liga, no han podido recuperar dicho nivel. La franquicia comenzó la temporada con poco acierto en los resultados, en gran parte porque les faltaba un jugador franquicia que marcase la diferencia y porque refuerzo de un año a otro fue excesivamente débil. Por tanto, el equipo ganaba a los equipos que no debían suponer un problema para ellos pero perdía contra los grandes a los que era necesario plantarles cara si querían ser un firme candidato al anillo. Hasta mediados de diciembre no se observó un cambio en la dinámica del equipo que les permitió encadenar hasta seis victorias consecutivas, y con las cuales parecía que comenzaban a funcionar, pero esto tan solo fue un espejismo y con la llegada del nuevo año, la irregularidad volvió a ser la tónica de cada día.
Los dos últimos meses de competición daba la impresión de que volvían a sentirse cómodos con su juego recordando al equipo que se proclamó la pasada campaña como los San Antonio Spurs del Este, gracias a la mejora en el trabajo defensivo y a la defensa del aro propio. De esta forma, se plantaron en el último partido de la temporada regular con todo por decidir para asegurar el tercer puesto, pero ante un partido que antojaba como un mero trámite por la situación de los Wizards y el descanso de sus titulares. Tenían que ganar sí o sí para lograrlo y así superar a los Miami Heat, sin embargo, el equipo no cumplió y se dejó superar por los Washington Wizards que acabaron ganando con solvencia. Por lo tanto, se presentan al primer partido de la eliminatoria con muchas dudas. A pesar de todo esto, la franquicia no se ha perdido la cita con los playoffs desde el año 2007, es decir, la franquicia lleva nueve años consecutivos colándose entre los ocho mejores equipos de la conferencia, un dato muy a tener en cuenta.
Cómo llega Boston Celtics
Siendo breves, podría decirse que los Boston Celtics llegan mal a la eliminatoria. Tres de sus titulares llegan mermados físicamente y la siempre efectiva segunda unidad da muestras de agotamiento del modelo.
Isaiah Thomas ha firmado la mejor temporada no solo de su vida sino la de cualquier jugador de su estatura en toda la historia de la NBA. Sus movimientos son la piedra sobre la que se asienta la iglesia del ataque verde y solo Evan Turner puede crear más para sus compañeros que él. Pero en los últimos partidos ha mostrado un comportamiento pelín irregular que bien puede deberse a la falta de competitividad con la que el equipo ha afrontado esos encuentros o a esas molestias que lleva dos semanas arrastrando. Jae Crowder, por su parte, lleva muy renqueante del tobillo desde que una lesión le tuviese apartado del equipo durante ocho encuentros (unas dos semanas) y su rendimiento y las sensaciones que deja en la cancha no son las mismas que antes del esguince. Por último, y por si no fuera poco tener tocados a los dos jugadores más importantes del equipo, Jared Sullinger no solo no cumplió con su palabra de llegar bien de peso al comienzo de la temporada sino que cada vez está más pasado de forma. Como un universitario durante el curso escolar, el ala-pivot parece alimentarse de comida basura (dicho por él mismo) cada vez que se aleja de casa, y lejos está ya aquel inicio de año en el que volvió a amenazar con dejar salir al gran jugador que lleva dentro. Su presencia en el aspecto defensivo sería meramente testimonial de no ser por su capacidad reboteadora mientras en el aspecto ofensivo parece haber perdido su toque.
Con respecto a la segunda unidad, decir que esta ha sido responsable de un gran número de victorias para los Boston Celtics. Liderada por tres jugadores con una calidad similar a la de los titulares, Evan Turner, Marcus Smart, y Kelly Olynyk, ha sido la encargada de conseguir o ampliar las ventajas logradas por los titulares. El principal problema reside que durante la post-temporada la importancia de los suplentes se relativiza ante la pérdida de minutos en favor de los titulares y que los tres jugadores anteriormente mencionados han tenido problemas físicos a lo largo de la temporada, solo salvándose Evan Turner de que esto afecte a su rendimiento. Kelly Olynyk estaba siendo el mejor triplista del equipo en cuanto a porcentajes se refiere y una presencia más que interesante en la zona, pero pese a que su tiro no se viese afectado tras los problemas en el hombro, sí que es cierto que se dejan notar en el costado defensivo; y Marcus Smart, tras firmar un gran año como rookie, sigue siendo una bestia capaz de defender tres posiciones y durante el tiempo que se le pida, pero está lanzando peor de lo que lanzó nadie nunca.
En manos de Brad Stevens, el gran activo de los Boston Celtics, está lograr subsanar estas carencias.
Claves de la eliminatoria
- El triple: siendo los Hawks muy regulares en este aspecto, la clave va a ser tanto la defensa del mismo que hagan los Boston Celtics como el acierto que estos tengan. Es una cuestión de talento la que marca la diferencia: ambos equipos mueven muy bien el balón, nadie peca de egoísmo y la bola llega siempre a alguien en la posición adecuada. La cuestión es que mientras los Hawks tienen un grupo de 3/4 jugadores con buenos promedios y un especialista, Kyle Korver, los Boston Celtics tienen en un 2.13 a su mejor hombre y los demás, salvo Avery Bradley, nunca sabes cuándo te pueden tirar al 45 o al 15 %.
- El rebote: la concesión de segundas oportunidades es uno de los talones de Aquiles del equipo de Brad Stevens y Al Hordford, Paul Milsap, y Tiago Splitter son expertos en aguarle las noches. De no ser por este factor, el entrenador de Indiana podría plantearse incluso la salida de Jared Sullinger del quinteto inicial en favor de un cuatro con más piernas que defienda el perímetro, pero la habilidad de Sully para coger los balones sueltos le hacen imprescindible a la vez que condena al equipo desde la línea exterior. Stevens suele elegir el mal menor entre no tapar la ventana y tapar la puerta o al revés, pero contra los Hawks no parece que pueda tapiar nada.
Pronóstico El Despacho, 2-4
Pese a que la redacción cree que el equipo puede contar con ciertas opciones en caso de robar uno de los primeros partidos en Atlanta, desde hace dos semanas es el equipo que todos queríamos evitar dado su acierto exterior y la presencia de Al Horford. Es demasiada mierda para ser escondida bajo una alfombra tan pequeña.
Pronóstico Falcon Wings 4-3
Como ya se ha mencionado, esta eliminatoria se presenta como una de las más reñidas de las dos conferencias, pero tras analizar todos los datos y estadísticas, son los Hawks el equipo que se presenta con más posibilidades, pero sin descartar que Boston pueda dar la sorpresa. Por la tanto, yo apostaría por un 4-3, teniendo en mente que todo puede pasar. No sería la primera vez que estos Celtics rompen con lo establecido en la temporada.
https://www.youtube.com/watch?v=9QUE874xEIs