«Siempre queremos conseguir algo más de lo que la gente espera. La meta para la siguiente temporada: las Finales.» Palabra de Reggie Jackson.
Acto seguido, con una sonrisa y los ojos fijos en línea recta, Jackson salió de rueda de prensa, no hizo caso a su entrenador, que le pedía amablemente a gritos que pasara más el balón en los instantes finales de partido, cruzó la carretera sin mirar a ambos lados, sintió la brisa de un coche que había desviado bruscamente su trayectoria para evitar poner el 1.00 en su kill/death ratio, y siguió hasta el vendedor de cupones más cercano. Días después cenaba langosta. Porque la energía positiva controla el mundo.
Ahora en serio. Los Pistons han tenido una meteórica mejora desde la llegada de Stan Van Gundy. Las 32 victorias de la pasada temporada supieron a poco, y si no hubiera sido por fichajes que debían adaptarse y lesiones, su registro hubiera subido mayor. Esta temporada recién acabada se ha saldado con 44 victorias para los de la Motown y su consiguiente clasificación para los PlayOffs. El cielo es el límite de este equipo, y Reggie Jackson así lo describe:
«Ha sido una buena temporada. Cuando miras para atrás y ves lo que has hecho, puedes comprobar que has realizado muchas de las metas que te habías marcado.»
El base de los Pistons ha sacado a la luz también una conversación con los otros estandartes del equipo, KCP y Andre Drummond, con los que habló al final de la pasada temporada acerca del futuro inmediato del equipo:
«Nos sentamos los tres al final de la temporada, y hablamos sobre la temporada siguiente, acerca de la necesidad de ganar, de cambiar la cultura de este equipo. Sentimos que lo hemos conseguido, pero todavía queda trabajo por hacer.»
La sensación general de la plantilla es que todavía les queda mucho por mostrar, y que el éxito de este equipo no ha hecho más que empezar.
