A finales de mayo comentamos en la redacción que los Utah Jazz preparaban una remodelación para su estadio, el Vivint Smart Home Arena. Esto ya es una realidad, ya que la Agencia de Reurbanización de Salt Lake City aprobó el martes $ 22,7 millones de reducción de impuestos, en apoyo de a la inversión prevista de $ 125 millones para el Vivint Arena. Los fondos representan el 18% del costo total del proyecto.
El Grupo H. Miller Larry dice que las mejoras en el proyecto incluirán mejoras de seguridad, la actualización de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado existentes, la instalación de un nuevo sistema de paneles solares fotovoltaicos, además de las comodidades internas para los aficionados y actualizaciones de baños de primera calidad.
«Estamos muy entusiasmados con el futuro de la renovación y lo que significa para nuestra comunidad», dijo el presidente de Utah Jazz Steve Stark. «El voto de hoy representa el apoyo que la comunidad siempre ha tenido para la organización y la familia Miller».
Con la financiación ahora en su lugar, la organización Miller será capaz de actualizar el Vivint Arena, de 19.911 asientos – el cual recibe anualmente 1,8 millones de personas para los juegos de Utah Jazz y numerosos otros eventos – gracias a una infraestructura que sigue siendo sólida y debido al meticuloso mantenimiento que ha recibido desde su creación.
Actualmente valorado en $ 58 millones, el estadio Vivint Smart Home es mayor ahora de lo que el Salt Palace fue cuando fue construido en 1990.
Durante una reunión en el Edificio de la Ciudad-Condado, el proyecto recibió el apoyo de varias fuentes, incluyendo la Cámara de Salt Lake y la Asociación de Contribuyentes de Utah.
«Como hemos analizado los datos entorno a esta propuesta y compartido la preocupación con la organización de Utah Jazz, hemos determinado no oponernos a este plan de reducción de impuestos«, dijo Billy Hesterman, vicepresidente de la Asociación de Contribuyentes de Utah.
Añadió que la economía del Estado se beneficia a lo largo de los años por la atracción de numerosos conciertos, eventos corporativos y otras actuaciones que se llevan a cabo en el estadio.
«Las mejoras en el Vivint Arena se asegurarán de que estas diversas actividades continúen teniendo lugar en nuestro estado y mejorar así nuestra economía», dijo. «Reconocemos el valor intangible que el Jazz trae a nuestra comunidad. Su presencia juega un papel en la atracción de empleos bien remunerados como tener un equipo de la NBA aumenta la calidad de vida del estado».
Sin embargo, no todo el mundo está a favor de la reducción de impuestos.
«Si no damos créditos fiscales a los propietarios de viviendas que los necesita, no por eso les damos a las corporaciones que pueden permitirse el lujo de pagar«, comentó Evelyn Everton, director estatal de América para la prosperidad, un grupo conservador de incidencia política. Citando un estudio nacional, agregó, «arenas de baloncesto no añaden valor económico por su propia cuenta, sino que son altamente dependientes de los contactos sociales y económicas locales».
Everton dijo que la organización Miller tiene los medios para pagar por las mejoras sin asistencia al contribuyente, y han implorado a la agencia de desarrollo urbano de la ciudad para que rechace la solicitud de financiación.
«Los contribuyentes no deben confiar en ellos para apoyar las ganancias de una empresa privada», dijo.
En última instancia, sin embargo, se decidió aprobar el proyecto sin ningún voto en oposición.
