
Tras el traspaso de George Hill de los Pacers y el fichaje de Joe Johnson, procedente de los Heat, Utah tiene ya pocas opciones para seguir mejorando su plantilla, a pesar de los más de 17 millones de dólares todavía disponibles para invertir. Con dos de sus mejores jugadores, Gordon Hayward y Rudy Gobert, destinados a convertirse en agentes libres el año que viene, ¿sería este un buen momento para que los Jazz extendieran el contrato del pívot francés?
El agente de Gobert, Bouna Ndiaye (que también representa a Nicolas Batum y Evan Fournier, dos de los jugadores que han firmado grandes contratos en esta offseason) aterrizó hace unos días en Salt Lake City para sentarse en la mesa de las negociaciones, y es que los Jazz ven al galo como parte indispensable de su columna vertebral y querrán asegurarse su presencia al menos durante las próximas cinco campañas. El natural de Saint-Quentin, que recientemente cumplió 24 años, es uno de los mejores defensores interiores de la NBA y forma junto con Derrick Favors un intimidatorio tándem en la pintura. Su juego ofensivo todavía puede crecer más y tal vez con algún otro playmaker más como Johnson sus números puedan incrementarse.
Mientras que conseguir extender a Gobert ahora permitiría a Utah conseguir que firmase un contrato bajo el espacio salarial actual y así reducir su impacto en 2017, los Jazz podrían esperar este año y seguir la ruta de Pistons con Andre Drummond o los Spurs con Kawhi Leonard y aprovecharse de su bajo cap hold para asaltar el mercado el próximo verano y después renovarle por encima del tope. Con Hayward probablemente declinando su opción de jugador para la 2017/18 sin embargo el equipo dirigido por Quin Snyder podría querer adelantar sus deberes y dejar el panorama bastante más claro, y es que el alero natural de Indiana podría estar buscando salir de Salt Lake City.
Gobert, que llegó a Utah procedente de los Nuggets por Erick Green y dinero en metálico, ha demostrado ser un jugador con mucho futuro por delante en los Jazz, promediando 9,1 puntos, 11 rebotes y 2,2 tapones por partido en 55,9% de acierto en tiros de campo en 31,7 minutos. La NBA sin embargo ya estaba algo más acostumbrada al francés y sus números, a pesar de aumentar relativamente con el incremento de tiempo de juego, no fueron tan espectaculares como en la segunda mitad de la 2014/15, además de perderse 21 partidos con una lesión de rodilla.
A pesar de que la mayoría de la liga está transicionando hacia alineaciones más pequeñas con piezas versátiles e intercambiables para combatir el aumento de pick&rolls, los Jazz siguen siendo fieles a su particular versión de baloncesto ground and pound y Gobert es básico en el centro de la zona. Con la adición de Trey Lyles en el draft del curso pasado Utah sumó una opción más para diversificar su juego, pero la clave sigue siendo el dúo Gobert-Favors, y con el ex de Nets terminando contrato en 2018, los Jazz podrían aprovechar su situación actual y gastar ahora que pueden.
Aún así, Utah todavía tiene tiempo en este aspecto, algo de lo que no puede presumir en la cancha, donde deben asegurarse los Playoffs o arriesgarse a estancarse y perder a Hayward.